Al principio un silencio. Después un murmullo. Y, al final, el bullicio.
Estas fueron las respuestas hace 10 años cuando, durante la conferencia general de octubre de 2012, el presidente Thomas S. Monson anunció la reducción del requisito de la edad para los hombres y las mujeres jóvenes que sirvieran como misioneros de tiempo completo (en inglés) para La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
En su breve discurso de siete minutos para abrir la conferencia general semestral N.o182, que se llevó a cabo en el Centro de Conferencias el 6 de octubre de 2012, el presidente Monson comenzó por comentar sobre la música de la sesión de la mañana, destacando las dedicaciones y rededicaciones de templos durante los seis meses anteriores y anunciando dos templos más — para Tucson, Arizona y Arequipa, Perú.
El silencio
Un silencio se apoderó de la congregación que llenaba completamente el Centro de Conferencias cuando el presidente Monson pasó al tema del servicio misional y recordó cómo la Primera Presidencia y el Cuórum de los Doce Apóstoles habían autorizado que los jóvenes de 18 años de ciertos países sirvieran misiones a esa temprana edad, y también cumplir con las obligaciones militares y las oportunidades de estudio.
Las experiencias exitosas con los misioneros de 18 años, llevó a los líderes de la Iglesia a desear darles esa misma opción de servicio misional a una edad más temprana a todos los jóvenes, sin importar su país de origen, dijo el presidente Monson.
“Me complace anunciar que, entrando en vigor de inmediato, todos los jóvenes dignos y capaces que se hayan graduado de la escuela secundaria o su equivalente, independientemente de dónde vivan, tendrán la opción de ser recomendados para la obra misional a los 18 años en lugar de a los 19”, dijo.
La edad de 18 años era una opción, no una obligación, y se tendrían en consideración a las circunstancias individuales y las indicaciones de los líderes del sacerdocio.
El murmullo
Se produjo un murmullo audible en la congregación cuando el presidente Monson continuó diciendo que habían considerado de forma similar a la edad de las hermanas que desean servir una misión.
“Hoy, me complace anunciar que las jóvenes dignas y capaces que tengan el deseo de server, pueden ser recomendadas para el servicio misional a partir de los 19 años en lugar de los 21”, dijo.
¿Y el bullicio? Eso vino un poco después, con la avalancha de solicitudes misionales que inundó las oficinas de la Iglesia.
Más tarde ese día
En una conferencia de prensa que se llevó a cabo en el vestíbulo del Edificio de las Oficinas de la Iglesia después del anuncio (en inglés), el entonces élder Russell M. Nelson del Cuórum de los Doce Apóstoles y el presidente del Consejo Ejecutivo Misional, dijeron que el asunto había sido estudiado en oración durante muchos meses.
“Esta es una opción que le permitirá a más hombres y mujeres jóvenes disfrutar de las bendiciones del servicio misional”, dijo, señalando que el mandamiento del Salvador a Sus seguidores fue ir a todo el mundo y predicar el evangelio.
“Desde los primeros días de la Iglesia, ese mandamiento se ha cumplido. Más de 1 millón de misioneros en todo el mundo han sido llamados a servir”.
El élder Nelson dijo que la Iglesia ha tenido mucha experiencia con los misioneros de 18 años. “Durante la última década se ha dado autorización para que jóvenes de 48 países sirvan a los 18 años”, explicó.
Ahora, agregó, la Iglesia tendrá una única política para todo el mundo.
El élder Jeffrey R. Holland, también del Cuórum de los Doce Apóstoles y miembro del Consejo Ejecutivo Misional, comentó que muchos padres, futuros misioneros y líderes del sacerdocio se habían quedado sorprendidos por el anuncio.
“No son los únicos que se han quedad sorprendidos”, dijo. “La lista de los que no tenían idea de que esto iba a suceder es larga — incluyendo prácticamente a todas las autoridades generales, excepto la Primera Presidencia y el Cuórum de los Doce”.
Exhortó a los futuros misioneros a que acepten, mejoren y tomen en serio su preparación para la autorización y su dignidad.
El élder Holland también anunció que los períodos de capacitación en los 15 centros de capacitación misional de la Iglesia, existentes en aquel entonces, se reducirían a un tercio, es decir, de tres semanas a dos o de nueve semanas a seis. El CCM de Provo buscaría instalaciones adicionales para alojamiento, instrucción y servicio, y la Iglesia probablemente tendría que crear nuevas misiones para ubicar el aumento de nuevos misioneros, agregó él.
A finales de ese mes — el bullicio
Menos de tres semanas después de la conferencia, un portavoz de la Iglesia explicó como la cantidad de personas que iniciaban el proceso de solicitud para ir a una misión había aumentado significativamente (en inglés).
“Normalmente se inician 700 solicitudes por semana, aproximadamente”, dijo Scott Trotter el 23 de octubre de 2012. “En las últimas dos semanas, esa cantidad aumentó a unas 4.000 a la semana”.
Un poco más de la mitad de esas solicitudes eran de mujeres, añadió.
Cuatro meses después
El 29 de enero de 2013, el élder Nelson y el élder Holland tuvieron una reunión en la escuela Benemérito de las Américas que patrocinaba la Iglesia en la Ciudad de México, México. Allí ambos anunciaron que la escuela cerraría al finalizar el año escolar para reabrir como un nuevo y ampliado Centro de Capacitación Misional de México.
“Necesitamos un CCM inmediatamente; lo necesitamos ahora”, dijo el élder Holland. “Si empezáramos a construirlo mañana, nos llevaría tres años y millones de dólares, ¿y qué haríamos mientras tanto?”
El élder Nelson dijo a continuación que el 29 de enero era un día importante en la historia de la Iglesia. “Este terreno sagrado donde estamos esta noche se volverá aún más sagrado con cada año que pase”, continuó el élder Nelson. “En el futuro se alcanzarán propósitos mejores, más elevaos y más santos, más de lo que nunca se ha hecho antes”.
Seis meses después
En su discurso de bienvenida, al comenzar la conferencia general de abril de 2013, el presidente Monson calificó como “extraordinaria e inspiradora” a la respuesta de los jóvenes élderes y hermanas a su anuncio sobre el cambio de la edad seis meses antes.
“Al 4 de abril, hace dos días, tenemos 65.634 misioneros de tiempo complete que prestan servicio, con otros 20.000 más que han recibido su llamamiento pero que aún no han ingresado a un centro de capacitación misional, y más de 6.000 en el proceso de entrevistas con sus obispos y presidentes de estaca.
“Ha sido necesario que creemos 58 nuevas misiones para dar cabida a eses gran incremento de misioneros”, dijo, añadiendo una invitación para que los Santos de los Últimos Días contribuyan generosamente al Fondo misional general de la Iglesia para ayudar a los muchos misioneros que provienen de circunstancias humildes.
El verano siguiente
Además del comienzo de las 58 nuevas misiones de la Iglesia, y la transformación de la escuela Benemérito para albergar el CCM de México, el Centro de Capacitación Misional de Provo también fue objeto de una ampliación.
En realidad, se trató del agregado al “campus oeste” de dos complejos de apartamentos alquilados (en inglés) con espacio para residencias, oficinas y reuniones. Y como la asistencia combinada excedía con creces el espacio disponible en el campus principal del CCM, los devocionales de los martes por la noche se trasladaron (en inglés) al Marriott Center de BYU.
Un año después
Un año después, el número de misioneros de tiempo complete de la Iglesia había crecido de 58 000 a casi 80 000. A finales de 2013 el total sería de 83 035.
El élder David F. Evans, en aquel entonces director ejecutivo del Departamento Misional, informó que, ahora, las hermanas representaban el 24 % de los misioneros, en comparación con el 15 % en el momento del anuncio del cambio de la edad.
Cinco años después
En 2017, la Iglesia alcanzó un máximo histórico de 421 misiones en todo el mundo, lo cual representó un aumento de 174 ya que al momento del anuncio del cambio de edad había 247 misiones en operación.
Y mientras el “campus oeste” del CCM de Provo ya había vuelto a funcionar como un complejo de apartamentos residenciales después de haber sido usado por dos años durante la “la ola” de misioneros en capacitación, el CCM celebró una casa abierta después de pasar por un importante proyecto de ampliación.
Los dos nuevos edificios de seis pisos del CCM de Provo (en inglés) contaban principalmente con salones de clases rediseñados y grandes salas de reuniones, además de áreas de estudio tanto interiores como exteriores para mejorar la experiencia durante la capacitación. La capacidad del CCM aumentó a 3.700 élderes, hermanas y misioneros mayores.
También se realizaron ampliaciones a los CCM de México, Ghana (en inglés) y Filipinas (en inglés) para continuar con la capacitación de los nuevos misioneros en todo el mucho.
Hoy
Según las estadísticas de fin de año de la Iglesia, el total de misioneros de proselitismo de tiempo completo en 2021 era de 54 539, con 36.639 misioneros de servicio adicionales. Estas cifras son superiores a las del final del año anterior de la pandemia de 2020 — con 51,819 y 30,527, respectivamente.
Y el número total de misiones de la Iglesia en todo el mundo ha vuelto a subir a 411 en 2022, después de que las fusiones y reorganización de los límites resultara en una caída a 399 misiones en 2019.
En los 10 años que han transcurrido desde octubre de 2012 en que se anunció la reducción en la edad, se han producido muchos otros cambios y actualizaciones importantes — desde la forma en que los misioneros se comunican con su familia (en inglés) hasta los cambios en la vestimenta y desde la ampliación de algunos CCM hasta el cierre de otros.
Ah, y no hay que olvidar el impacto de la pandemia de la COVID-19 en 2020 y 2021. Decenas de miles de misioneros fueron relevados anticipadamente o reasignados a misiones en sus países de origen, se suspendieron las operaciones regulares de los CCM, la capacitación de los misioneros pasó a ser en línea, los misioneros aprendieron nuevos y eficaces modos de enseñar y de comunicarse a través de las redes sociales y la tecnología digital. Desde entonces, los CCM han vuelto a abrirse y con un sistema de capacitación híbrido de formación en línea y presencial.
La edad de 18 años para los élderes y de 19 para las hermanas parecen ser tan naturales y comunes que resulta necesario mencionar el décimo aniversario del cambio de edad para recordar lo monumental que fue el anuncio en el otoño de 2012.
El éxito de “la ola” de misioneros m jóvenes en la Iglesia de Jesucristo — su preparación, su transición y su servicio — ha hecho que lo que antes era la excepción se convierta en la norma.