Solo unas cuadras al oeste de las oficinas de la Iglesia, entre el LDS Business College y el Centro de BYU de Salt Lake, se encuentra la nueva sede de BYU-Pathway Global.
Si miramos hacia las oficinas, ubicadas en el quinto piso de uno de los edificios del complejo Triad, podríamos tener la impresión de que es un equipo pequeño de menos de 100 empleados que apenas comienza.
Pero los números nos dicen otra cosa.
En 2018, BYU-Pathway Global prestará sus servicios a más de 40 000 estudiantes con solo 100 empleados, dijo Clark G. Gilbert, el presidente de BYU-Pathway Global. “Eso no tiene sentido hasta que descubres que [incluye] alrededor de 2500 misioneros, 1600 instructores de BYU-Idaho, 300 gerentes [de servicios de autosuficiencia] a lo largo de todo el mundo y 500 institutos”.
La organización de BYU-Pathway Global, que se anunció en febrero de 2017, presta servicio a más de 40 000 estudiantes que residen en varios países en todo el mundo — eso es más que el cuerpo estudiantil del campus de cualquiera de los otros colegios de la Iglesia.
Aunque el equipo en el centro de Salt Lake City luzca modesto, lo que sucede dentro de esas paredes — así como en los hogares y edificios de instituto en todo el mundo — está lejos de ser una tarea simple.
De acuerdo con la declaración de su misión, que cuelga en la pared del vestíbulo de la nueva sede, BYU-Pathway Global ayuda “a desarrollar discípulos de Jesucristo que sean líderes en sus hogares, en la Iglesia y en sus comunidades”.
“En búsqueda de otra oportunidad”
Aunque la creación de BYU-Pathway Global se anunció originalmente el 7 de febrero de 2017, una parte del programa de Pathway existe desde 2009.
Aunque comenzó como un pequeño programa piloto diseñado para brindar oportunidades de educación universitaria a aquellos que de otro modo no las tendrían, el programa de Pathway, establecido en BYU-Idaho, ha crecido hasta llegar a ser un gran cuerpo estudiantil en menos de una década.
“La educación para los miembros de la Iglesia está inextricablemente conectada a nuestra fe”, dijo el Presidente Gilbert. “Es parte de quienes somos como pueblo”.
Superficialmente, la creación de BYU-Pathway Global puede parecer una formalidad legal que separa a la entidad de BYU-Idaho, pero el cambio ha tenido grandes implicaciones para los miembros de la Iglesia.
El crecimiento continuo durante los pocos años que Pathway ha estado disponible muestra el interés y la necesidad de educación superior que existe entre los miembros de la Iglesia en todo el mundo.
A diferencia de muchas instituciones superiores de aprendizaje en donde se requieren un alto costo, un proceso de selección intenso y una lista de requisitos previos, BYU-Pathway Global ofrece una experiencia diferente.
“Existen todas estas escuelas que se han enfocado en el mercado estudiantil tradicional”, dijo el Presidente Gilbert. “BYU-Pathway Global se creó para aquellos estudiantes que no creían que pudieran comenzar la universidad, que comenzaron pero la dejaron, o que perdieron oportunidades y están buscando otra. Seguiremos creciendo, en especial internacionalmente, pero incluso en lo doméstico. Las personas se olvidan de que el 60 % de los estadounidenses miembros de la Iglesia no tienen una licenciatura”.
En muchas áreas de la Iglesia, los estudiantes de Pathway representan un número equivalente al de un colegio comunitario local.
Pero el Presidente Gilbert señaló que los estudios hechos con alumnos de Pathway muestran que el 70 % de ellos no eligen entre BYU-Pathway Global y otra opción; eligen entre BYU-Pathway Global o nada.
“En su mayoría, los alumnos dicen “BYU-Pathway me dio la oportunidad que pensé que nunca tendría”“, dijo el Presidente Gilbert.
El enfoque “certificado primero”
Ha pasado casi un año desde que Clark G. Gilbert se convirtió en el primer presidente de BYU-Pathway Global el 16 de noviembre de 2017.
El construir sobre lo que se había establecido en la última década ha brindado oportunidades de crecimiento, desarrollo y reflexión. Uno de los enfoques principales del año pasado, dijo el Presidente Gilbert, fue priorizar cuáles cursos ofrece la organización.
“No hacemos todo, pero lo que hacemos, lo hacemos bien y para todos”, dijo el Presidente Gilbert. “Lo que hacemos tiene que funcionar en cualquier parte donde esté la Iglesia”.
El primer plan de estudios — PathwayConnect — se compone de reuniones cara a cara junto con aprendizaje y enseñanzas religiosas en línea. Además, es una opción de educación de bajo costo con pocos requisitos para inscribirse. PathwayConnect es un plan de estudios de tres cursos acompañado de reuniones cada jueves por la noche con facilitadores y grupos locales.
Luego de completar PathwayConnect, los estudiantes pueden continuar su educación con cursos en línea que se ofrecen a través de BUYU-Idaho.
Pero en lugar de ofrecer un título en cada materia, los administradores y educadores de BYU-Pathway Global han evaluado de cerca los programas y han deliberado sobre qué títulos se ofrecen.
Para lograr esto, se creó el enfoque denominado “certificado primero”.
De acuerdo con los materiales de BYU-Pathway Global, “estos certificados le permitirán construir una experiencia de grado más personalizada”. En otras palabras, en lugar de solo obtener un título genérico de negocios, los estudiantes de BYU-Pathway ahora pueden obtener sus títulos a la vez que se especializan en una serie de certificados con más salida laboral.
Un enfoque de “certificado primero” permite que los estudiantes elijan de entre varias opciones del curso para obtener certificados que los califiquen para un grado de asociado (técnico) y, si continúan, una licenciatura.
En lugar de simplemente enfocarse en el resultado final de una licenciatura como en las universidades tradicionales, los estudiantes pueden obtener certificados a lo largo del camino, que los ayudan a enfocarse en habilidades específicas. Esto les permite obtener mejores empleos, a menudo antes de que siquiera obtengan el título. En la misma cantidad de tiempo y por el mismo costo, un estudiante puede completar varios certificados, un grado de asociado y una licenciatura.
A partir de abril de 2019, los estudiantes tendrán la opción de elegir de entre 28 certificados en las categorías de negocios, tecnología, estudios matrimoniales y familiares, investigación de historia familiar, y estudios profesionales.
“Una vez que obtienen un certificado, suceden dos cosas”, dijo el Presidente Gilbert. “Una es que alcanzan un sentido de realización, y la otra es que el 70 % de nuestros estudiantes que obtienen un certificado, inmediatamente consiguen un mejor trabajo. Han escuchado que la educación trae recompensas, pero ahora lo saben por sí mismos”.
La combinación de ciertos certificados requeridos califica a un estudiante para un grado de asociado en una de las siguientes cinco categorías: gestión aplicada, tecnología aplicada, estudios matrimoniales y familiares, investigación de historia familiar o estudios profesionales.
A medida que los alumnos avanzan, pueden obtener más certificados que completan su licenciatura en una de las siguientes cuatro categorías: gestión aplicada, tecnología aplicada, estudios matrimoniales y familiares y estudios profesionales.
“Lo que estamos descubriendo es que, debido a que tenemos un enfoque de “certificado primero” pero a la vez promovemos la licenciatura, el plan de estudios modular significa que una vez que obtienen un certificado, el porcentaje de personas que continúan salta de 65 % a 86 %”, dijo el Presidente Gilbert.
“Alguien que los alienta”
Además de la creación de un plan de estudios modular, con un enfoque de “certificado primero”, otro cambio importante anunciado el año pasado fue la incorporación de un mentor para cada estudiante inscripto en Pathway.
“Hemos hecho un montón de investigación sobre universidades en línea y parece que hay una gran cantidad de datos para respaldar la afirmación de que cuando eres un estudiante en línea y no tienes un campus ni vives en una residencia universitaria, tener alguien con quien puedas conectar y que te entienda, que sea empático con los desafíos que estás pasando ... puede tener un impacto realmente positivo en tu experiencia”, dijo el Presidente Gilbert.
Steven K. Thomas, que supervisa las mentorías de BYU-Pathway Global, ha estudiado de forma extensa la importancia de añadir una mentoría a la educación, pero lo más importante es que lo sabe por experiencia propia.
Al mirar atrás a su época de maestro de secundaria por tres años en un área de jóvenes en situaciones de riesgo, así como a su propia experiencia como un estudiante universitario abrumado, reconoce el impacto que un mentor puede tener en un estudiante.
“Queremos que nuestros alumnos sepan que no están solos y que tienen alguien que los alienta y quiere que tengan éxito”, dijo Thomas. “Nuestra meta número uno es mantenerlos en el programa”.
En reconocimiento de que no todos los estudiantes necesitan el mismo tipo de mentoría, Thomas dijo que han estado tratando de descubrir el “tratamiento adecuado” para cada estudiante de manera individual. También han intentado ser efectivos respecto de cuándo se producen los contactos, asegurándose de que los mentores se comuniquen con los alumnos en momentos cruciales del semestre o programa.
“Miramos las necesidades de cada estudiante e intentamos prevenir que diferentes aspectos de su vida puedan interponerse en su camino al éxito”, dijo Thomas. “Para algunos, un mentor que les mande un correo electrónico una o dos veces durante el semestre puede ser lo que necesitan. Para otros, la necesidad puede ser recibir una llamada telefónica una vez a la semana o un mensaje de texto semana por medio. Intentamos atender a los estudiantes al saber cómo reciben la orientación de sus mentores de una manera en que puedan sentirse cómodos y apoyados.
Unificar un campus mundial
Aunque no existe un campus para reunir a los más de 40 000 estudiantes de Pathway que viven en varios países en todo el mundo, el Presidente Gilbert a encontrado otras maneras para unir a su cuerpo estudiantil.
“Lanzamos el primer devocional mundial”, dijo él. “Fue poderoso hablar en un devocional mundial que se vio en cada ubicación en toda la Iglesia.
Aunque solo fue un mensaje corto de menos de 10 minutos, el primer devocional se vio cerca de 40 000 veces.
“Cuando era presidente de BYU-Idaho, y como estudiante en BYU, siempre sentí que una de las cosas poderosas de que [hubiera devocionales donde] las Autoridades Generales hablen a los estudiantes, es que te hablan de manera personal”, dijo el Presidente Gilbert. “Ahora no nos reunimos en un auditorio para escuchar, ... pero podemos escuchar a un líder hablar directamente a los estudiantes. No es solo que [los mensajes] abordan las necesidades específicas de los estudiantes, sino que es espiritualmente poderoso que un grupo mundial se sienta conectado al mirar a [alguien] que les habla directamente”.
“Pathway es para el reino”
En su asignación como vicepresidente de operaciones de campo para BYU-Pathway Global, Brian Ashton, que también es miembro de la presidencia general de la Escuela Dominical, trabaja con las presidencias de área de la Iglesia en todo el mundo.
“Mi función principal es trabajar con las presidencias de área para ayudar a alcanzar las metas del área”, dijo el hermano Ashton. “Cada área es un poco diferente, y tenemos la posibilidad de adaptar el programa de manera que ayude a más personas a obtener una educación. Hemos visto cómo Pathway ha ayudado espiritual y temporalmente”.
El hermano Ashton dijo que Pathway ha sido una solución positiva para muchas de las necesidades que identificaron las Presidencias de Área, ya sean trabajar en llegar a ser autosuficientes, ayudar a los misioneros retornados a permanecer activos en la Iglesia o brindar educación a los miembros que no tienen los medios o no cumplen los requisitos para las universidades locales.
Cualquiera que sea la razón inicial para implementar Pathway en un área, los líderes de la Iglesia y los estudiantes han dicho que su involucramiento permite a los miembros “obtener una educación y acercarse al Señor”.
“Los testimonios de los alumnos se han vuelto más fuertes, pueden depositar su confianza en el Señor y están aprendiendo por el estudio y por la fe”, dijo el hermano Ashton. “También ganan confianza y un gran número de ellos continúa recibiendo educación adicional, por lo que consiguen mejores trabajos.
“Veo mejoras espirituales, de confianza y de habilidades de liderazgo. Veo a las personas obtener más dinero y en camino de obtener un título. Los veo convertirse en líderes en sus hogares, en la Iglesia y en la comunidad”.
Aunque su trabajo y su llamamiento en la Iglesia son separados el uno del otro, el hermano Ashton expresó lo gratificante que ha sido ver cómo estos interactúan a medida que trabaja con tantos departamentos de la iglesia.
“Nos relacionamos con los servicios de autosuficiencia, el departamento misional, seminarios e institutos”, dijo él. “Estamos trabajando juntos para hacer en verdad una gran diferencia”.
Pathway es más que los tres cursos preparatorios para el programa online que brinda la posibilidad de obtener un grado de asociado o una licenciatura — Pathway es una forma de que los miembros eleven sus circunstancias y se acerquen a Cristo.
“El presidente [Russell M.] Nelson nos enseñó desde el principio que Pathway es para el reino”, dijo el Presidente Gilbert. “Estamos usando los recursos de la Iglesia para bendecir a la Iglesia en una forma mucho más accesible que jamás hubiera sido posible sin la Iglesia misma.