Como médico, el élder Dale G. Renlund aprendió a usar y confiar en su estetoscopio, un instrumento médico que se usa para escuchar los sonidos internos de un paciente, como el corazón y los pulmones.
“A lo largo de los años, mi estetoscopio se convirtió no solo en una herramienta invaluable, sino también en un compañero confiable”, dijo.
Cuando fue llamado como Setenta Autoridad General en 2009, el élder Renlund se separó de sus otros instrumentos médicos, pero no de su fiable estetoscopio, que guardó.
Años más tarde, el élder Renlund se sorprendió al saber que su esposa había colocado su amado estetoscopio en una caja de vidrio enmarcada para su cumpleaños. Trató de sonreír y expresar gratitud por su detalle, pero todo lo que salió de su boca fue: “¿De qué sirve esto? ¿De qué sirve esto colgado en una pared?
Hablando el 24 de junio a nuevos líderes de misión en el Seminario para Nuevos Líderes de Misión 2023 en el Centro de Capacitación Misional de Provo, el élder Renlund, miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles, comparó su experiencia con el estetoscopio a recibir, buscar y confiar en el don de el Espíritu Santo después del bautismo.
“Así como los médicos deben usar un estetoscopio de manera competente para ayudar a sus pacientes, debemos buscar y confiar en el Espíritu Santo de manera competente para nosotros y para aquellos a quienes estamos llamados a enseñar”, dijo, haciendo referencia al título del capítulo 4 de “Predicad Mi Evangelio”.
El apóstol enseñó que buscar la guía del Espíritu Santo requiere un trabajo espiritual constante y diligente, que incluye los siguientes principios:
- “Actos de devoción personal [y] privada”.
- “Orar fervientemente al Padre con fe en Jesucristo. … La gratitud, no el derecho, abre los corazones y las mentes a la inspiración”.
- “El estudio consistente y enfocado de las Escrituras”.
- “Guardar los mandamientos de Dios porque el don del Espíritu Santo es el derecho a tener la compañía constante del Espíritu Santo según seamos dignos”.
- “Honrar los convenios que hemos hecho con Dios”.
- “Eliminar las distracciones”.
Ser digno
Volviendo a su experiencia con el estetoscopio, el élder Renlund dijo que el tubo del estetoscopio debe estar en buenas condiciones para funcionar correctamente. Los auriculares deben ser flexibles y los demás componentes deben estar intactos.
Meses después de colgar su estetoscopio en la pared, la hermana Ruth Renlund desarrolló un problema respiratorio. Su médico le indicó al élder Renlund que tomara su estetoscopio y escuchara sus pulmones. Avergonzado de no tener otro a mano, el élder Renlund recuperó el estetoscopio enmarcado solo para descubrir que le habían perforado agujeros, dejándolo inservible.
El trabajo espiritual de buscar el Espíritu requiere arrepentimiento y dignidad diarios, enseñó el élder Renlund.
“Para recibir revelación del Espíritu Santo, debemos estar en ‘buen estado espiritual’. Eso implica dignidad”, dijo el élder Renlund. “Eso significa que hacemos nuestro mejor esfuerzo para guardar los mandamientos de Dios y no racionalizar el comportamiento pecaminoso. Cuando tropezamos, nos arrepentimos”.
Práctica
Incluso con un estetoscopio de alta calidad, se necesita tiempo para aprender a distinguir la variedad de sonidos del corazón y lo que significan. El élder Renlund dijo que se necesita práctica constante para aprender y mantener la habilidad.
Con una base sólida de trabajo espiritual para buscar el Espíritu también surge la necesidad de aprender a reconocer la voz del Espíritu Santo.
“Es necesario un trabajo constante y diligente para desbloquear la guía continua del Espíritu Santo”, dijo. “El Espíritu Santo se comunica de diferentes maneras a diferentes personas en diferentes momentos”.
Eliminar distracciones
Cuando el élder Renlund usaba un estetoscopio, se aseguraba de que la habitación estuviera en silencio. Cerraba la puerta, apagaba los dispositivos y pedía a los visitantes o pacientes que se abstuvieran de hablar para poder concentrarse en lo que estaba escuchando.
“La revelación requiere una concentración similar y la eliminación de las distracciones”, dijo. “Para recibir revelación personal, debemos alejarnos del ruido mundano. No recibimos revelación cuando estamos enojados, agitados o frustrados, o simplemente preocupados. Más bien, debemos crear un ambiente que fomente sentir y reconocer el Espíritu”.
Confiar en el Espíritu
Todo el trabajo espiritual para buscar el Espíritu es una preparación para el objetivo principal — “confiar en el Espíritu al hacer la obra del Salvador”, dijo el élder Renlund.
“Confiar en el Espíritu significa que actuamos con fe, confiando en que Dios nos guiará y dirigirá y que el Espíritu Santo magnificará nuestros esfuerzos”, dijo el apóstol. “Necesitamos aprender a confiar en el Espíritu, así como aprendemos a buscarlo. … Aprender a confiar en el Espíritu Santo significa que ponemos nuestra confianza y fe en Jesucristo”.
Conversión por el Espíritu Santo
El élder Renlund enseñó a los líderes de misión la importancia de reconocer — y ayudar a los misioneros a reconocer — que la conversión se produce mediante el poder del Espíritu Santo. El apóstol ofreció cuatro claves para ayudar a “fomentar esta conversión”.
- Enseñar por el Espíritu y vincular siempre la enseñanza con el Salvador y la Restauración.
- Testificar que sabemos por el poder del Espíritu Santo que lo que enseñamos es verdadero.
- Invitar a las personas a actuar y luego apoyarlas para que mantengan su compromiso de actuar.
- Trabajar con las personas para ayudarlas a reconocer el Espíritu — una habilidad y un trabajo espiritual que continúa desarrollándose a lo largo de la vida.
“Aprender a buscar y confiar en el Espíritu es una habilidad para la vida, no solo una forma temporal de superar una misión o una crisis”, dijo el élder Renlund. “Mientras buscamos el Espíritu Santo, Él será un compañero fiable, digno de confianza y amado”.
