EL CAIRO, Egipto — La reunión sacramental del viernes por la mañana comienza en la casa de alquiler situada entre edificios de apartamentos y residencias en Maadi, un suburbio de calles arboladas en El Cairo, que a su vez está dividido por el río Nilo y flanqueado por arenas y desiertos que parecen no tener fin. La inconfundible melodía de “Soy un hijo de Dios”, el himno de apertura, se cantó tanto en inglés como en árabe.
En una de las áreas metropolitanas más grandes de África, con más de 20 millones de habitantes, surgida de la cuna de un antiguo reino y donde el antiguo horizonte de imponentes pirámides se une ahora a minaretes, mezquitas, castillos y altos edificios modernos, una pequeña reunión de Santos de los Últimos Días de poco más de 100 personas se sienta en silencio, escuchando las enseñanzas y testimonios de un apóstol de los tiempos modernos.
Y a pesar de lo que podría haberse visto como una serie de giros y contrastes con respecto al día, los idiomas, el entorno y las circunstancias, el élder Dieter F. Uchtdorf, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dijo que la reunión sacramental combinada del 14 de abril con miembros de la rama El Cairo (inglés) y de la rama Nile River (árabe) era evidencia del “evangelio universal de Jesucristo y de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en todo el mundo”.
‘Nos une como comunidad’
Al señalar que las oraciones sacramentales de la reunión se habían ofrecido en árabe, el élder Uchtdorf dijo: “Todos sabíamos lo que significaba. Dejamos que el Espíritu nos guiara, el Espíritu nos guiará para entender, sentir y luego actuar”.
He also underscored how the sacrament ordinance can be a uniting experience, despite También subrayó cómo la ordenanza de la Santa Cena puede ser una experiencia unificadora, a pesar de las diferencias. “La Santa Cena es una de esas cosas en las que nos unimos como comunidad de santos”, dijo, y agregó que la mayoría de las ordenanzas se realizan individualmente, el bautismo, la bendición de bebés, las ordenanzas del templo, todo mencionando el nombre.
“Pero la Santa Cena, somos todos nosotros, y nos une como comunidad. Es una de las razones por las que nos encanta reunirnos: participar de la Santa Cena y recordar al Salvador, quien es el centro de todo”, dijo, enfatizando a los miembros de la rama que “Jesucristo es su fortaleza”.
La hermana Harriet Uchtdorf discursó en la reunión junto con el presidente del distrito de El Cairo, Mark R. Spencer, y al presidente de la rama Nile River, Marcous Baher. La hermana Uchtdorf dijo que estaba haciendo su primera visita a Egipto.
Tras reconocer el tesoro histórico de El Cairo, habló de su propia conversión al Evangelio y de su perdurable colección de “tesoros eternos”, incluyendo el conocimiento del plan de salvación, la inspiración del Espíritu Santo y la guía necesaria de los profetas y apóstoles en los últimos días.
Después de la reunión, los miembros de la rama se reunieron con el élder y la hermana Uchtdorf afuera en el patio detrás de la villa para saludar personalmente, disfrutar una comida ligera y tomarse una foto en grupo.
Blessing Yahana, nativa de Nigeria que ahora vive en El Cairo, dijo, “Fue como un sueño hecho realidad. Siempre quise conocer a un apóstol; sí, es la primera vez que conozco a un apóstol y le doy un apretón de manos”.
Inicios de la rama en 1974
La Rama El Cairo es la unidad de la Iglesia que lleva más tiempo funcionando ininterrumpidamente en el Medio Oriente, dijo el presidente Nathaniel A. Ayer, quien señaló que algunas ramas del área pueden haberse creado antes, pero también sufrieron interrupciones en algún momento.
La rama se organizó en 1974 (en inglés), cuando dos estudiantes que llegaron a El Cairo para realizar estudios intensivos de árabe, Dilworth B. Parkinson y John Sharp, se juntaron con Carol Azeltine, profesora de un colegio internacional en los suburbios de Digla, y comenzaron a llevar a cabo reuniones de la Iglesia en el jardín de la universidad estadounidense en el centro de El Cairo. Más tarde, otras personas y familias se mudaron para enseñar, trabajar para compañías petroleras y demás, reuniéndose en los departamentos de unos y otros en Maadi y luego, a partir de 1981, en una villa alquilada.
La actual villa de dos pisos con aire acondicionado en Maadi se ha utilizado desde finales de 1992. Y las reuniones de los Santos de los Últimos Días en El Cairo se llevan a cabo los viernes, considerado por los musulmanes como el día sagrado nacional de la semana, al igual que en Israel se observa el shabbat, el día de descanso judío.
Con un promedio de asistencia semanal de más de 40 personas, la rama hoy en día está compuesta principalmente por personas y familias Santos de los Últimos Días que han venido a El Cairo debido a su empleo en la comunidad diplomática internacional o en los sistemas educativos que apoyan a esas familias, dijo el presidente Ayer, quien dirige un negocio estadounidense a distancia y está en El Cairo con su esposa, Hilary, y sus cuatro hijos.
La rama de El Cairo organiza una videoconferencia Zoom de sus reuniones de los viernes para los miembros que residen en otros lugares de Egipto, Argelia y más allá. “Algunas de estas familias están tan dispersas que no tienen otros jóvenes o miembros en las ciudades donde viven”, dijo el presidente Ayer.
Las restricciones gubernamentales impiden que la rama anuncie su presencia, “pero los miembros de la Iglesia son bienvenidos a unirse a nosotros”, agregó él, refiriéndose a los viajeros y turistas que podrían estar interesados en asistir, y que conocen el horario de reuniones de los viernes por la mañana.
‘La rama es mi fortaleza’
A los 71 años, Phyllis Jensen Ali no solo es la miembro de mayor edad de la rama, sino también la que más ha asistido a una, ya que comenzó en 1984 cuando se mudó con su esposo egipcio y sus tres hijos, todos menores de 4 años, a El Cairo, para que los niños pudieran aprender árabe y poder estar cerca de la familia de su esposo. Después de que su esposo comenzó a trabajar, ella empezó a enseñar en un colegio estadounidense y descubrió que El Cairo era “un lugar maravilloso para criar niños”.
Aparte del regreso de su familia a los Estados Unidos durante varios años en la década de 1990, Ali ha sido un pilar en la rama El Cairo, recordando una villa más pequeña como centro de reuniones y parejas de misioneros que anteriormente dirigieron la rama durante sus cuatro décadas en Egipto. “La rama ha sido mi fortaleza”, dijo, recordando las visitas apostólicas del élder David A. Bednar, de los Doce, hace unos cuatro años, y el élder Jeffrey R. Holland, y el presidente Boyd K. Packer, el fallecido presidente de los Doce, antes de eso.
“Otros miembros deben entender que la Iglesia en El Cairo es la misma dondequiera que vayan”, dijo Ali. “Todavía hacemos las mismas cosas, es una rama muy unida y somos realmente como una familia. Cuando alguien no viene a la Iglesia, miras a tu alrededor y piensas, ‘Tengo que llamarle y ver qué pasa’. Realmente nos cuidamos unos a otros. Y cuando alguien se muda, estamos ahí con ellos ayudándolos”.
Al notar que su esposo no es miembro, Ali dijo: “Él va a la mezquita, yo vengo a la Iglesia y nos reunimos después en casa”.
Ali y Robyn Larsen, miembro de la rama, fueron de las primeras en llegar temprano el viernes y esperar la llegada de los Uchtdorf.
Larsen está en su tercer año de enseñanza en el colegio Schultz American School en Alejandría, a más de 210 kilómetros de distancia en la costa norte de Egipto. Asistir a los servicios religiosos significa para Larsen un viaje en tren o en un auto alquilado de dos a tres horas en cada sentido.
“Tenemos algunos miembros realmente excelentes entre ambas ramas”, dijo Larsen, y agregó que se mantienen en contacto a través de WhatsApp. “Para mí, que soy alguien que está lejos, sigue siendo agradable tener esa conexión. Sé que tengo amigos y gente aquí en las que puedo confiar”.
‘La Iglesia está creciendo en El Cairo’
El Distrito de El Cairo, Egipto, abarca todo el norte de África, desde Marruecos hasta Egipto y Sudán, e incluye una rama en Marruecos y otra en Túnez, y las dos ramas de El Cairo, dijo el presidente Spencer, reconociendo a los miembros dispersos en Alejandría, Argelia y Sudán que se unen a las reuniones de El Cairo a través de Zoom.
Y el distrito incluye angloparlantes; africanos occidentales de habla francesa en Túnez; y hablantes de árabe en Marruecos, Sudán del Sur y entre los cristianos egipcios, dijo el presidente Spencer, quien con su esposa enseña en el colegio donde también asisten sus hijos.
En una reciente visita a Estados Unidos, comparó la distancia del distrito con amigos allí, comparando el tramo de El Cairo a Casablanca, Marruecos, con el de la ciudad de Nueva York, Nueva York, a San Francisco, California. “Eso es cruzar todo Estados Unidos, lo que les ayudó a tener una idea de cuán grande es el área del distrito”.
Los Spencer vivieron en El Cairo anteriormente, de 2006 a 2008, antes de regresar hace varios años. “Es importante que los miembros sepan que la Iglesia en El Cairo está creciendo”, dijo el presidente Spencer, habiendo sido testigo de las diferencias desde su primera estadía hasta hoy, incluyendo la adición de la rama árabe hace varios años.
‘Un miembro de esta familia’
El presidente Baher, de la Rama Nile River, se convirtió a la fe de los Santos de los Últimos Días hace cinco años, más o menos en el tiempo en que los líderes locales de distrito y rama comenzaron a considerar seriamente la formación de una unidad de habla árabe. La membresía de la rama incluye Santos de los Últimos Días que son refugiados de Sudán del Sur y otras áreas de habla árabe, así como cristianos egipcios conversos.
“Podría hablar horas y días contándoles lo que ha sucedido y qué tipo de milagros y cosas asombrosas han ocurrido en los últimos cinco años y en la rama Nile River”, dijo él. “Pero déjenme decirles en una corta oración, ahora tenemos una pequeña familia de hijos de Dios en Egipto que consiste de miembros egipcios y sudaneses y otros, y es una pequeña parte del recogimiento de Israel. Está funcionando en Egipto”.
Mina Sobhy es prueba de ello. El doctor que trabaja en un laboratorio médico local es un converso desde hace varias semanas. Él asistió a las reuniones del viernes, saludando a los miembros de las ramas y a los visitantes por igual, entusiasmado por compartir su conversión y de conectarse en WhatsApp compartiendo pequeñas notas y un mensaje de “Me siento muy honrado y bendecido de conocerlos. Dios los bendiga”.
El presidente de la rama y nativo de El Cairo llama a la rama Nile River “una rama pequeña y prometedora” de alrededor de 50 miembros. “No puedo decir más que ‘Gracias a Dios por mostrarnos un camino y ayudarnos a mostrarles a nuestros hermanos y hermanas un camino’”.
Acompañado por el presidente del distrito, el presidente Baher viajó recientemente para recibir sus investiduras en el Templo de Roma, Italia, y espera lo mismo para otros miembros de la rama. “Al pensar en esta experiencia en el templo, me invade un deseo similar por todos los miembros aquí en Egipto.
El subdirector local del Banco Mundial en Egipto y tutor de inglés resume su crecimiento de cinco años en el Evangelio, “Han sido cinco años de felicidad, paz y gozo. Estoy muy orgulloso de ser miembro de esta familia”.
