El élder Gerrit W. Gong, del Cuórum de los Doce Apóstoles, emitió un sencillo deseo navideño a los oyentes durante el Devocional de Navidad de la Primera Presidencia del domingo. “Que sus tradiciones y recuerdos navideños sean alegres y brillantes. Que nos regocijemos en Jesucristo durante la Navidad y todos los días”.
Hablando desde un púlpito adornado con brillantes flores de Navidad, ramas de pino, bayas de acebo y luces navideñas en el auditorio del Centro de Conferencias el 3 de diciembre para la tradición anual de toda la Iglesia, el élder Gong compartió tres de los pasatiempos navideños favoritos de su familia.
“Con el tiempo, los recuerdos navideños se convierten en tradiciones que pueden profundizar nuestro amor por Jesucristo: el Cordero de Dios, el Hijo del Padre Eterno, el Salvador del mundo”, dijo.
Primero, habló sobre los adornos navideños que cuentan la historia de su familia.
Por ejemplo, sus pequeños adornos de soldados británicos recuerdan a los Gongs una Navidad pasada en Inglaterra como estudiantes de posgrado. “Vivíamos en un apartamento pequeño con un presupuesto estudiantil ajustado. Contamos nuestros centavos antes de comprar un pequeño y desaliñado árbol de Navidad por el que incluso Charlie Brown habría sentido lástima”, recordó el élder Gong.
La hermana Gong usó pinzas para tender la ropa para hacer pequeños adornos de soldados británicos, cada uno con un gorro de lana negro y una sonrisa. Durante 43 años, estos soldados británicos con pinzas para la ropa han permanecido firmes en su árbol de Navidad, recordándoles su primera Navidad de casados.
“Nuestros adornos navideños renuevan cálidos recuerdos de amigos y experiencias en muchos lugares. El feliz y ecléctico desfile de recuerdos navideños de cada año nos hace sonreír”, dijo el élder Gong.
El profeta Alma testificó que el movimiento regular de la Tierra denota que hay un Dios. Para el élder Gong, la rotación anual hacia la temporada navideña cada año le recuerda cómo el tiempo y el espacio pueden ser simultáneamente lineales y circulares, dijo. “Cómo un ‘camino estrecho y angosto’ y ‘un círculo eterno’ pueden ser descripciones complementarias de una realidad de convenio centrada en un niño Cristo nacido en Belén”.
Otra querida tradición de la familia Gong es exhibir Pesebres. “¿No les encanta cómo los pesebres se centran en Jesucristo, invitándonos a hacer lo mismo?” preguntó.
Los pesebres pueden ser de todos los tamaños y configuraciones y estar hechos de diversos materiales. “Nos encanta que los hijos de Dios en todas partes representen al niño Jesús, María, José, los Reyes Magos, los pastores y los animales con escenarios, características y detalles que son familiares y con los que se puede identificarse”, dijo el élder Gong. “Los pesebres también nos recuerdan que Dios ama a todos sus hijos: vemos el amor de Dios en las características de nuestros pesebres y natividades, vengan de donde vengan”.
A los Gong también les encanta leer juntos en voz alta y en familia “Cuento de Navidad” de Charles Dickens.
El élder Gong explicó que el libro fue escrito en una época en la Inglaterra victoriana cuando la gente estaba reconsiderando el significado de la Navidad. “En un momento en el que muchos se sentían inquietos, aislados y solitarios, ‘Cuento de Navidad’ de Dickens abordaba un profundo anhelo de amistad, amor y virtudes cristianas ancladas, tal como Ebeneezer Scrooge encontró paz y curación para su pasado, presente y futuro. “
Entonces como ahora, el verdadero significado de la Navidad acerca a las personas a Jesucristo, nacido como un bebé en un pesebre. “Jesucristo sabe según la carne cómo socorrernos con entrañas llenas de misericordia. Entonces, como ahora, la Navidad celebra la pertenencia al convenio, la comunión y la comunidad en Jesucristo y entre nosotros”, dijo el élder Gong.
Desafortunadamente, muchos piensan en el viejo y gruñón avaro en lugar del nuevo y generoso Scrooge cuando piensan en el personaje. “¿Hay quienes nos rodean, tal vez nosotros mismos, que podrían ser una persona diferente si dejáramos de encasillarlos o estereotiparlos como antes?”, preguntó el élder Gong.
Esta Navidad, tal vez todos puedan recibir — y ofrecer — los preciosos regalos de cambio y arrepentimiento, de perdón y olvido de Jesucristo, unos para otros y para ellos mismos, dijo el élder Gong. “Démosle al nuevo Scrooge que hay en cada uno de nosotros la oportunidad de cambiar”.
El Salvador vino a liberar a los cautivos. “Él puede liberarnos de los fantasmas de nuestro pasado. Él puede liberarnos del arrepentimiento por nuestros pecados y los de los demás. Jesucristo puede redimir nuestro yo egoísta y egocéntrico mediante el renacimiento en Él. ‘¡Que os ha nacido hoy… un Salvador, que es Cristo el Señor!’” (Lucas 2:11).
