“El Salvador del mundo: Su nacimiento y resurrección” (en inglés) es un drama musical que presenta La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en el Teatro del Centro de Conferencias todos los años durante la temporada navideña.
El espectáculo se presentó por primera vez hace casi 24 años, el 28 de noviembre de 2000. Cada año, un grupo de actores y personal de apoyo le da vida a la historia sagrada de Jesucristo, al representar no solo Su nacimiento sino también Su resurrección. Más allá de los acontecimientos bíblicos, la obra se convierte en una plataforma para el fortalecimiento del testimonio personal, el crecimiento espiritual, y en una oportunidad única para los participantes de experimentar el amor de Cristo.
Este espectáculo se compone de dos actos. Uno refleja las circunstancias que condujeron al nacimiento del Salvador —un momento de asombro y maravilla. El segundo culmina con Su victoria sobre la muerte y Su Resurrección —un momento de triunfo victorioso que trae consigo redención y sanación a todos.
Para el elenco y el personal de apoyo, la obra “Savior of the World” (Salvador del Mundo), es un espacio en el cual las pequeñas contribuciones individuales se suman para dar forma a un mensaje colectivo lleno de fuerza. Ya sea cantando con sincera convicción, representando a un conocido personaje bíblico o trabajando entre bastidores para crear un espectáculo fluido, cada integrante aporta su toque personal.
Al reflexionar sobre sus experiencias, varios de los integrantes del elenco y del equipo de apoyo hablaron del profundo crecimiento espiritual que supone representar a personas que realmente existieron, que lucharon con fe, esperanza y confianza en los planes de Dios. La obra sirve para recordar que el nacimiento y la Resurrección de Cristo no son acontecimientos históricos lejanos, sino momentos importantes que pueden cambiar la vida de las personas hoy en día. El espectáculo “El Salvador del mundo” hace que las historias de las Escrituras cobren vida y esto continúa conmoviendo el corazón año tras año.
‘Ven, oh, Cristo’

Al levantarse el telón para comenzar el espectáculo, una multitud de ángeles saludan al público cantando “Ven, oh, Cristo”. El grupo de ángeles vestidos de blanco resplandeciente es salgo que se ve a lo largo de toda la obra.
Peter Anderson, de 16 años, compartió su experiencia representando a un ángel: “Al mirar hacia abajo desde la fila de columnas (columnata) me viene a la mente la idea que en verdad existe una columnata [de ángeles]. Antes imaginaba el cielo como algo muy distante, [pero ahora] siento que esa columnata está cerca, [y allí hay] ángeles de pie observándonos”.
El elenco está formado por familias y personas, desconocidos y amigos, que crean un entorno donde puede morar el Espíritu. Todos con un solo propósito y dando testimonio de Jesucristo a través del canto; de este modo, el elenco y el equipo de apoyo cuentan la historia de Jesucristo y dan testimonio de Su Segunda Venida.
“Es un vislumbre de Sion,” dijo Mikayla Richins, que está disfrutando de “El Salvador del mundo” por primera vez. “Cuando la gente se reúne con el único propósito de enseñar y testificar de Jesucristo, esto cambia el corazón; cambia la mente. Y de allí surge el verdadero poder”.
Jake Slater —que interpreta el papel de José junto a su esposa Susan Slater, que representa a María, la madre de Jesús— compartió lo impactante que es ver estas historias representadas en el escenario. “Es fundamental rodearse de [cosas] buenas y positivas… Queremos estar con los creyentes; [es] una comunidad fuerte que siempre he apreciado”, dijo.
Susan Slater reflexionó sobre la influencia de las canciones en su testimonio. “La música es una parte muy importante de la adoración”, dijo. “Pienso que, a veces, la gente es más receptiva a sentir emociones o el Espíritu cuando escucha o canta música”.
Amanda Noyce, que ha participado en el espectáculo durante tres años, habló sobre cómo este le ha ayudado y [además] ha fortalecido su testimonio.
“Me ha demostrado que se puede testificar de Jesucristo, ser un ejemplo de Él de muchas maneras. Tener la oportunidad de actuar y compartir mi testimonio a través de canciones, mi actitud y otro tipo de cosas ha sido una experiencia verdaderamente fantástica para mí”, dijo Noyce. “El Señor quiere que desarrollemos nuestros talentos, y quiere que hagamos las cosas que nos gustan; y que testifiquemos de Él haciendo las cosas que ya nos gustan”.
‘Le daré a Dios este momento’

La obra “Savior of the World” (El Salvador del Mundo) está formada por un elenco de 400 personas, aproximadamente, equipo técnico, expertos en peluquería, maquillaje y vestuario, además de los directores musicales y de producción. Para muchos de ellos, los ensayos tienen lugar a una hora (y a veces, más) de sus hogares; comienzan en septiembre y las presentaciones terminan a finales de diciembre.
Para algunos implica un sacrificio, pero es uno que aceptan con disposición y entusiasmo.
Jaimie King, quien participa con su hijo Andrew en la obra por primera vez, relata cómo fue dejar a sus otros hijos en casa con su esposo para ir a los ensayos o a las actuaciones.
“Juntos recorremos un trayecto en auto que toma un poco menos de una hora. [Cuando le] conté esto a alguien, me respondió: ‘¡Vaya! Eso es un sacrificio tremendo’. Entonces, Jaimie agregó que su esposo dice que lo siente como un honor.
“Regreso a casa satisfecha; me siento satisfecha cada vez que voy”, dijo. “También, cuando vuelvo a casa estoy de buen humor y me siento mejor”.
Heather Steed, que también participa en la obra por primera vez, explicó cómo era interpretar el papel de Elisabeth. Dijo que se identificaba con el anhelo de recibir respuestas a sus oraciones, pero que confiar en Dios implica confiar en Su tiempo y en el plan que Él ha trazado.
“Muchos de nosotros luchamos hasta el final de la vida con desafíos que sabemos que el Señor podría solucionar en un instante”, añadió Steed.
Además, ella espera que la gente que asista y que esté enfrentando desafíos sienta esperanza y “que puedan sentirse más preparados para sobrellevar las cosas que deben enfrentar”.
En una escena, Elisabeth y Zacarías hablan sobre sus esperanzas y sueños, en ese momento ella le canta su esposo sobre las cosas a las cuales está dispuesta a renunciar para ser lo que Dios quiere que sea.
Pondré a sus pies mis planes y mis sueños,
Abandonaré mis angustias y desvelos.
Consagraré a Dios este momento para que llene mi alma de gozo.
Le daré más para siempre,
Y entonces Él permanecerá a mi lado.
‘Él vendrá a salvarnos’

Anticipando el nacimiento del Salvador, el coro declara: “Él vendrá a salvarnos”.
Detrás de cada escena, cada traje y cada transición, muchos trabajan incansablemente sin que se note.
Rachel Ciarlante, que interpreta a María, la madre de Santiago, también vive esta experiencia de formar parte de la obra “El Salvador del Mundo” por primera vez.
“Me ha sorprendido la amabilidad de todos los directores. Su principal deseo es que tu testimonio aumente, que comprendas mejor a Jesucristo. Nos dirigen con [eso en mente]”, dijo.
Karli Welch, que interpreta a María, habló de la guía que recibió de los directores al decir: “Quieren que verdaderamente te esfuerces por ser tú misma … y que sientas las palabras en el corazón”.
James Bartholomew, un integrante del equipo de escenografía que ha sido parte de la obra por varios años, expresó cómo encuentra “más satisfacción al apoyar a otros cuando dan su testimonio a través de la palabra”.
Agregó que comparte su testimonio al cerciorarse que el espectáculo se desarrolle sin problemas, eliminando errores y dificultades técnicas.
“[Siento que] hay algo profundamente gratificante cuando puedo compartir mi testimonio al trabajar con un taladro, unas llaves inglesas, moviendo las diferentes piezas del decorado o arreglando el escenario”, añadió.
Jalaire Salmond, el director de escena, ha sido parte del espectáculo desde 2012.
“Para mí, [la manera en que comparto] mi testimonio con la audiencia es a través de mis esfuerzos para que el espectáculo se lleve a cabo sin problemas, porque cuanto menos distraídos estén con [otras] cosas, más se pueden concentrar en la historia [y] en el Salvador”, dijo.
‘Gloria a Dios en las alturas’

Al concluir el primer acto, los pastores proclaman las nuevas de gran gozo y “Gloria a Dios en las alturas” por el nacimiento del Salvador.
Andrew King, quien interpreta a un joven pastor que se ve en medio de la multitud de ángeles, dijo: “Es como ver el cielo”.
King declaró que es un privilegio participar y, además, al hacerlo, su testimonio del Salvador ha crecido.
“Él nació para mí, para que yo pudiera estar con Él, y Él tiene tiempo para mí. Aunque yo no parezca algo grandioso para el mundo, Él me conoce y me ama”.
El primer acto culmina con el nacimiento del niño Jesús y la celebración de Su nacimiento.
‘Cristo el Señor ha regresado’

Al comenzar el segundo acto, el tiempo ha avanzado más de tres décadas. Pedro, Santiago y otros personajes rodean la tumba donde han sepultado a Jesucristo crucificado. Al retirarse, la columnata de ángeles canta que no hay que desesperar, pues “Cristo el Señor ha regresado”.
En una escena, varias mujeres de las Escrituras, como María, la madre de Santiago; Salomé; y Juana, comparten su experiencia después de ver al Salvador resucitado.
Richins, que es una de las mujeres de esta escena, dijo que le llamó la atención la letra de una canción: “La oscura noche del Calvario ha terminado. Cristo el Señor ha regresado”.
“Hablan de que, literalmente, la noche oscura ha terminado”, dijo Richins. “Pero me gusta pensar que cada uno de nosotros tiene, tal vez, su propia noche oscura del Calvario. Con Jesucristo, por fin, [esto] ha terminado. Esa no tiene que ser nuestra historia para siempre; a través de Su gracia, Su Resurrección y Su sacrificio expiatorio, hay una salida. Él nos muestra el camino para vivir de nuevo”.
Leland Anderson, el padre de Peter Anderson, lo expresó con sencillez: “Nos asombra el hecho de que [Jesús] llegara a un establo y se lo hiciera saber a los pastores y descendiera hasta el más humilde de los lugares. Lo cual demuestra que Él también descendería a lo más bajo de nuestra vida para ayudarnos y rescatarnos”
La representación en el escenario de la visita de Jesucristo a Sus apóstoles en el aposento alto es un momento que muchos han considerado como profundamente reverente y conmovedor.
Cameron Blake, que participa en el espectáculo junto a dos de sus hijos, Samuel y Eliana, describe su experiencia como “serena”, al representar a un apóstol viendo al Cristo resucitado.
“Hay un momento en que los apóstoles se sorprenden (y en las escrituras dice que se sorprendieron), por eso [el Salvador] les dice: ‘Paz a vosotros’ y esa paz llega de verdad. La paz del Salvador llega gracias a su expiación”, afirmó Cameron Blake.
‘Ven, Señor Jesús, ven’

Cuando el público asiste al espectáculo, cada persona puede oír las mismas palabras y ver las mismas personas y, sin embargo, sentir algo diferente.
Para la interpretación final de “Come, Lord Jesus,” (Ven, Señor Jesús) el equipo de dirección instruyó a cada integrante del elenco que se pusiera de pie sólo cuando sintiera que era el momento adecuado. Jaimie King dijo que cuando se levanta, está “de pie sin ninguna duda, y puedo declarar que lo elijo a Él”.
Mary Anderson, la esposa de Leland Anderson, expresó su emoción por esta oportunidad de compartir lo que el elenco ha estado preparando y cómo han sido inspirados por el Espíritu Santo.
“Tenemos la posibilidad de vivir esta experiencia como elenco, al sentir el Espíritu, … pero después podemos compartirla con todos los demás”, dijo.
















