El viernes por la tarde, la Primera Presidencia y el Cuórum de los Doce Apóstoles anunciaron que es probable que un número considerable de misioneros de tiempo completo que sirven en países extranjeros tenga que volver a sus países de origen y que, además, los centros de capacitación misional de todo el mundo no recibirán nuevos misioneros.
Los líderes de más antigüedad de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, en una carta fechada el 20 de marzo, detallaron estos y otros ajustes en el servicio misional debido a las constantes preocupaciones mundiales por la salud.
Los misioneros que vuelvan a sus países pasarán por un período de auto aislamiento de dos semanas. Podrían ser reasignados a servir dentro de su país y, para los misioneros que regresen a los Estados Unidos o sirvan en dicho país, el período de servicio podría tener un reajuste.
“Nos tomamos muy en serio la salud y seguridad de nuestros misioneros y de aquellos a quienes enseñan”, declaraba la carta. “Los avisos y restricciones de viajes que están ocurriendo en todo el mundo presentan significantes desafíos logísticos y de otros tipos”.
La Primera Presidencia y el Cuórum de los Doce Apóstoles describieron los siguientes ajustes temporales:
- “Durante las próximas semanas, con base en las condiciones mundiales, una gran cantidad de misioneros tendrá que volver a sus países de origen para continuar su servicio. Esto se hará de forma sistemática según la urgencia de las restricciones de viajes, el nivel de preocupación por el COVID-19 y otras consideraciones.
- “Los misioneros que regresen pasarán por un período de auto aislamiento de 14 días y luego podrán ser reasignados a servir dentro de sus propios países, según las condiciones locales.
- “El período de servicio para los misioneros que regresen a los Estados Unidos o estén sirviendo en dicho país probablemente se verá reducido para acomodar al gran número de misioneros que regresarán de todo el mundo.
- “Los centros de capacitación misional de todo el mundo no recibirán nuevos misioneros. La capacitación del CCM para los misioneros se llevará a cabo por medio de la tecnología y los misioneros serán enviados a sus misiones asignadas tan pronto como sea posible”.
Puede que sea necesario hacer más ajustes a medida que los líderes de la Iglesia continúen evaluando las condiciones cambiantes.
“Amamos a nuestros misioneros y sus familias y oramos por ellos”, concluyeron los líderes en la carta. “Estamos agradecidos por las continuas oraciones y el apoyo de los padres, seres queridos y miembros de la Iglesia a medida que hacemos todos los esfuerzos por ayudarlos a permanecer sanos y salvos en estos tiempos difíciles”.
Ajustes hechos el 11 de marzo
En una carta anterior, del 11 de marzo, la Primera Presidencia y el Cuórum de los Doce Apóstoles anunciaron que los misioneros que tuvieran programado ingresar a los Centros de Capacitación Misional de Provo, Utah o Preston, Inglaterra, serían capacitados de forma remota por medio de videoconferencias.
En esa carta, los líderes de más antigüedad de la Iglesia escribieron que “el programa temporal de capacitación virtual ayudará a preparar a los misioneros para el campo misional y a la vez minimizar los riesgos relacionados con la transmisión de la enfermedad.
“Cada misionero recibirá información específica con respecto a la duración de la capacitación, los horarios y otros detalles logísticos a medida que se acerque su fecha de comienzo. Una vez que los misioneros completen su entrenamiento en línea, viajarán directamente a sus misiones asignadas”.
Además, escribieron: “Amamos a nuestros misioneros y a sus familias y estamos agradecidos por su disposición de servir al Señor. Esperamos que aprovechen esta experiencia única de capacitación a fin de prepararse para un período maravilloso de servicio cristiano”.
Ajustes hechos el 16 de marzo
En un comunicado del 16 de marzo los líderes de la Iglesia anunciaron que los jóvenes élderes misioneros que sirven actualmente en misiones dentro de los Estados Unidos y Canadá — los cuales completarían su misión el 1 de septiembre de 2020 o antes — podrán ser relevados luego de haber servido durante 21 meses. La longitud del servicio de las hermanas que sirvan en los Estados Unidos y Canadá no se verá impactada por estos ajustes.
Además, los misioneros jóvenes con problemas de salud y los misioneros mayores podrán ser relevados de su servicio y algunos misioneros podrán ser reasignados temporalmente a otras misiones.
Los jóvenes misioneros que necesiten trabajar principalmente desde sus apartamentos “continuarán enseñando por medio de la tecnología, estudiando las escrituras y ‘Predicad Mi Evangelio’, aprendiendo el idioma, haciendo historia familiar, sirviendo a la comunidad en línea y realizando otras actividades como lo identifique el presidente de misión”, según la declaración.
Los líderes de la Iglesia también hicieron notar que “se alienta a los misioneros a mantener contacto frecuente con sus familias y aprovechar las oportunidades de salir de sus apartamentos para tener momentos de ejercicio y respirar aire fresco, a la vez que observan pautas sabias sobre el contacto personal”.
Ajustes hechos el 17 de marzo
Al día siguiente, los líderes de la Iglesia anunciaron que los misioneros no nativos que estuvieran sirviendo en las Filipinas regresarían a sus países de residencia.
La carta del 17 de marzo declaraba: “A raíz de una nueva directriz del gobierno de las Filipinas acerca de los viajes y debido a una interrupción general de su capacidad de llevar a cabo su servicio, todos los misioneros que no sean nativos de las Filipinas serán trasladados del país.
“Estos misioneros regresarán a sus países de origen para servir en nuevas asignaciones temporales. Comenzarán sus nuevas asignaciones luego de pasar por un período de auto aislamiento de 14 días en sus hogares, por precaución”.
La evacuación de los misioneros de la nación de las Islas del Pacífico — hogar de cientos de miles de miembros de la Iglesia — aparentemente se estaba llevando a cabo en cumplimiento de una proclamación presidencial de las Filipinas hecha el lunes, 16 de marzo, que indicaba que los misioneros extranjeros debían irse del país de inmediato.
El élder Brent H. Nielson, setenta autoridad general y director ejecutivo del Departamento Misional, quien también sirvió con anterioridad como presidente del Área Filipinas, dijo: “Nos sentimos desilusionados de que se estén cerrando las fronteras en todo el mundo y nuestros misioneros tengan tan poco margen para volver a sus hogares”.
La buena noticia, añadió, es que, en las Filipinas, más del 50 % de la fuerza misional son filipinos y “no perderán el ritmo”.
“Están bien capacitados, conocen el idioma y seguirán haciendo la obra”, dijo. “Una vez que esto pase, esperamos tener grandes oportunidades para la obra misional en todo el mundo”.
Ajustes hechos el 18 de marzo
En respuesta a las restricciones de viaje impuestas por varios gobiernos africanos, la Iglesia anunció que los misioneros que sirven actualmente en 26 de las 34 misiones de África, quienes no sean nativos a esas regiones, serán trasladados temporalmente.
El comunicado de los líderes de la Iglesia del 18 de marzo decía que los misioneros que no sean de África regresarán a sus casas para auto aislarse por 14 días antes de recibir una nueva asignación temporal en sus países de origen según lo dicten la necesidad y capacidad.
Los misioneros que sean originarios de África viajarán directamente a sus nuevas asignaciones en sus países de origen. Cualquier misionero que no pueda viajar a su casa debido a las restricciones de viaje, continuarán sirviendo en su misión actual.
Los misioneros no nativos que sirvan en la Misión Micronesia Guam — en las islas fuera de Guam — también volverán a sus países de origen, anunció la Iglesia.