Los líderes de la Iglesia están coordinando la distribución de suministros de emergencia y han abierto centros de reuniones como refugios después del terremoto de magnitud 7,2 en Haití.
El terremoto ocurrió el 14 de agosto y más de 2.200 personas murieron, más de 12.000 resultaron heridas y más de 130.000 viviendas destruidas, afectando a unas 800.000 personas, según informes de prensa.
Una de las áreas más afectadas es el área de Les Cayes, donde los líderes, miembros y voluntarios de la Iglesia han estado brindando ayuda emocional y espiritual, según información de la Sala de Prensa del Caribe publicada el 21 de agosto.
Se han distribuido dos camiones cargados de artículos de emergencia a las personas en las áreas más afectadas, que incluyen alimentos, agua, estuches de higiene, artículos para recién nacidos, linternas, carpas, lonas y cascos protectores.
Los centros de reuniones de Gabions y Quatre Chemins en Les Cayes se están utilizando como refugios.
“El centro de reuniones de la Iglesia en Gabions, Les Cayes, se está utilizando como refugio, y asiste a un total de 159 personas, de las cuales 109 son de comunidades cercanas y 50 son Santos de los Últimos Días. Además, nuestro edificio en Quatre Chemins tiene el mismo propósito y estamos evaluando las necesidades allí. Muchas casas han sufrido daños importantes debido al terremoto y estamos felices de servir como lo haría Jesucristo mismo”, dijo Mackenson Nöel, director de bienestar de la Iglesia en Haití.
Trabajando bajo la dirección de la presidencia del Área del Caribe, dijo que los miembros han estado haciendo todo lo posible para ayudar a los necesitados.
La Iglesia también está brindando apoyo al Hospital de la Inmaculada Concepción en Les Cayes, que está asistiendo a unas 4.000 personas.
“Sabemos que todo lo relacionado con este terremoto ha sido difícil, pero agradecemos a Dios que somos bendecidos por el buen corazón de los Santos de los Últimos Días y otras personas de todo el mundo que contribuyen con fondos sagrados para hacer posible esta ayuda en estos tiempos difíciles”, dijo el élder Hubermann Bien-Aimé, Setenta de Área, quien coordina los esfuerzos del comité de emergencia.