En 1840, el apóstol Parley P. Pratt, uno de los miembros originales del Cuórum de los Doce Apóstoles en la Iglesia restaurada de Jesucristo, escribió la letra de un célebre himno Santo de los Últimos Días.
“Ya rompe el alba de la verdad;
“Y en Sion se deja ver,
“Tras noche de oscuridad,
“Tras noche de oscuridad,
“El día glorioso amanecer”.
La letra del himno se publicó por primera vez en mayo de 1840 como un poema en la portada exterior de la edición inaugural de Millennial Star (en inglés), un periódico publicado por la Iglesia en Inglaterra. El élder Pratt fue el primer editor de la publicación.
Más tarde ese año, mientras el élder Pratt preparaba el himnario de Manchester (en inglés), incluyó muchos de sus propios himnos; este himno por excelencia de la Restauración, “Ya rompe el alba de la verdad”, apareció primero.
El élder Quentin L. Cook, del actual Cuórum de los Doce Apóstoles, pidió a los misioneros esta semana que leyeran las palabras del himno sagrado y consideraran la urgencia que sintieron los primeros misioneros Santos de los Últimos Días en las Islas Británicas y “lo importante que fue para ellos compartir el Evangelio”.
Es un mensaje que ha definido muchos períodos importantes de la historia de la Iglesia.
En 1974, cuando el mundo enfrentaba una crisis de combustible, el fallecido élder Marvin J. Ashton, del Cuórum de los Doce Apóstoles, también habló de esta misma urgencia. Sus palabras siguen teniendo un gran significado 49 años después.
“Hermanos y hermanas, estamos viviendo tiempos de urgencia”, dijo durante la conferencia general de abril de 1974 (en inglés). “Vivimos en un tiempo de crisis espiritual. Estamos viviendo en un tiempo cercano a la medianoche. Es urgente hacer frente a la crisis espiritual mundial actuando ahora. Sólo puede lograrse mediante el desempeño. La procrastinación es un arma mortal del progreso humano. Gracias a Dios no hay necesidad de escasez en el aceite de la preparación. Se acumula a voluntad, gota a gota, en una vida recta”.
En abril de 2018, después de ser sostenido como el 17° presidente de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, el presidente Russell M. Nelson se dirigió a los Santos de los Últimos Días con una urgencia similar.
“En los días venideros, no será posible sobrevivir espiritualmente sin la guía, la dirección, el consuelo y la influencia constante del Espíritu Santo. Mis amados hermanos y hermanas, les ruego que aumenten su capacidad espiritual para recibir revelación”.
En las últimas cuatro semanas, el élder Cook ha visitado siete misiones: cuatro en África y tres en Norteamérica. “Ha sido extraordinario estar con los misioneros”, dijo. Mientras hablaba a los misioneros en el Centro de Capacitación Misional de Provo, Utah, el élder Cook los invitó a difundir también el evangelio de Jesucristo con un sentido de urgencia.
Es la misma urgencia que siempre sintió el élder Parley P. Pratt. Cuando leyó por primera vez el Libro de Mormón, por ejemplo, él escribió (en inglés):
“Leía todo el día; comer era una carga, no tenía deseos de comer; dormir era una carga cuando llegaba la noche, pues prefería leer a dormir. … Supe y comprendí que el libro era verdadero. … Mi gozo ahora era completo”.
Más tarde Él serviría en una misión histórica en Canadá; sus esfuerzos urgentes resultaron en el bautismo de John Taylor, el tercer Presidente de la Iglesia, y abrió el camino para la obra misional de la familia de John Taylor en Inglaterra.
El bisabuelo del élder Cook, Heber C. Kimball, estuvo entre esos primeros misioneros ingleses, saltando del barco con urgencia en Liverpool, Inglaterra, para poder ser el primero en tocar tierra. Y cuando esos primeros misioneros llegaron a Preston, vieron una gran pancarta electoral que decía “La verdad prevalecerá”.
“Siendo tan oportuno y siendo el sentimiento tan apropiado para nosotros en nuestra situación, fuimos llevados involuntariamente a exclamar: ‘¡Amén! Que así sea’”, escribió el élder Kimball (en inglés).
Justo antes de escribir las palabras de “Ya rompe el alba”, el élder Pratt escribió a su casa, reflejando en sus palabras la urgencia de la obra. “Aquí hay una cosecha ilimitada para los próximos 15 a 20 años”, le dijo a su esposa, Mary.
El élder Cook pidió a los misioneros actuales que leyeran y estudiaran la letra de “Ya rompe el alba”.
“Quiero que lo lean y quiero que piensen en la urgencia que él sintió… la urgencia de compartir el Evangelio y lo importante que era para ellos”, dijo el élder Cook.
Es una urgencia que todos sentimos al ser testigos de cómo el Señor acelera Su obra, incluyendo las invitaciones de Su profeta para leer y estudiar las Escrituras, prepararnos espiritualmente, pasar más tiempo en el templo y reunir a Israel a ambos lados del velo.
La inspiradora y profética prosa escrita por Parley P. Pratt en mayo de 1840, y que aún ocupa la primera página de nuestro himnario, resume por qué es importante.
“La voz del polvo hoy da fe
“Y ángeles testimonio dan.
“La luz de Sion se deja ver,
“La luz de Sion se deja ver,
“Y a sus redimidos guiará”.
