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Primera Presidencia anuncia reanudación de algunas reuniones y actividades a medida que el mundo continúa respondiendo al COVID-19

En una carta fechada el 19 de mayo, la Primera Presidencia delineó planes para reanudar algunas reuniones y actividades de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de forma limitada utilizando “un enfoque cuidadoso y escalonado”. Crédito: Intellectual Reserve, Inc.
En una carta fechada el 19 de mayo, la Primera Presidencia delineó planes para reanudar algunas reuniones y actividades de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de forma limitada utilizando “un enfoque cuidadoso y escalonado”. Esto in Crédito: Intellectual Reserve, Inc.
En una carta fechada el 19 de mayo, la Primera Presidencia delineó planes para reanudar algunas reuniones y actividades de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de forma limitada utilizando “un enfoque cuidadoso y escalonado”. Crédito: Intellectual Reserve, Inc.
En una carta fechada el 19 de mayo, la Primera Presidencia delineó planes para reanudar algunas reuniones y actividades de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de forma limitada utilizando “un enfoque cuidadoso y escalonado”. Esto in Crédito: Intellectual Reserve, Inc.

En una movida que ciertamente evocará gozo en los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en todo el mundo, la Primera Presidencia autorizó el martes la reanudación de “algunas reuniones y actividades de la Iglesia”.

En una carta dirigida a los santos de los últimos días, se delinearon planes que permiten “reanudar algunas reuniones y actividades de forma limitada utilizando un enfoque cuidadoso y escalonado”.

La carta del 19 de mayo está firmada por la Primera Presidencia — el presidente Russell M. Nelson, el presidente Dallin H. Oaks y el presidente Henry B. Eyring.

Hace casi 10 semanas, el 12 de marzo, la Primera Presidencia y el Cuórum de los Doce Apóstoles anunciaron que todas las reuniones públicas de la Iglesia en todo el mundo estaban suspendidas temporalmente debido a la pandemia del COVID-19. Desde ese momento, los miembros de la Iglesia han limitado su adoración dominical a los hogares. Otras reuniones públicas se han cancelado.

La carta del martes señala que las presidencias de área trabajarán con los miembros del Cuórum de los Doce Apóstoles y de la presidencia de los setenta asignados a sus áreas para decidir cuándo y dónde podrán comenzar las reuniones en sus respectivas áreas.

Con precaución y acatando las regulaciones locales, las presidencias de área informarán luego a los líderes de estaca y barrio cuándo permitir las reuniones públicas de la Iglesia en sus respectivas unidades utilizando un sistema gradual de “fases” descrito en un anexo incluido en la carta del martes.

Las presidencias de área podrán hacer ajustes en el proceso de reanudar las reuniones y actividades de la Iglesia con seguridad según lo requieran las condiciones. Por su parte, cada presidente de estaca determinará el momento específico para reanudar las reuniones y actividades de barrio y estaca, actuando dentro de las pautas brindadas por su presidencia de área y en consejo con los obispos.

“Estamos agradecidos por la fe de nuestros miembros al adorar en sus hogares”, declaró la Primera Presidencia en la carta, “y estamos agradecidos por las bendiciones que vendrán al reunirnos para adorar y tener actividades”.

Guía para un regreso seguro

El anexo adjunto a la carta de la Primera Presidencia incluía instrucciones detalladas sobre la forma en que los miembros reanudarán de forma incremental las reuniones y actividades de la Iglesia.

Las pautas enfatizan que las autoridades generales están autorizando un regreso escalonado de las reuniones y actividades cuando esto vaya de acuerdo con las regulaciones cívicas locales y bajo el liderazgo de las presidencias de área: “Cuando se otorgue dicho permiso en su ubicación, por favor, procedan de una forma cautelosa, cuidadosamente planeada y coordinada, con base en las regulaciones gubernamentales locales”.

El anexo incluye varios otros principios administrativos y pautas para los líderes locales del sacerdocio:

  • Tengan mucha cautela a fin de proteger la salud y la seguridad de los miembros. Presten atención particular a los miembros que por razones de salud o edad son considerados alto riesgo de contagio.
  • Aconsejen a las personas que no deben asistir a las reuniones si no se sienten bien, se les ha pedido que se aíslen o exhiben alguno de los siguientes síntomas: fiebre, tos, dificultad para respirar, dolor de cabeza, goteo nasal o dolor de garganta.
  • Sigan el distanciamiento social, el lavado de manos y otras prácticas de prevención del virus.
  • Acaten las regulaciones gubernamentales en cada ubicación con respecto a las reuniones públicas, incluidos el tamaño, la frecuencia y la duración de la reunión.
  • Regresen lentamente a las prácticas regulares de reuniones en persona, dando prioridad a las reuniones en las que se efectúan ordenanzas, tales como los bautismos y las reuniones sacramentales. Continúen utilizando la tecnología para funcionar de forma remota, cuando sea apropiado.

Un regreso incremental y seguro a la adoración pública y las actividades sociales

El anexo también detalla el “enfoque escalonado” a ser implementado por las presidencias de área, quienes informarán a los líderes de estaca y barrio cuándo funcionar bajo la fase 1 o la fase 2 y cuándo regresar a las prácticas habituales.

La fase 1 para reuniones dominicales contará con reuniones acortadas en el centro de reuniones con hasta 99 personas, siguiendo las regulaciones gubernamentales locales.

Mientras tanto, todas las demás reuniones y actividades — incluidos los funerales y las bodas — contarán con reuniones acortadas, también siguiendo las regulaciones gubernamentales locales, o podrán llevarse a cabo de forma remota por medio de la tecnología. 

En una carta fechada el 19 de mayo, la Primera Presidencia delineó planes para reanudar algunas reuniones y actividades de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de forma limitada utilizando “un enfoque cuidadoso y escalonado”.
En una carta fechada el 19 de mayo, la Primera Presidencia delineó planes para reanudar algunas reuniones y actividades de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de forma limitada utilizando “un enfoque cuidadoso y escalonado”. | Crédito: Intellectual Reserve, Inc.

La fase 2 para reuniones dominicales contará con reuniones en el centro de reuniones con 100 personas o más, siguiendo las regulaciones gubernamentales locales. Todas las demás reuniones — incluidos los funerales y las bodas — podrán llevarse a cabo siguiendo las regulaciones gubernamentales locales.

Las indicaciones adicionales en el anexo incluyen instrucciones para las reuniones con respecto a los siguientes puntos:

El distanciamiento social: Consideren formas de mantener una distancia apropiada durante las reuniones y clases y al entrar y salir de la capilla y los salones.

Las personas que vivan juntas podrán sentarse juntas, pero los demás deben sentarse manteniendo una distancia apropiada. Se recomienda que los coros se suspendan temporalmente.

Cuando más miembros deseen asistir: Cuando más miembros de lo permitido por las regulaciones deseen asistir, los líderes podrán llevar a cabo varias reuniones durante el día o invitar a los miembros a asistir en semanas alternadas.

Varias unidades en un centro de reuniones: Cuando más de un barrio o rama funcione en un centro de reuniones, los presidentes de estaca deberían ajustar temporalmente los horarios de las reuniones para evitar la superposición.

Las áreas con barrios grandes: Puede que los barrios con gran asistencia a las reuniones necesiten esperar para comenzar a tener reuniones en la fase 2.

Puede que estos barrios también necesiten semanas alternadas para asistir a fin de acomodar a todos los miembros.

Los domingos en que los miembros no estén participando en el centro de reuniones, pueden tener servicios de adoración en su hogar y, cuando el obispo lo autorice, un poseedor digno del sacerdocio puede administrar la Santa Cena en el hogar.

La Primaria: Durante las fases 1 y 2, los líderes pueden determinar si tendrán guardería y algunas clases de la Primaria para los más pequeños. También pueden determinar si llevarán a cabo o no el tiempo para cantar tanto como las clases.

Los procedimientos sanitarios: Los líderes deberían asegurarse de que los edificios estén profundamente limpios luego de cada conjunto de reuniones, en especial las áreas que se tocan, como los pomos de las puertas, interruptores de luz, bebederos, micrófonos y púlpitos. 

Los barrios podrán colocar carteles en los baños como recordatorio del lavado de manos. Donde esté disponible, se debe brindar desinfectante para manos en los vestíbulos de los centros de reuniones. 

De acuerdo con las regulaciones gubernamentales locales, se puede alentar a los miembros a utilizar mascarillas. Los barrios pueden considerar discontinuar el reparto de agendas impresas hasta que las condiciones vuelvan a la normalidad.

Las bendiciones de niños: El obispo podrá autorizar que se efectúen las bendiciones ya sea en el hogar de la familia o en el centro de reuniones.

Los bautismos y confirmaciones: El bautismo y la confirmación requieren aprobación de los líderes del sacerdocio que posean las llaves apropiadas.

Los servicios bautismales se podrán llevar a cabo con hasta cuatro personas, o más, donde esté permitido. Otras personas pueden ver el bautismo de forma remota utilizando la tecnología.

Hasta que las reuniones sacramentales regresen a la normalidad, los conversos podrán ser confirmados inmediatamente luego de su bautismo en lugar de hacerlo en una reunión sacramental. 

El Sacerdocio Aarónico también podrá conferirse a los varones de la edad apropiada inmediatamente después de su bautismo y confirmación, bajo la dirección del obispo.

La administración de la Santa Cena:

El anexo también brinda guía respecto de la preparación y el reparto de la Santa Cena para ayudar a mantener a los miembros sanos y salvos:

  • Los poseedores del sacerdocio que no se sientan bien deberán permanecer en casa.
  • Donde estén disponibles, los poseedores del sacerdocio podrían usar mascarillas al preparar, bendecir y repartir la Santa Cena.
  • Antes de preparar, bendecir o repartir la Santa Cena, los poseedores del sacerdocio deben lavarse muy bien las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos. Si no está disponible el lavado de manos, deben usar un desinfectante para manos a base de alcohol. Luego, deben evitar dar apretones de mano o tocarse los ojos, nariz o boca antes de preparar, bendecir o repartir la Santa Cena.
  • Todos deben cubrirse con un pañuelo descartable al toser o estornudar. Luego deben desechar el pañuelo y lavarse o desinfectarse las manos. Las superficies de las bandejas sacramentales, incluidas las asas, deben limpiarse y desinfectarse con frecuencia.
En una carta fechada el 19 de mayo, la Primera Presidencia delineó planes para reanudar algunas reuniones y actividades de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de forma limitada utilizando “un enfoque cuidadoso y escalonado”. Esto incluye la administración de la Santa Cena.
En una carta fechada el 19 de mayo, la Primera Presidencia delineó planes para reanudar algunas reuniones y actividades de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de forma limitada utilizando “un enfoque cuidadoso y escalonado”. Esto incluye la administración de la Santa Cena. | Crédito: Intellectual Reserve, Inc.

La administración de la Santa Cena en los hogares: Puede que algunos miembros no puedan reunirse durante un tiempo y deberían ser ministrados individualmente. 

Donde sea necesario, los obispos podrán seguir autorizando a los poseedores dignos del sacerdocio para que preparen y administren la Santa Cena en el hogar. Si no hay poseedores dignos del sacerdocio en el hogar, el obispo puede autorizar a otros poseedores dignos del sacerdocio del barrio a preparar y administrar la Santa Cena en los hogares de los miembros que lo soliciten.

La administración de la Santa Cena en los centros de reuniones:  Los obispos pueden considerar hacer ajustes en el reparto de la Santa Cena.

Por ejemplo, podrían pedir a los miembros que se sienten con un banco vacío de por medio o podrían separar las sillas a fin de que los poseedores del sacerdocio puedan ofrecer las bandejas a todos los miembros de modo individual, en lugar de que las personas pasen la bandeja a lo largo de la fila.

El anexo también incluía una exhaustiva explicación sobre “Principios administrativos en tiempos difíciles”, de una carta de la Primera Presidencia fechada el 16 de abril. En ella se incluyen indicaciones para las ordenanzas esenciales, las bendiciones y otras funciones a fin de guiar a los líderes a lo largo de la crisis actual.

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