Presidenta Camille Johnson: ¿Qué deben hacer las mujeres y los hombres para tener acceso al poder del sacerdocio?

Nota del editor: Church News invitó a la presidenta Camille N. Johnson, presidenta general de la Sociedad de Socorro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, a escribir un ensayo sobre cómo acceder al poder del sacerdocio. Lea a continuación el ensayo de la presidenta Johnson.

“Necesitamos mujeres que sepan cómo acceder al poder que Dios pone a disposición de los que guardan los convenios”.

Esta es la súplica de nuestro Profeta, el presidente Russell M. Nelson, a las mujeres de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Añadió: “El reino de Dios no está completo, ni puede estarlo, sin las mujeres que hacen convenios sagrados y los guardan; mujeres que puedan hablar con el poder y la autoridad de Dios” (“Una súplica a mis hermanas”, Liahona, noviembre de 2015).

¿Cuál es el poder que Dios pone a disposición de los que guardan los convenios? Es el poder del sacerdocio, que “fluye hacia todos los miembros de la Iglesia, hombres y mujeres, a medida que guardan los convenios que han hecho con Él” (Manual general: Servir en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, 3.5). Los convenios se hacen en relación con las ordenanzas del sacerdocio en las que “se manifiesta el poder de la divinidad” (Doctrina y Convenios 84:20).

¿Qué deben hacer las mujeres y los hombres para tener acceso al poder del sacerdocio?

“El poder [del sacerdocio] proviene de la rectitud personal” (Temas del Evangelio, “El sacerdocio”). Está disponible para los miembros de la Iglesia que hacen convenios en el bautismo y en la casa del Señor y que los guardan. El presidente Nelson enseñó durante la conferencia general de noviembre de 2019: “Toda mujer y todo hombre que hace convenios con Dios y los guarda, y que participa dignamente en las ordenanzas del sacerdocio, tiene acceso directo al poder de Dios” (“Tesoros espirituales”, Liahona o Liahona, noviembre de 2019). Mediante la rectitud personal invitamos al poder del sacerdocio de Dios a fluir en nuestra vida.

¿Cómo utilizan las mujeres y los hombres el poder del sacerdocio?

Tenemos el derecho de acceder al poder del sacerdocio en virtud de la dignidad personal. Entonces, ¿qué debemos hacer para utilizar el poder del sacerdocio al que tenemos acceso? ¿Cómo llenamos nuestras vasijas con el poder del sacerdocio que ya está fluyendo para que podamos usarlo?

El presidente Nelson reconoció con franqueza en su discurso de 2019 que el proceso para utilozar el poder del sacerdocio, “el poder del Salvador”, no está “explicado en ningún manual”. Más bien, el Profeta invitó a las mujeres a hacer del Espíritu Santo “su tutor personal mientras tratan de entender lo que el Señor quiere que sepan y hagan. Este proceso no es rápido ni fácil, pero es espiritualmente vigorizante. ¿Qué podría ser más emocionante que trabajar con el Espíritu para comprender el poder de Dios, el poder del sacerdocio?”.

He emprendido un ejercicio espiritualmente vigorizante para comprender lo que debo hacer para utilizar el poder del sacerdocio. Ha sido un examen muy personal, uno que está en curso.

La sección 25 de Doctrina y Convenios es instructiva para mí. La revelación fue dada a Emma Smith a través de José Smith en julio de 1830, poco después de que se organizara la Iglesia. Si bien la revelación estaba dirigida a Emma, ​​era la “voz del Señor para todos” (Doctrina y Convenios 25:16). A Emma y a nosotros se nos aconsejó “desecharás las cosas de este mundo y buscarás las de uno mejor”, “adhiérete” a nuestros convenios, regocíjate, se manso y cuídate del orgullo, y guarda los mandamientos “continuamente” (Doctrina y Convenios 25:10, 13–15).

Estoy aprendiendo que, para utilizar el poder del sacerdocio, debo hacer más que solo obedecer los mandamientos. Debo dejar de lado las cosas de este mundo y consagrar mis talentos, tiempo y recursos a Dios. Es un tipo de compromiso de corazón, alma, mente y fuerza con la obra de salvación y exaltación, el recogimiento de Israel, que me permite utilizar el poder del sacerdocio con el que he sido investida.

“Aquellos que están investidos en la casa del Señor reciben el don del poder del sacerdocio de Dios en virtud de su convenio, junto con el don del conocimiento para saber cómo utilizar ese poder”, dijo el presidente Nelson.

Tal como él prometió, cuando me comprometí a examinar mi vida “meticulosamente”, el Espíritu Santo me instó a “lo que ya no es necesario, lo que ya no es digno de mi tiempo y energía”. Hice una lista: “¿Qué cosas hago en un día/semana/mes?” Luego me hice la pregunta a mí misma, con una oración en mi corazón: “¿Qué cosas ya no son dignas de mi tiempo y energía?” Tal y como sugirió el Profeta, las cosas que alguna vez parecieron importantes perdieron prioridad, y algunas actividades fueron tachadas de mi lista por completo, porque, aunque aparentemente inofensivas, eran una distracción.

Mi autoexamen no fue un ejercicio de una sola vez. Estoy aprendiendo que un examen meticuloso de mi tiempo y energías es, como dijo el presidente Nelson, un “proceso de toda la vida el de consagrar mi vida al Señor” y ha cambiado mi comprensión de lo que debo hacer para utilizar el poder del sacerdocio al que tengo acceso si guardo mis convenios.

¿Con qué propósito acceden y utilizan las mujeres y los hombres al poder del sacerdocio?

Mujeres, hombres y niños tienen acceso y utilizan el poder del sacerdocio, el poder del Salvador, para ayudar a las personas que aman (presidente Dallin H. Oaks, “El sacerdocio de Melquisedec y las llaves”, Liahona, mayo de 2020). Las bendiciones del poder del sacerdocio disponibles para todos los miembros de la Iglesia que guardan sus convenios — mujeres, hombres y niños — incluyen:

• Orientación para sus vidas.
• Inspiración para saber cómo servir a los miembros de la familia y a los demás.
• Fortaleza para soportar y superar los desafíos.
• Dones del Espíritu para magnificar sus habilidades.
• Revelación para saber cumplir la obra para la que son ordenados, apartados o asignados.
• Ayuda y fortaleza para llegar a ser más como Jesucristo y el Padre Celestial (Manual general, 3.5).

El Salvador es la fuente de todas estas bendiciones. La guía, la inspiración, los dones del Espíritu y la revelación viene a todos por medio del Espíritu Santo, enviado por el Padre en el nombre del Salvador. El Salvador explicó:

“No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. …

“Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho” (Juan 14:18, 26).

Las bendiciones de fortaleza para soportar y superar los desafíos y la ayuda y la fuerza para llegar a ser más como Jesucristo y nuestro Padre Celestial están disponibles a través de la expiación de Jesucristo.

El poder del sacerdocio y las bendiciones asociadas con él, fluyen hacia nosotros y podemos recurrir a él para bendecirnos a nosotros mismos y a los demás a medida que nos unimos gozosos al Salvador por medio de convenios y ordenanzas.

Según mi experiencia, el poder del sacerdocio, particularmente aquel con el que he sido investida en la casa del Señor, amplía la compañía del Espíritu Santo y mi comprensión de la expiación de Jesucristo. Cuando accedo al poder del sacerdocio y lo uso, soy un instrumento más útil en las manos de Dios para ayudar a Sus hijos a regresar a Él y a su hogar celestial. El poder del sacerdocio aumenta mi capacidad.

Hermanas y hermanos, el poder del sacerdocio de Dios es accesible. Él desea compartirlo con ustedes. Es suyo para utilizarlo, debe desarrollarse y puede aumentarse (Doctrina y Convenios 121:45, “El precio del poder del sacerdocio”, Liahona, mayo de 2016) para bendecir su vida y la vida de los demás. Este “destilará sobre tu alma como rocío del cielo” (Doctrina y Convenios 121:45) si realizas con regularidad la obra espiritual para que siga fluyendo.

Los cielos están tan abiertos para las mujeres que están dotadas con el poder de Dios que emana de sus convenios del sacerdocio como para los hombres que poseen el sacerdocio, dijo el presidente Russell M. Nelson durante la sesión de mujeres de la conferencia general de octubre de 2019.

“Ruego que esa verdad se grabe en el corazón de cada una de ustedes, porque creo que les cambiará la vida. … me gustaría dejarles una bendición, de que puedan comprender el poder del sacerdocio con el que han sido investidas y que aumenten ese poder ejercitando su fe en el Señor y en Su poder”.

Hablando durante la sesión de mujeres de la Conferencia General Semestral N° 189, el presidente Nelson abordó el tema “Tesoros espirituales”. Apenas tres días después de anunciar un cambio de política histórico que permite a mujeres, jóvenes y niños servir como testigos de las ordenanzas bautismales y de sellamiento realizadas dentro y fuera de los templos, el presidente Nelson se dirigió a las mujeres sobre el poder del sacerdocio, los convenios y los templos sagrados.

El presidente Nelson invitó a las mujeres Santos de los Últimos Días a estudiar en oración todas las verdades que puedan encontrar sobre el poder del sacerdocio. “Conforme aumente su comprensión y ejerzan fe en el Señor y en el poder de Su sacerdocio, aumentará su capacidad para recurrir a ese tesoro espiritual que el Señor ha puesto a su alcance. Al hacerlo, se encontrarán en mejores condiciones para ayudar a crear familias eternas que estén unidas, selladas en el templo del Señor y llenas de amor por nuestro Padre Celestial y Jesucristo”.

En 2020, en un esfuerzo por ampliar la invitación del Profeta para que las mujeres busquen una comprensión del poder del sacerdocio, Church News se unió a las presidencias generales y los consejos asesores de la Sociedad de Socorro, las Mujeres Jóvenes y la Primaria para crear una serie de artículos que comparten historias personales, experiencias y pensamientos sobre el poder del sacerdocio.

Estos artículos se pueden encontrar en la sección “Mujeres del Convenio” del sitio web de Church News.