La hermana Mary Crandall Hales, esposa del difunto apóstol, el élder Robert D. Hales, falleció el domingo 15 de enero de 2023 en su casa en North Salt Lake a la edad de 90 años.
El presidente Russell M. Nelson describió a la hermana Hales como “una de las mujeres nobles y grandes de esta Iglesia” en sus comentarios en el funeral del élder Hales en octubre de 2017.
“Ella, incansablemente, ha apoyado, sostenido y cuidado a su eterno compañero. Mary, te lo agradecemos. Te honramos. Te amamos”, dijo el presidente Nelson, entonces presidente del Cuórum de los Doce Apóstoles de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Mary Crandall nació en Salt Lake City, Utah, el 6 de agosto de 1932, hija de Gordon Crandall y Elene Clegg Crandall. Tenía tres hermanos y una hermana.
La familia se mudó a California cuando Mary era una niña pequeña, y Mary y sus hermanos asistían a la escuela en Los Ángeles. Después de graduarse de la escuela secundaria, Mary se mudó a Provo, Utah, para asistir a la Universidad Brigham Young, donde estudió nutrición. La familia Crandall se mudó a Nueva York mientras Mary estudiaba en BYU.
El élder Hales vio por primera vez a Mary cuando subía a un autobús en Nueva York mientras visitaba a su familia. Para su sorpresa, la volvió a ver al día siguiente en la Iglesia; ella y su familia eran nuevos en el barrio.
Ellos comenzaron a salir ese verano. En otoño, ella regresó a BYU y él a la Universidad de Utah. Trabajar hasta 60 horas a la semana y dedicar 18 horas a las tareas universitarias agotó a Robert. Con bastante frecuencia, mientras conducía para visitar a Mary en Provo, terminaba durmiendo en un sofá del vestíbulo público mientras Mary, sentada cerca, hacía su tarea. La compañera de habitación de Mary le dijo una noche: “No sé qué ves en ese chico. Todo lo que hace es dormir”.
Mary de hecho vio potencial en “Bob” Hales. Se casaron en el Templo de Salt Lake el 10 de junio de 1953. Son padres de dos hijos, Stephen y David.
“Una de las cualidades que me impresionaron cuando éramos novios es que me escuchaba. Mis sentimientos le importaban y aún le importan”, dijo la hermana Hales a Church News en 1994 cuando el élder Hales fue llamado como apóstol. “No siempre estamos de acuerdo y tenemos nuestras propias opiniones, pero sé que él escucha y valora mi opinión. Eso es muy importante para mí.”
En la misma entrevista, el élder Hales dijo de su esposa: “Ella siempre ha sido un gran apoyo para mí. A menudo cita un proverbio cuáquero: ‘Tú me levantas, y yo te levanto y ascenderemos juntos’. Es un esfuerzo de equipo levantarse y fortalecerse mutuamente; uno da y toma.
“Después de conocerla, nunca salí con nadie más”, continuó el élder Hales. “Estuvimos juntos todas las noches después del trabajo durante los primeros dos meses compartiendo actividades familiares. Ella me ayudaba a lavar mi auto y yo la ayudaba a cuidar a sus hermanos; era como si nunca nos fuéramos a separar”.
Mientras trabajaba en una estación de televisión de Salt Lake City poco después de su matrimonio, Mary ocasionalmente preparaba sándwiches y visitaba a Robert en la estación. “Veíamos las películas para poder editarlas y unirlas en los comerciales. Ella se sentaba conmigo. Esos fueron grandes años”.
Dijo la hermana Hales: “Siempre nos lo hemos pasado bien juntos. … Bob tiene un gran sentido del humor. Es muy cariñoso”.
El presidente Henry B. Eyring habló en el funeral del élder Hales sobre su decisión de aceptar un llamamiento como presidente del cuórum de élderes, arriesgándose a fracasar en sus clases de la Escuela de Negocios de Harvard. Después de orar y analizar el llamamiento, Mary le dijo a Robert: “Prefiero tener un poseedor activo del sacerdocio que un hombre con una maestría de Harvard. Los haremos a ambos.
El presidente Eyring dijo: “Al aceptar ese llamamiento, fueron amigos perfectamente leales del Maestro”.
Mary incluso tapió una sección del sótano sin terminar de su apartamento para que Robert tuviera un lugar tranquilo para estudiar. “No sería lo que soy sin ella”, dijo el élder Hales. “La amo mucho. Ella tiene dones del Espíritu. … Creo que escuchar a mi esposa, además de escuchar al Espíritu Santo, ha sido la influencia más importante en mi vida”.
En relación con la obra del élder Hales, la familia Hales vivió en Inglaterra, Alemania, España y varias áreas diferentes de los Estados Unidos. Robert elogió la tenaz capacidad de adaptación de Mary.
Por ejemplo, cuando se mudaron a Alemania, Robert dejó a Mary y sus dos hijos en Frankfurt y luego voló a Berlín para una asignación temporal. “Mary llevó a los niños a la escuela, aprendió a orientarse en la concurrida autopista y finalmente aprendió a hablar alemán. Esto era típico. Ella siempre ha hecho que funcione”, dijo el élder Hales.
Su nuera, Susan, dijo: “Su relación es 100 por ciento igualitaria; uno no domina al otro. Cada opinión es valorada.”
En el funeral del élder Hales, el entonces élder M. Russell Ballard llamó a Mary la luz de la vida del élder Hales: “Usted siempre ha estado allí para él, sus hijos, sus nietos y otros miembros de la familia”.
Durante su ministerio juntos, la hermana y el élder Hales asistieron a la nueva dedicación del Templo de Anchorage, Alaska, en febrero de 2004, hicieron una vista previa de “Titanic: The Artifact Exhibition” [“Titanic: La exhibición de artefactos”] en mayo de 2004 y enseñaron juntos a nuevos líderes de misión en el Seminario de Liderazgo Misional de 2015.
La hermana Hales murió pacíficamente debido a su edad, según un comunicado de prensa en ChurchofJesusChrist.org (en inglés). La información sobre los servicios funerarios de la hermana Hales aún no se ha anunciado.