Después de haberse desgarrado dos ligamentos cruzados y roto el tendón de Aquiles, la jugadora de baloncesto universitaria Whitney comenzó a dudar de su fe en Dios.
“Se produjeron frustraciones”, relató su padre, el élder Peter M. Johnson, Setenta Autoridad General, a los estudiantes y al personal de BYU–Idaho durante el devocional del martes, 14 de marzo. “Comenzaron a expresarse preguntas de fe: ‘¿Cómo puede hacerme esto el Padre Celestial? He estado tratando de guardar todos Sus mandamientos, incluyendo honrar el día de reposo. … ¿Por qué me hizo esto el Señor?’”
Whitney aceptó un trabajo en una ciudad sin muchos Santos de los Últimos Días y estaba decidida a no asistir a la Iglesia. Pero un domingo, los miembros de la presidencia de estaca se reunieron en consejo y decidieron extenderle a Whitney el llamamiento de maestra de seminario matutino. Ella aceptó de mala gana.
Su primera semana de clases fue un desastre. Pero después de sentirse fracasada e impostora, le vino a la mente un pensamiento: “Si voy a enseñarles a estos jóvenes acerca de Dios y a tener fe en Jesucristo, entonces debo determinar dónde está mi fe”.
Se esforzó más en el estudio de las Escrituras, la oración diaria y en vivir sus convenios. Mientras lo hacía, “los sentimientos del amor de Dios por ella regresaron y su amor por Dios se renovó”.
“El Señor no la abandonó”, testificó el élder Johnson. “Estos desafíos ofrecieron una oportunidad para que Whitney se refinara y se transformara, a medida que se convertía en todo lo que el Padre Celestial quería que fuera y conociera a su Redentor y Salvador”.
El élder Johnson habló en un devocional de BYU–Idaho el martes, 14 de marzo en el Centro de BYU–Idaho. Él habló sobre cómo encontrar esperanza y obtener el poder divino de la doctrina de Jesucristo.
La doctrina de Jesucristo
En un panel de discusión de BYU–Idaho (en inglés) antes del devocional, el élder Johnson animó a los asistentes a prepararse leyendo 2 Nefi 31. Este capítulo describe los cinco elementos principales de la doctrina de Jesucristo: desarrollar la fe en Cristo y Su expiación, el arrepentimiento, el bautismo, recibir el don del Espíritu Santo y perseverar hasta el fin.
“Usar el modelo de instrucción del Señor” de enseñar la verdad, extender invitaciones y prometer bendiciones, dijo el élder Johnson, “nos ayudará a aplicar Su doctrina de manera más consistente e intencional en nuestra vida y nos permitirá recibir acceso a Su expiación para que podamos ser investidos de poder celestial”.
¿Cómo se aplica la doctrina de Cristo? El élder Johnson dio tres maneras: “Llegar a ser aprendices comprometidos, recibir las ordenanzas a medida que hacemos y guardamos convenios, y ministrar al uno”.
Fe
El élder Johnson dijo que aplicar la doctrina de Cristo “comienza con tener fe en Él, creer en Él y confiar en Él”.
Un año después de ser bautizado como joven adulto, el élder Johnson fue llamado a servir en una misión. En su cuarto mes de servicio, las acusaciones sobre la historia de la Iglesia debilitaron su testimonio y comenzó a sentirse frustrado y resentido con Dios.
Su compañero expresó su amor por el élder Johnson, y esto le dio el valor para encontrar respuestas en las Escrituras. Específicamente, en Doctrina y Convenios 6:22: “Si deseas más testimonio, piensa en la noche en que me imploraste en tu corazón, a fin de saber tocante a la verdad de estas cosas”.
Este pasaje de las Escrituras, dado por revelación a Oliver Cowdery, le recordó al joven adulto élder Johnson, su propio testimonio espiritual cuando era estudiante universitario. Su fe no solo fue restaurada, sino que también se profundizó, lo que le permitió compartir el evangelio con más fervor con amigos y familiares.
A los que cuestionan su fe debido a las pruebas, el élder Johnson les dice: “Los amo. Cualquier hilo de esperanza al que se aferren, cualquier excusa que los mantenga cerca de sus convenios, les suplico: ... Resistan. Guarden sus convenios y, con el tiempo, al igual que Whitney y al igual que yo, reconocerán Su gracia divina, Su poder y Su amor”.
Arrepentimiento
La fe junto con el arrepentimiento sincero, dijo el élder Johnson, proporciona acceso al poder de Dios.
“Poder para vencer las tentaciones, poder para perdonar a los demás, poder para ver a los demás como Dios los ve y poder para vernos a nosotros mismos como Dios nos ve. Somos hijos de un amoroso Padre Celestial y poseemos atributos divinos de la Deidad”.
La capacidad de cambiar, dijo, es posible a través de Cristo. Los sacrificios del Salvador en el Huerto de Getsemaní y en la cruz del Calvario “nos permiten, si así lo elegimos, experimentar el don divino del perdón y recibir Su gracia y Su poder”.
El élder Johnson alentó a los miembros de la congregación a no tener miedo al arrepentimiento: “Si en verdad comprendiéramos los elementos del arrepentimiento, correríamos hacia él. Es maravilloso; es necesario; trae gozo. ... No permitan que Satanás les robe el gozo y el poder divino que pueden obtener de Jesús al elegir arrepentirse, elegir cambiar y elegir convertirse”.
El arrepentimiento es un proceso, dijo el Setenta Autoridad General, para llegar a ser todo lo que el Padre Celestial quiere que lleguen a ser Sus hijos.
Guardar los convenios
Los elementos del bautismo y de recibir el don del Espíritu Santo en la doctrina de Cristo “implican recibir ordenanzas y hacer y guardar convenios”, dijo el élder Johnson.
Whitney encontró la fuerza para cambiar mientras guardaba sus convenios a través de la adversidad. Ella fue “investida de su poder divino, que al principio ni siquiera reconoció que tenía”, un poder que le permitió comprender profundamente que Dios vive y la ama.
“A medida que apliquemos de manera constante e intencional la doctrina de Jesucristo en nuestra vida”, dijo el élder Johnson, “puedo prometerles que tendrán la fortaleza para vencer las tentaciones, encontrarán esperanza incluso en medio de desafíos y desilusiones, no se sentirán desalentados, y sentirán el amor de Dios en su vida y sabrán, mis amigos, que nunca, nunca están solos”.