En un devocional para jóvenes adultos del Área México el domingo, 23 de octubre, el élder Gerrit W. Gong, del Cuórum de los Doce Apóstoles, habló sobre el amor y el deseo del Salvador de bendecir a cada uno de los hijos de nuestro Padre Celestial.
“No importa si usted es de la primera generación o la quinta generación. Cada uno de nosotros puede ser un fuerte eslabón de unión en nuestra familia eterna”.
El evento fue transmitido desde Cancún, México, y fue visto por más de 10 000 jóvenes adultos en todo el país.
El élder Gong compartió la historia de conversión de su madre, que ahora tiene 96 años. Ella fue la única de nueve hijos que se bautizó. Sin embargo, ella ha sido fiel y constante toda su vida, dijo él.
El élder Gong les dijo a los jóvenes adultos que tal vez sean los únicos miembros de la Iglesia en sus familias, que deben continuar firmes en la Iglesia y bendecir a las generaciones pasadas y futuras.
El élder José A. Teixeira, de la Presidencia de los Setenta, dijo que cerca de 2000 jóvenes misioneros serán llamados a servir desde México este año.
“Podemos sentir su fidelidad al verlos juntos hoy”, dijo él.
El élder Teixeira reflexionó sobre el progreso que se ha logrado en México y dijo que hay aún más por venir en el futuro.
“Y ustedes son parte de este gran milagro”, dijo él.
El élder Gong presentó tres temas para su charla con los jóvenes adultos — cimiento espiritual; fe, familia y futuro; y este es el tiempo de México.
El cimiento espiritual
El élder Gong preguntó qué hacen los jóvenes adultos para fortalecer sus cimientos espirituales.
Las respuestas incluyeron leer las Escrituras, asistir al templo (el templo más cercano a Cancún está en Mérida, a cuatro horas de distancia) y hacer la obra de historia familiar.
El élder Hugo Montoya, Setenta Autoridad General y presidente del Área México de la Iglesia, dijo que él y su esposa, la hermana Carmen Montoya, tenían que viajar a la Ciudad de México o a Mesa, Arizona, para ir al templo cuando estaban recién casados.
Viajaron con otras parejas que también ahorraban para hacer un viaje al templo por año.
El élder Adrian Ochoa, Setenta Autoridad General y primer consejero de la presidencia del Área México, dijo que él oraba cada mañana para recibir fortaleza después de que él y su esposa, la hermana Nancy Ochoa, fueran sellados.
“Pensar en la eternidad me dio la energía que necesitaba para ser un mejor esposo y escuchar a mi esposa y ser uno con ella”.
El élder Sean Douglas, Setenta Autoridad General y segundo consejero de la presidencia del Área México, dijo que él y su esposa, la hermana Ann Douglas, tratan de leer juntos al menos un versículo de las Escrituras todos los días. Ellos han hecho de eso una prioridad durante 37 años de matrimonio.
Prestar servicio en el templo y hacer la obra de historia familiar se destacó para la hermana Susan Gong.
“Estoy muy entusiasmada con la historia familiar. Es un tipo de servicio”, dijo ella. “Muchos tipos de servicio nos ayudan a comprendernos mejor a nosotros mismos, a otras personas y a nuestra relación con el Padre Celestial”.
“El servicio con nuestras familias es siempre una prioridad y siempre trae bendiciones”.
El élder Gong enseñó sobre la memoria muscular espiritual y los beneficios de tomar buenas decisiones antes de que llegue la tentación. Ya sea que la decisión involucre pornografía, alcohol, cigarrillos u otras tentaciones, el élder Gong dijo que saber cuál es la decisión correcta de antemano es mejor que elegir en el momento.
“Si hay algo en su vida en lo que necesitan arreglar la memoria en el músculo, ¿decidirán hacerlo hoy?” preguntó él.
Reconociendo que los demás también están arreglando su memoria muscular espiritual, el élder Gong invitó a ser amables en las interacciones con los demás.
“En la Iglesia, debemos ser los más amables, los más abiertos a todo el mundo”, dijo él. “Juzgamos menos y perdonamos más, mientras obedecemos los mandamientos y compartimos las bendiciones de hacerlo”.
Fe, familia y futuro
El élder Ochoa habló sobre el día en que él y su esposa se sellaron en el templo.
“Ese momento me ayudó a reconocer que nuestra familia no sería hasta que la muerte nos separe. Esta sería eterna.
“Esto me hizo confiar mucho más en Dios y tener más fuerza para seguir adelante y hacer las cosas que tenía que hacer”.
El élder Gong invitó a un asistente a leer Doctrina y Convenios 38:30: “Si estáis preparados, no temeréis”.
Para ilustrar cómo la preparación puede funcionar en la vida de una persona, el élder Gong compartió una historia sobre avanzar hasta donde las luces de un automóvil iluminan el camino. Él explicó que los faros sólo iluminan hasta cierto punto del camino. Pero a medida que el coche avanza, la luz también avanza para iluminar el camino.
Identidad eterna
El élder Gong habló sobre algunas características que se deben buscar en un posible cónyuge.
“Si quieren saber cómo es el corazón de alguien, observen de qué se ríe. El humor les dice mucho sobre una persona. Elijan a alguien que se ría con ustedes, no a alguien que se ría de los demás”.
El élder Gong dijo a los miembros de la audiencia que también deben ser amables consigo mismos.
“Cuando regresen a casa esta noche y se miren en el espejo, por favor, véanse como el Señor los ve.
“Y luego, cuando se miren unos a otros, ¿pueden también aprender a verse como nos ve el Señor? Juzgamos demasiado el exterior”.
El élder Gong compartió las palabras de 1 Samuel 16:7 donde el Señor enseña: “Jehová no mira lo que el hombre mira; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón”.
“Cuando vayan a buscar a su compañero(a), miren el corazón, miren su potencial, miren su amor por el Señor, miren su deseo de servir”.
Este es el tiempo de México
El élder Montoya dijo que entiende que algunos en Cancún se pregunten por qué no tienen un templo más cerca de ellos.
Veintitrés templos son una bendición para México, dijo el élder Montoya. Independientemente de lo cerca que uno viva de un templo, es importante guardar los mandamientos y ser digno de una recomendación para el templo, dijo él.
Al terminar la reunión, el élder Gong compartió su testimonio en español con los jóvenes adultos.
“Dios es nuestro Padre. Él vive. Él nos ama a cada uno de nosotros, uno por uno”, dijo el élder Gong.
Él invitó a los jóvenes adultos a acercarse más al Padre Celestial y a Jesucristo a través del servicio y la adoración en el templo. Dijo que el templo es realmente la casa del Señor y que Él les dice a todos: “Mi casa es su casa”.
