El élder Robert M. Daines trabajaba como profesor de derecho y negocios en la Universidad de Stanford (en inglés) cuando fue llamado a servir como maestro de seminario matutino.
Como un Santo de los Últimos Días de toda la vida, el élder Daines sabía sobre el evangelio, y como un profesor de universidad, se sentía cómodo hablando frente a cientos de estudiantes.
Sin embargo, algo sobre enseñar a 15 estudiantes de seminario matutino lo impulsó a estudiar las escrituras como nunca antes. Su esposa, la hermana Ruth Ann Daines, dijo que, con frecuencia, él se iba a dormir temprano y se levantaba a las 4:00 de la mañana porque necesitaba tres horas para preparar su lección diaria.
“Algunas personas tienen talento, otras tienen que esforzarse”, dijo él. “Yo me encuentro [dentro de] la categoría ‘más vale que te esfuerces’”.
El élder Daines dijo que estudiaba minuciosamente las escrituras durante horas cada día porque quería saber y sentir el amor del Salvador, y así, después ayudar a sus estudiantes a establecer esa misma conexión. La experiencia, que duró una década, tuvo un fuerte impacto en su fe y en su testimonio.
“Siento que realmente me convertí y llegué a conocer a Jesucristo [en mi época] como maestro de seminarios en Palo Alto, California,” dijo.
El élder Daines fue uno de los cinco Setenta Autoridades Generales sostenidos en la conferencia general de abril de 2023.
‘Devoto’ desde sus primeros años
Robert Merrill Daines nació en Bloomington, Indiana, el 28 de julio de 1964, hijo de Robert Henry Daines III (en inglés) y de Janet Lundgren Daines (en inglés). Creció en una fiel familia Santo de los Últimos Días en Provo, Utah, donde de niño, a veces, llevaba a la escuela una pequeña radio para ondas AM y FM para escuchar los mensajes de la conferencia general, antes de que este evento semestral comenzara a llevarse a cabo solo los sábados y los domingos.
“Desde sus primeros años, siempre ha sido un devoto y completo seguidor de Cristo y Su Iglesia”, dijo la hermana Daines. “Se ha dedicado y ha participado en [este] equipo durante toda su vida”.
Un miembro de la familia que siempre ha sido un gran ejemplo para el élder Daines, es la hermana Michelle D. Craig —su hermana mayor— quien completará su servicio como primera consejera de la presidencia general de las Mujeres Jóvenes en julio. El élder Daines dijo, en broma, que los maestros de la escuela a menudo tenían una mejor opinión de él porque la habían conocido a ella primero.
“Tuve la suerte de ser su hermano menor. Ella es infinitamente cariñosa y bondadosa”, dijo. “Ella era la hermana mayor perfecta, y yo todavía sigo esforzándome por seguir sus pasos”.
Fortalecido a través de las pruebas
En su adolescencia, el élder Daines, se vio obligado a alejarse de sus amigos y de su equipo de baloncesto cuando sus padres recibieron el llamamiento para presidir la Misión Pennsylvania Harrisburg (en inglés).
La vida en el campo misional fue difícil para el adolescente Rob y sus hermanos mayores. Le encantaba el baloncesto, pero a veces su entrenador y sus compañeros se burlaban de él por no querer ir a las fiestas del equipo, decir palabrotas o ver películas inapropiadas. En ocasiones, cuando subía al autobús, alguien le gritaba: “Atrapen al mormón”, y todos le arrojaban objetos. No tenía vida social y solo unos pocos amigos.
El élder Daines encontraba consuelo leyendo las escrituras durante horas y pasando tiempo con su familia y los misioneros. A través de estas pruebas, él y sus hermanos aprendieron lecciones de gran valor y desarrollaron una confianza en el Señor que no hubieran obtenido de otro modo.
“Ahí es donde aprendí a apreciar a mi familia y a amar las escrituras”, dijo. “Me encanta estudiar el evangelio”.
La misión en Suiza
Unos años después, el élder Daines sirvió en la Misión Suiza Zúrich, donde enseñó el evangelio y desarrolló muchas amistades entrañables.
“Los Santos allí, me acogieron; a mí y a mi familia”, dijo. “Me gustaría decir que me recordaban por ser un buen misionero, pero en realidad me recordaban por lavar los platos cuando me invitaban a cenar”, dijo.
El élder Daines y su esposa han regresado con su familia varias veces a lo largo de los años, e incluso llamaron a uno de sus hijos Hitsch, un apodo suizo que corresponde al nombre Christian. Los Santos en Suiza, al igual que el tiempo que los Daines pasaron allí como familia, siguen siendo una parte importante de su cultura familiar.
“Mi misión ha definido el curso de mi vida desde entonces”, dijo. “Nos sentimos profundamente unidos a ese país y a esos Santos”.
Los 8 años de noviazgo
Suiza, es también el lugar donde el élder y la hermana Daines pasaron su luna de miel muchos años después de que se conocieran a través de un amigo que tenían en común cuando eran unos adolescentes de 16 años.
Rob había regresado a Utah para las vacaciones de primavera mientras sus padres servían una misión. Cuando se lo presentaron, la primera impresión que Ruth Ann tuvo de él, fue positiva. “Era todo un encanto, simpático y divertido”, dijo ella.
Ruth Ann se enteró que Rob nunca había tenido una cita, así que lo invitó a una actividad con unos amigos. A partir de ahí cultivaron una amistad que duró varios años antes de que surgiera algo romántico.
Cuando ella regresó de su misión en Fresno, California, él era el presidente de los estudiantes de BYU. Al principio le pareció que su vida social era un poco abrumadora y se preguntó si él había cambiado, lo cual ocasionó que fuera reticente a compartir tiempo con él.
Finalmente, sus hermanas consiguieron reunirlos y empezaron a salir. Ocho años después de conocerse, Robert Daines y Ruth Ann Glazier se casaron en el Templo de Salt Lake el 16 de diciembre de 1988.
Cómo llegó a ser profesor
Si hubiera sido posible, el élder Daines habría seguido una carrera como estudiante universitario. La alternativa siguiente era convertirse en profesor universitario, lo que le parecía algo natural por varias razones.
Le gustaba el haber crecido en el campus de BYU, donde se encargaba de recoger las pelotas en los partidos de baloncesto. Su padre (en inglés) y abuelo fueron profesores a los que les gustaba enseñar e investigar. A él le encantaba leer, y una de sus cosas favoritas era comprar libros en la librería de BYU y finalizar su calendario de lectura el primer día de clases.
Fue a la Facultad de Derecho de Yale con la esperanza de poder enseñar allí, pero tenía otras alternativas en caso de que esto no funcionara.
Fue admitido y habilitado por el colegio de abogados, pero nunca ejerció como tal.
Fue secretario del juez Ralph K. Winter del Segundo Circuito de la Corte de Apelaciones de los Estados Unidos, con jurisdicción en Nueva York, Connecticut y Vermont.
Trabajó por más de tres años en Wall Street como asociado de Goldman Sachs.
Una vez que el élder Daines supo que quería dedicarse a la enseñanza, recibió varias ofertas desde distintas partes del país. No quería tener un largo recorrido para llegar a su lugar de trabajo y además deseaba regresar a Provo, sin embargo, el decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York fue muy persuasivo. La hermana Daines finalmente convenció a su esposo de que, si quería ser bueno en su trabajo, tenía que quedarse y adquirir experiencia en la NYU.
“Aprendí lo que significaba tener honestidad intelectual y ser profesor”, afirma. “Ruthie tenía razón, aprendí a hacer bien mi trabajo”.
Lo que aprendió allí preparó al élder Daines para continuar su carrera en Stanford (en inglés) durante los siguientes 20 años, donde “viajar” a su lugar de trabajo quería decir ir desde las viviendas en el campus hasta la Facultad de Derecho en su skateboard eléctrico.
La bendición de un sueño incumplido
Desde que él y su familia se fueron de Provo, el sueño del élder Daines siempre fue regresar allí. Eso nunca se hizo realidad, pero él y su esposa están agradecidos por las oraciones que no fueron contestadas.
“El Señor tenía otros planes — otros planes mejores”, dijo. “Y ha sido una gran experiencia para nosotros”.
En cada etapa de su vida, los Daines han servido en la Iglesia en una gran variedad de llamamientos, lo cual les ha ampliado su perspectiva y permitido cultivar una amistad para toda la vida con Santos de los Últimos Días y personas de otras religiones, orígenes y culturas. Han sido testigos de una manera especial de cómo el evangelio de Jesucristo puede promover el entendimiento, la unidad y la paz, y bendecir vidas. Estas experiencias les han ayudado a prepararse para el llamamiento del élder Daines como Setenta Autoridad General.
“Esta experiencia de vivir lejos del lugar donde crecimos y donde pensábamos que podría estar nuestra zona de comodidad, ha sido una de las experiencias más maravillosas, satisfactorias, enriquecedoras e inspiradoras que hayamos tenido alguna vez”, dijo la hermana Daines. “Esperemos que sea algo que podamos ofrecer para ayudar a edificar el reino”.
‘Bendecido abundantemente’
Después de que pasaran varios años desde que enseñara en el seminario matutino y trabajara como voluntario en la guardería, el élder Daines llevaba solo dos años como presidente de estaca cuando fue llamado como Setenta Autoridad General.
Stanford se había convertido en el trabajo de sus sueños y el lugar soñado para su familia. Se preguntaba cómo responderían sus colegas a su renuncia, a pesar de eso la respuesta ha sido abrumadoramente positiva.
El élder Daines sabe que los miembros que hacen convenios deberían “dejar sus redes” tal y como lo hicieron los primeros apóstoles del Salvador para servir al Señor.
“Simplemente tratamos de hacer lo mejor que podemos, dondequiera que se nos llama”, dijo el élder Daines. “Será un sacrificio para toda la familia. Pero cada vez que somos llamados a hacer algo [que considerábamos] difícil, hemos sido bendecidos abundantemente de maneras que no podríamos haber imaginado.
“Un amigo católico me dijo una vez”, ‘Dios no te necesita; tú necesitas a Dios. Es un privilegio estar ocupado al servicio de Dios’”, continuó. “Trataremos de vivir según esa regla y guiarnos por nuestros convenios del templo y los dos grandes mandamientos”.
Acerca del élder Robert M. Daines
Familia: Nació en Bloomington, Indiana, el 28 de julio de 1964, hijo de Robert Henry Daines III y de Janet Lundgren Daines. Se casó con Ruth Ann Glazier en el Templo de Salt Lake el 6 de diciembre de 1988. Son padres de cinco hijos.
Educación: Recibió una licenciatura en estudios estadounidenses y una licenciatura en economía, ambas de la Universidad Brigham Young y un Doctorado en Jurisprudencia de la Facultad de Derecho de Yale.
Empleo: Trabajó como asociado de Goldman Sachs, enseñó en la Universidad de Nueva York y la Universidad de Yale y, además, fue decano asociado y profesor Pritzker de derecho y negocios en la Universidad de Stanford.
Servicio en la Iglesia: En el momento de su llamamiento prestaba servicio como presidente de estaca. Sirvió como misionero de tiempo completo en la Misión Suiza Zúrich. Sus llamamientos anteriores fueron, entre otros, maestro de seminario matutino, líder de la guardería, miembro del sumo consejo y obispo.
