Los miembros de la Iglesia pasaron miles de horas ayudando después de que las recientes lluvias devastaran partes de Brasil y Ecuador. Voluntarios de Manos que Ayudan, jóvenes adultos y misioneros limpiaron casas y calles, mientras que otros organizaron y entregaron alimentos y suministros.
Las donaciones de la Iglesia superaron las 40 toneladas de alimentos, ropa, colchones y más. Miembros de la Iglesia se encontraban entre las víctimas de las inundaciones. A continuación se presentan algunos informes de la ayuda brindada en los últimos meses.
Ecuador

Los alumnos del Instituto de Religión de la Iglesia en Quito, Ecuador, recolectaron alimentos y ropa para ayudar a las víctimas de las inundaciones en la ciudad. Dos sectores de la ciudad sufrieron fuertes lluvias el 31 de enero y varias calles se inundaron y viviendas y vehículos resultaron dañados.
Alrededor de 45 alumnos de Instituto participaron en el proyecto, trabajando muchas horas los días 2 y 3 de febrero. Ellos recolectaron agua embotellada, frijoles, atún enlatado, pasta, azúcar, sal, aceite y mantequilla, además de productos de higiene personal como papel higiénico y pasta de dientes, así como ropa, cobijas y velas. Luego prepararon kits para los afectados y los misioneros ayudaron a hacer las entregas el 4 de febrero.

El servicio se convirtió en una experiencia espiritual para los jóvenes que participaron.
“Esa semana de servicio fue una experiencia inolvidable; ver cómo personas sirven y ayudan sin ningún interés me ha motivado a seguir adelante y puedo decir que Instituto es un programa inspirado por Dios, que nos brinda oportunidades de aprendizaje y servicio. Esta actividad me ayudo personalmente a recordar que una vida de servicio brinda felicidad”, dijo Jonathan Canchig.
Lea más en el comunicado de la Sala de Prensa de la Iglesia en Ecuador aquí.
Petrópolis, Brasil

Sigue aumentando el número de muertos por los deslaves y las inundaciones que comenzaron el 15 de febrero en Petrópolis, en el estado de Río de Janeiro. Reuters informó el lunes, 21 de febrero, (en inglés) que 176 personas habían muerto, y más de 110 personas seguían desaparecidas. En la tarde de ayer, 25 de febrero, según el Jornal Nacional y otras fuentes periodísticas internacionales, esta cifra ya ascendía a 217 muertos, con 33 personas aún desaparecidas. Otro informe de USAID (en inglés) del día 24 de febrero, estimó que las inundaciones destruyeron viviendas y desplazaron al menos a 3000 personas. Según Deseret News (en inglés), el gobernador de Río de Janeiro informó que esta fue la peor lluvia que la ciudad había experimentado desde 1932.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, en acción conjunta con los organismos gubernamentales de Río de Janeiro, enviará más de 10 toneladas de alimentos (en portugués), cientos de colchones, cobijas y agua mineral para ayudar a las familias afectadas por las lluvias en Petrópolis. Los esfuerzos para atender las necesidades y enviar ayuda humanitaria comenzaron inmediatamente después del informe del desastre.
Los líderes locales y los miembros de la Iglesia están trabajando para brindar apoyo a las comunidades.
Church News está buscando información sobre los miembros y otras personas afectadas por esta reciente devastación. Mientras tanto, los informes en Facebook (en portugués) muestran que los miembros de la Iglesia ya se han puesto en marcha para brindar ayuda a través de los esfuerzos de Manos que Ayudan.
Los voluntarios de la Iglesia descargaron agua, alimentos, colchones, cobijas y otros artículos para dar a las víctimas de las inundaciones en la región de Petrópolis. “Todo tipo de ayuda es extremadamente bienvenida en este momento en que la región está tan necesitada”, decía la publicación de Facebook.
Bahía, Brasil
A finales de diciembre de 2021, fuertes lluvias afectaron a miles de personas en el sur de Bahía y en regiones de Minas Gerais, Goiânia, São Paulo y otras localidades. Los voluntarios de Manos que Ayudan limpiaron viviendas, negocios, calles y espacios públicos inundados. Se enviaron un total de 3350 canastas de alimentos a los municipios de Itabuna, Ilhéus y Jequié.
Los miembros locales se unieron para distribuir sopas, almuerzos, ropa, cobijas y colchones a las personas sin hogar. Las escuelas y capillas se convirtieron en centros de apoyo, produciendo en promedio aproximadamente 1500 comidas diarias.
Mailla Sepúlveda Pizarro, miembro de la Iglesia en la región y voluntaria de Manos que Ayudan, expresó su gratitud por tener los medios para ayudar, incluso en medio de la tragedia.

“Al ver de cerca la difícil situación de las personas que lo perdieron todo en la inundación, sentí tanta compasión por ellos que mi comprensión de cuánto nos ama el Padre Celestial, nos escucha y responde nuestras oraciones ha aumentado enormemente”, dijo ella. “No podemos afirmar que amamos a Dios y que nos esforzamos por ser como su Hijo Jesucristo si perdemos oportunidades de servir a los demás. Necesitamos ser instrumentos en las manos del Padre”.
Sheila Lemos, alcaldesa de Vitória da Conquista en el estado de Bahía, visitó a los voluntarios de Manos que Ayudan para ver de cerca su trabajo. Ella agradeció personalmente a los más de 300 voluntarios y más tarde escribió en Instagram (en portugués): “Están trabajando día y noche, incluso los días festivos, para garantizar que estas donaciones lleguen a quienes más las necesitan. A ustedes, nuestra eterna gratitud”.
El liderazgo de la Iglesia local y los voluntarios de Manos que Ayudan continúan ayudando a las comunidades y las víctimas.
Lea más sobre esto en la Sala de Prensa de la Iglesia en Brasil (en portugués).
