La Iglesia está organizando un envío de carga aérea de materiales esenciales para enviarlo a Tonga tan pronto como las condiciones del aeropuerto de Tonga lo permitan, informó la Sala de Prensa de le Iglesia en el Pacífico (en inglés) el 19 de enero.
Los informes de daños infligidos en la nación insular del Pacífico comenzaron a llegar varios días después de que una erupción volcánica en alta mar desencadenara un tsunami el sábado, 15 de enero.
El envío de la Iglesia ayudará a proporcionar agua potable, mascarillas para protegerse de la inhalación de cenizas volcánicas y teléfonos satelitales para ayudar a los líderes de la Iglesia y a los funcionarios gubernamentales a ampliar la comunicación.
“Con nuestra fe y oraciones combinadas, resolveremos este problema y disfrutaremos de un futuro brillante”, dijo el élder Ian S. Ardern, presidente del Área Pacífico. “Seguiremos avanzando hacia adelante”.
Las primeras evaluaciones de ayuda por parte de los líderes de la Iglesia y otras entidades se han visto obstaculizadas por las líneas de comunicación dañadas. El gobierno de Tonga dijo el martes por la noche (en inglés) — después de días de silencio debido a la interrupción de las comunicaciones — que la erupción, las inundaciones y las nubes de ceniza que siguieron han creado un “desastre sin precedentes”.
El comunicado informó de tres fallecimientos por el tsunami, decenas de casas dañadas, suministros de agua contaminados por las cenizas volcánicas y vuelos y transporte marítimo interrumpidos por los puertos y pistas dañados o cubiertos de cenizas.
Un representante de la ONU para la región le dijo a la BBC que, si bien la limpieza de las cenizas (en inglés) había resultado más difícil de lo esperado, se esperaba que los vuelos se reanudaran pronto.
El élder Inoke Kupu, Setenta de Área local, dijo a la Sala de Prensa de la Iglesia en el Pacífico, “Solo hay un color en Tonga en este momento, y ese es un polvo oscuro”.
Hasta el 19 de enero, todos los misioneros y miembros en la isla principal de Tonga, Tongatapu, han sido contabilizados, pero continúan llegando informes de las islas exteriores donde aún no se ha restablecido la comunicación.
Ningún edificio Santo de los Últimos Días ha sufrido daños estructurales, aunque requerirán una limpieza exhaustiva por las cenizas que han cubierto las islas, incluida la capital, Nuku’alofa.
La Sala de Prensa del Pacífico informó el 18 de enero que el presidente de la Misión de la Isla Exterior de Tonga, Sitiveni Fehoko, viajaría en un buque de la marina para ver a los misioneros. Hasta el momento, se ha confirmado que todos los contactados están a salvo, pero todavía hay algunas islas a las que no se ha llegado.
Los líderes Santos de los Últimos Días de Tonga continúan evaluando las necesidades individuales y familiares y organizando alojamiento, comida, agua y otro tipo de apoyo.
El campus de la escuela preparatoria Liahona, propiedad de la Iglesia, así como varios centros de reuniones Santos de los Últimos Días y el sitio de campamento de la Iglesia han servido como refugio para cientos de personas.
Los misioneros en Tongatapu participan en los esfuerzos de limpieza.
El domingo, 23 de enero, los servicios de la Iglesia se realizarán en el hogar y se invitará a los Santos de los Últimos Días a ayunar y orar, para dar gracias por las muchas vidas que se han preservado y para suplicar que se regrese a la normalidad.
La dramática erupción del volcán el sábado, 15 de enero, envió columnas de gas y cenizas que se expandieron como un hongo a miles de pies en la atmósfera, con un estampido sónico que se escuchó en lugares tan lejanos como Alaska, según The Associated Press (en inglés).
Un tsunami de 1.2 metros se estrelló contra la capital de Tonga, Nuku’alofa, y envió a la gente a las tierras más altas, informó el New York Times (en inglés).
Debido a la interrupción en los servicios de comunicación, muchos familiares y amigos de todo el mundo se quedaron ansiosos tratando de ponerse en contacto con sus seres queridos.
En una declaración del domingo 16 de enero (lunes 17 de enero en el Pacífico), el élder Ian S. Ardern, presidente del Área Pacífico, dijo: “Estamos orando fervientemente por nuestros hermanos y hermanas en Tonga, y por sus seres queridos en todo el mundo que esperan noticias. Estamos trabajando con el gobierno y otros funcionarios de la región para identificar las necesidades urgentes y cómo podemos apoyar los esfuerzos para aliviar el sufrimiento y ayudar a las comunidades a recuperarse después de este desastre. Es en momentos como estos que estamos agradecidos por la generosidad de los miembros de la Iglesia que donan al fondo humanitario de la Iglesia, porque habrá necesidad de asistencia temporal en Tonga”.
La Iglesia tiene aproximadamente 60 000 miembros en 174 congregaciones en Tonga. Un templo está ubicado en Nuku’alofa con un segundo templo en construcción en la isla de Vava’u.