La presidenta Mary Ellen Wood Smoot, quien sirvió como la decimotercera presidenta general de la Sociedad de Socorro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días desde 1997 hasta 2002, falleció el 10 de febrero de 2025 a los 91 años.
Criada en lo que en ese entonces era el pequeño pueblo de Clearfield, Utah, en el Condado de Davis, en el norte de Utah, la hermana Smoot se refería a sí misma como “solo una chica del Condado de Davis”.
A lo largo de su servicio en la Iglesia, esta “chica del condado de Davis” conoció y ministró a mujeres en todo el mundo y recibió a embajadores, dignatarios y miembros de la realeza de varios países, compartiendo amor, apoyo y su testimonio de Jesucristo y Su Iglesia restaurada con todos.
Al dirigirse a las mujeres de la Iglesia por primera vez como la recién llamada presidenta general de la Sociedad de Socorro, la hermana Smoot dijo: “El Señor me ha hecho saber el magnifico potencial de los miembros de esta, la Organización de la Sociedad de Socorro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días”.
En todos los lugares del mundo donde viajó, ya fuera Finlandia, Idaho, Brasil, Rusia o Washington, D.C., la hermana Smoot dijo que había sido testigo del evangelio de Jesucristo en acción y de la luz radiante en los semblantes de hermanas valientes y fieles. “El Espíritu me ha testificado que cada una de nosotras ha nacido ‘para esta hora’ (Ester 4:14).”
A cada mujer Santo de los Últimos Días — sin importar su nacionalidad, raza, condición social o estado civil — la hermana Smoot dijo: “¡Bienvenida a casa! La Sociedad de Socorro es su casa y cada una es parte esencial de una hermandad mundial con una misión divina” (Reunión General de la Sociedad de Socorro de octubre de 1997, “Para esta hora”).
Mary Ellen Wood nació el 19 de agosto de 1933, la quinta de seis hijas de Melvin y LaVora Smith Wood. De niña, vivía en una pequeña casa entre el centro de reuniones de la Iglesia y la fábrica de conservas de su familia, al otro lado de la calle de la escuela.

“Mi vida era sencilla y giraba en torno al hogar, la Iglesia, la escuela y el pasillo de los dulces en la tienda local”, dijo ella (Devocional de BYU, 10 de febrero de 1998, “La superautopista de la vida“).
Su padre hacía que sus seis hijas ayudaran a plantar y cosechar papas, maíz, frutas y flores, y ayudaran a alimentar a las gallinas y a recoger los huevos.
“La vida era sencilla y gratificante”, recordó la hermana Smoot. “Trabajabas duro y sentías el gozo y la satisfacción de tus logros”.
Ella conoció a Stanley M. Smoot, presidente del cuerpo estudiantil de la Escuela Secundaria del Condado de Davis, en el noveno grado y rápidamente se enamoró de él (Church News, 17 de mayo de 1997, págs. 8, 10). Después de la secundaria, él sirvió una misión de tiempo completo en Hawái y ella asistió a la Universidad Utah State.
Se casaron el 8 de octubre de 1952 en el Templo de Salt Lake. Son padres de siete hijos y tienen 51 nietos y 168 bisnietos. Él falleció en 2012.
“Una de las cosas importantes que hemos hecho como familia es haber establecido valores familiares; uno de ellos es: ‘Como miembros de nuestra familia eterna, creceremos, colaboraremos y nos edificaremos espiritualmente el uno al otro’. Creemos firmemente en eso”, dijo la hermana Smoot (Liahona, julio de 1997).
En 1983, la hermana Smoot y su esposo fueron llamados a servir como líderes de misión de la Misión Ohio Columbus y más tarde de la Misión Ohio Akron. Los Smoot sirvieron en comités de asuntos públicos de la Iglesia durante siete años y dirigieron el Programa de Recepción de la Iglesia para personas VIP desde 1993 hasta 1997.
Fue sostenida el 5 de abril de 1997 como presidenta general de la Sociedad de Socorro, con la hermana Virginia U. Jensen y la hermana Sheri L. Dew como consejeras.
Durante su servicio general en la Iglesia, viajó a una larga lista de países, esforzándose “por fortalecer a nuestras hermanas espiritualmente, tanto de manera individual como colectiva”.
Durante su liderazgo, la Sociedad de Socorro participó en esfuerzos humanitarios internacionales, incluyendo la recolección de más de 100 000 edredones en respuesta a la necesidad de refugiados de Kosovo de 30 000 edredones en 1999.
También en 1999, la hermana Smoot y sus consejeras escribieron e introdujeron la Declaración de la Sociedad de Socorro en respuesta a las preguntas de personas que no eran miembros sobre la misión de la Sociedad de Socorro.
La declaración indica, en parte: “Como hermandad mundial, estamos unidas en nuestra adevoción a Jesucristo, que es nuestro Salvador y nuestro Ejemplo. Como mujeres de fe, de virtud, de visión y de caridad que somos: ... Procuramos adquirir fortaleza espiritual al seguir los susurros del Espíritu Santo. ... Nos regocijamos en las bendiciones del templo, comprendemos nuestro destino divino y nos esforzamos por alcanzar la exaltación”.
La presidencia general de la Sociedad de Socorro también introdujo el cambio de nombre y reenfoque de las reuniones de economía doméstica de la Sociedad de Socorro a Desarrollo Personal, Familiar y del Hogar.
Además de la declaración, la hermana Smoot defendió a la familia al ser oradora principal en el Segundo Congreso Mundial de las Familias celebrado en Roma, Italia.
“Lo que hacemos dentro de las paredes de nuestro propio hogar es mucho más importante que lo que hacemos fuera de él”, enseñó en su discurso de la conferencia general de octubre de 2001, “Constantes e inmutables”.
A través de los años, la hermana Smoot sirvió en una variedad de llamamientos dentro de la Iglesia — como presidenta de la Primaria, las Mujeres Jóvenes y la Sociedad de Socorro del barrio y en el consejo editorial de la revista Amigos. Sirvió en un comité de escritura de la Iglesia, escribió una columna para el periódico de su ciudad natal y fue autora de un libro sobre la historia de Centerville, Utah.
La hermana Smoot también fue miembro de la junta directiva del Hospital Comunitario de South Davis, fue una organizadora de la Sociedad Histórica de Centerville (Utah) y sirvió en la junta directiva del capítulo local de United Way. Fue homenajeada como ciudadana destacada de Centerville por el Club de Servicio Rotario de Centerville y recibió el Premio a la Femineidad Ejemplar de la Asociación de Servicio Estudiantil de BYU.
Una de las pasiones de la hermana Smoot fue la historia familiar, la cual disfrutaba compartir con su familia. Las historias de sus antepasados pioneros que fueron fieles al evangelio de Jesucristo incluso durante “terribles dificultades” le recordaban lo que brinda la mayor felicidad en la vida, dijo ella.
Durante su primer discurso en la conferencia general, en octubre de 1997, la hermana Smoot invitó a los oyentes a caminar con ella en los zapatos de los pioneros, pasados y presentes. “Doy gracias a mi Padre Celestial por todos los pioneros del pasado y del presente, quienes han desechado las cosas del mundo. A medida que emulemos la fe y las virtudes sencillas de ellos, encontraremos la paz. Que nos calcemos con zapatos pioneros y elijamos lo mejor”.
Durante una entrevista el 20 de mayo de 2009 con la hermana Julie B. Beck, quien en ese entonces servía como presidenta general de la Sociedad de Socorro, la hermana Smoot testificó: “El evangelio es verdadero. Es verdadero para todos nosotros; es verdadero en todas las fases de la vida”.
Los servicios funerarios están pendientes.