Aquellos que “de buena gana y de todo corazón” tomen sobre sí el nombre de Jesucristo serán bendecidos con mayor poder, estabilidad y dirección en sus vidas, prometió el élder Dale G. Renlund, del Cuórum de los Doce Apóstoles, durante un devocional en la Universidad Brigham Young–Hawái el domingo por la noche, 17 de noviembre.
Miles de personas se reunieron en el Cannon Activities Center en Laie, Hawái, para escuchar los comentarios del apóstol. El élder Renlund estuvo acompañado en el devocional por su esposa, la hermana Ruth Renlund, quien también habló.
Para ilustrar las bendiciones de “tomar sobre nosotros el nombre de Cristo”, el élder Renlund compartió el ejemplo de un cirujano académico que encontró un modelo a seguir en el presidente Russell M. Nelson.

En 2018, el presidente Nelson y su difunta esposa, la hermana Dantzel W. Nelson, fueron homenajeados por la Universidad de Utah por años de trabajo y apoyo en el campo de la cirugía cardiotorácica con un premio y cargo que lleva su nombre (en inglés).
Tanto el élder Renlund como su esposa, quienes asistieron a la ceremonia de premiación, quedaron impresionados por la experiencia que compartió el Dr. Craig Selzman, el primer cirujano cardiotorácico seleccionado para ser el “presidente Nelson”, dijo el élder Renlund.
El Dr. Selzman, que no es Santo de los Últimos Días, compartió cómo el hecho de haber sido designado para este nombramiento plantó en él el deseo de cambiar sus actitudes y comportamientos y llegar a ser más como el presidente Nelson.
Por ejemplo, a principios de esa semana, el Dr. Selzman dijo que notó que uno de los pacientes que había operado anteriormente estaba mal y necesitaba volver a operarse. Normalmente, el Dr. Selzman habría volcado sus frustraciones por tener que pasar otra larga noche en el hospital con su equipo quirúrgico. Sin embargo, recordó que el Dr. Nelson era conocido como un caballero, alguien que siempre controlaba sus emociones, trataba a todos con dignidad y respeto y nunca perdía los estribos. Así que el Dr. Selzman se recompuso y cambió intencionalmente su actitud.
El élder Renlund luego compartió cinco aspectos del proceso de tomar el nombre de Jesucristo que se ilustran en el cambio del Dr. Selzman: identificación, capacidad, emulación, propósito y recuerdo.

Cinco aspectos del proceso de tomar sobre nosotros el nombre de Cristo
El primer aspecto es la identificación. Cuando el Dr. Selzman vinculó su nombre con el del presidente Nelson al ser designado para “el premio y nombramiento Nelson”, se identificó con el presidente Nelson.
“Cuando tomamos el nombre de Jesucristo, vinculamos nuestro nombre con el Suyo. Nos identificamos con Él. Con gusto nos hacemos conocer como cristianos”, dijo el élder Renlund, y agregó: “Metafóricamente, el estandarte que llevamos y la camiseta que vestimos nos identifican con Él”.
El segundo elemento es la capacidad. Vincular su nombre al del presidente Nelson le proporcionó al Dr. Selzman los recursos y la capacidad para cambiar la cultura en su división.
Cuando las personas vinculan sus nombres con el Salvador, obtienen algo aún mejor, dijo el élder Renlund. El presidente Nelson ha enseñado: “La recompensa por guardar los convenios con Dios es poder celestial, un poder que nos fortalece para soportar mejor nuestras pruebas, tentaciones y pesares. Ese poder nos facilita el camino” (“Vencer al mundo y hallar descanso”, Conferencia General de octubre de 2022).

El tercer aspecto del proceso es la emulación, continuó el élder Renlund. “Cuando el Dr. Selzman recibió el ‘nombramiento y premio Nelson’, comenzó a emular los atributos del presidente Nelson. Cuando tomamos sobre nosotros el nombre de Jesucristo, también nosotros hemos encontrado nuestro modelo a seguir y nos esforzamos por emularlo. En esta emulación, nos esforzamos por desarrollar los atributos que Él tiene”.
El cuarto elemento es aceptar un propósito común. Como cirujano, el Dr. Nelson había sido maestro, sanador e investigador. El Dr. Selzman se unió a esos esfuerzos en su nombramiento como “presidente Nelson”.
“Cuando tomamos sobre nosotros el nombre de Jesucristo, nos unimos voluntariamente al Salvador en Su obra… Nos unimos al Salvador en Su obra cuando compartimos Su evangelio, cuando ministramos a aquellos que han sido destrozados o aplastados por sus experiencias en la mortalidad y cuando ayudamos a los vulnerables”, dijo el élder Renlund.

El último aspecto del proceso es el recuerdo. El Dr. Selzman dijo que cuando entra a su consultorio, ve el medallón que recibió en su nombramiento, lo que aumenta su determinación de esforzarse por hacerlo mejor. “Para nosotros, al participar de la Santa Cena, hacemos el convenio de recordar siempre a Jesucristo”, dijo el élder Renlund.
¿Qué pueden hacer las personas para recordarlo siempre? “Entre lo más importante está prepararse para participar dignamente de la Santa Cena cada semana”, dijo el élder Renlund. Aquellos que no lo hacen “no están edificados sobre mi roca, sino sobre un cimiento arenoso; y cuando caiga la lluvia, y vengan los torrentes, y soplen los vientos, y den contra ellos, caerán” (3 Nefi 18:13).
El profeta Mormón describió a su pueblo cuando Cristo no estaba involucrado en sus vidas “Satanás los lleva, tal como tamo que se lleva el viento, o como el barco que, sin velas ni ancla, ni cosa alguna con qué dirigirlo, es azotado por las olas; y así como la nave son ellos” (Mormón 5:18).
No tener una vela significa que no tenían poder, explicó el élder Renlund. No tener un ancla significa que no tenían estabilidad y no tener nada con qué dirigirlos significa que no tenían dirección.
Por el contrario, aquellos que toman sobre sí el nombre de Cristo y vienen a Él reciben Su poder, estabilidad y dirección, incluso cuando enfrentan lluvia, viento o inundaciones metafóricas, dijo el élder Renlund.

Obtener conocimiento espiritual
En sus comentarios, la hermana Renlund animó a los oyentes a adquirir y retener conocimiento espiritual. “Al igual que adquirir y retener otros conocimientos, adquirir conocimiento espiritual requiere trabajo. Es un tipo de trabajo diferente, pero requiere de su tiempo y atención”.
La hermana Renlund dijo que teme que muchas personas dejen de aprender y comprender asuntos espirituales porque sólo asisten a clases como la Escuela Dominical, pero no hacen ningún trabajo adicional para tener sus propias experiencias espirituales. “El trabajo que requiere es la misma lista de cosas que siempre han escuchado que deben ser parte de su rutina de rectitud: estudiar y meditar en las Escrituras, orar con sinceridad, guardar los mandamientos de Dios y asistir a la Iglesia para participar de la Santa Cena”.
El conocimiento espiritual es más que dominar hechos, dijo la hermana Renlund. “Es saber o creer lo que viene mediante la confirmación del Espíritu Santo”.