En un momento en que la ansiedad es cada vez más frecuente entre la nueva generación, una pregunta común que hacen los padres, maestros, profesores, funcionarios gubernamentales y líderes de la Iglesia es “¿Cómo ayudamos a los jóvenes y jóvenes adultos de hoy?”
Si bien es una pregunta amplia con varias respuestas posibles, los investigadores de la Universidad Brigham Young encontraron recientemente una que puede resultar sorprendente para algunos: la historia familiar.
Su estudio, publicado en The Journal of Genealogy and Family History [El Diario de Genealogía e Historia Familiar] en abril, encontró que aquellos que participan más en la obra de historia familiar tienen una mayor autoestima, menor ansiedad y mayor resiliencia.
“Cuando descubrimos que un curso de historia familiar — un curso durante tres meses — mejora la autoestima en un 8 % y reduce la ansiedad en un 20 %, eso es grandioso”, dijo David A. Wood, profesor de contabilidad de BYU y coautor del estudio.
“Obviamente, no estamos sugiriendo que esto pueda resolver la depresión clínica y todos los males de la vida, pero puede ayudar. Y con ese fin, la prueba está en el pudín. Inténtenlo. Pruébenlo y vean si no son más felices al final y si no se sienten mejor”.
Wood fue coautor del estudio “Improving Psychological Well-Being of Young Adults by Conducting Family History Research at a Religious University” (en inglés) [Mejorar el bienestar psicológico de los jóvenes adultos mediante la realización de investigaciones de historia familiar en una universidad religiosa] con Barry M. Lunt, profesor de ciberseguridad y tecnología de la información de BYU, y Kelly R. Summers, genealogista profesional y profesora de historia familiar de medio tiempo de BYU.
Reducir la ansiedad, aumentar la autoestima
Al pensar en los desafíos generalizados de la salud mental, la autoestima y la resiliencia, Wood dijo que inicialmente no era obvio recurrir a la historia familiar. Pero luego recordó investigaciones anteriores (en inglés) que encontraron una conexión entre conocer a la familia y mejores resultados psicológicos. Él y los otros dos investigadores se preguntaron si hacer la historia familiar en realidad mejora el bienestar psicológico.
“Los tres nos reunimos y dijimos: ‘Creemos que esto es cierto. Oímos hablar de esto todo el tiempo en la conferencia general. Veamos si la evidencia empírica puede respaldar estos hallazgos’”, dijo Wood, quien ha sido testigo de primera mano de los beneficios psicológicos de la historia familiar mientras prestaba servicio en un obispado de un barrio JAS y otros llamamientos de la Iglesia.
En el estudio participaron dos grupos de estudiantes de BYU —145 estudiantes inscritos en un curso introductorio de historia familiar y 111 estudiantes voluntarios de muchos cursos diferentes que no son de historia familiar. Cada participante tenía una cuenta de FamilySearch.org que registra las contribuciones de historia familiar. Los estudiantes completaron una encuesta en línea al comienzo y al final del semestre.
“Lo que encontramos es, efectivamente, que las personas en la clase de historia familiar aumentaron su autoestima, redujeron la ansiedad y aumentaron su resiliencia”, dijo Wood. Más específicamente, participar en la investigación de historia familiar aumentó la autoestima en un 8 % y redujo la ansiedad en un 20 %.
¿Por qué? Porque estos estudiantes se identificaron más con su familia, dijo Wood. “Luego pudimos confirmar estos resultados con los otros datos y realmente investigar por qué, y son las fuentes de vinculación. Así que las historias familiares están bien, y las otras cosas que podemos hacer añadiendo antepasados a nuestro árbol genealógico están bien, pero profundizar realmente en el material de origen crea esa identificación familiar y estos beneficios psicológicos”.
Como genealogista profesional y profesora de historia familiar, Summers dijo que no le sorprendieron los resultados que mostraron mejoras en la autoestima. “Siempre he creído que a medida que aprendemos más sobre nuestros propios antepasados y nos sentimos conectados con ellos, a su vez nos sentiremos mejor con nosotros mismos. A medida que nos enorgullecemos de estar conectados con nuestros antepasados, se refleja en cómo nos sentimos con nosotros mismos, porque ellos son parte de nosotros”.
Sin embargo, le sorprendió que participar en la investigación de historia familiar en realidad redujera la ansiedad general de los estudiantes. “Piensen en un estudiante universitario típico y las muchas clases a las que asiste y las múltiples tareas que se requieren. Es interesante que un curso de historia familiar y sus asignaciones que se enfocan en la investigación ancestral puedan contribuir de manera tan positiva. …
“Tal vez todos los estudiantes universitarios deberían inscribirse en un curso de historia familiar”, agregó con una sonrisa.
La historia familiar y la nueva generación
Este estudio es similar a otro estudio de BYU publicado en la revista Genealogy en marzo que encontró que el conocimiento de la historia familiar está relacionado con el desarrollo saludable de la identidad de los adolescentes.
Aunque la historia familiar se ha visto tradicionalmente como una actividad para personas mayores, cada vez más investigaciones muestran los beneficios que tiene para los jóvenes.
“Si pueden construir esa identidad a una edad más temprana, tendrán beneficios para toda su vida…”, dijo Wood. “Creo que estos hallazgos deberían alentar a los líderes de los Hombres Jóvenes y las Mujeres Jóvenes y a los líderes de los jóvenes adultos solteros a enfocarse en la historia familiar como el profeta nos anima a hacer, para que podamos ver estos beneficios por el resto de nuestras vidas”.
En la “Fiesta posterior” de RootsTech en marzo, el élder Gerrit W. Gong, del Cuórum de los Doce Apóstoles, y su esposa, la hermana Susan Gong, participaron en un panel con jóvenes adultos. Alentaron a los jóvenes adultos a participar en la obra del templo y la historia familiar y a recibir las bendiciones prometidas del Señor al hacerlo.
Lunt comentó cómo los resultados del estudio respaldan lo que los profetas y apóstoles han prometido en repetidas ocasiones a quienes hacen historia familiar: “Para mí, es evidencia de bendiciones específicas que llegan a nuestra vida cuando hacemos la obra de historia familiar. Han dicho muchas veces que seremos bendecidos al hacerlo”.
Wood agregó: “Lo he visto en mi vida, lo he visto en la vida de mis hijos, lo he visto en la vida de los miembros de nuestro barrio, que aquellos que acogen la historia familiar, las cosas les van mejor en cada aspecto de su vida. Así que mi esperanza es que tal vez esto haga que la gente diga, ‘Oye, voy a intentarlo’. Voy a ir y voy a experimentar esto y probarlo durante un mes o dos’ y verán que sus vidas son mejor gracias a ello”.
Recursos para involucrar a jóvenes y jóvenes adultos en la historia familiar
- Aplicación FamilySearch Participa
- Laboratorio de vinculación de registros de BYU (en inglés)
- “Abriendo los cielos” (en inglés) Panel RootsTech de jóvenes adultos
- “Nuestra búsqueda de conexión” (en inglés) Serie RootsTech para jóvenes y jóvenes adultos
- “Misión: Posible — Involucrar a los jóvenes en la historia familiar” (en inglés) clase RootsTech
- “Involucrar a niños y jóvenes en la historia familiar” en FamilySearch Wiki