Mientras servía como presidente de misión de la Misión Dinamarca Copenhague de 2021 a 2024, Leif Mattsson ayudó a organizar dos conciertos en Dinamarca y Suecia.
Los conciertos contaron con música de artistas de talla mundial que son miembros de la Iglesia. La Iglesia tiene una presencia histórica en ambos países, y estos conciertos dieron a los Santos de los Últimos Días la oportunidad de invitar a amigos y vecinos a un evento que mostró los talentos de los demás miembros de la Iglesia.
Después del éxito que presenció con esos conciertos, sintió la impresión de ver si se podía hacer lo mismo en Reykjavik, Islandia, que se encuentra dentro de los límites de la misión de Copenhague. En Islandia, la Iglesia no es conocida tan bien, especialmente no con su nombre completo. Un concierto en Islandia tendría un doble propósito: presentar a miembros talentosos de la Iglesia y consolidar el nombre completo de la Iglesia — La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días — entre los islandeses.
Islandia es el hogar de casi 400 000 personas, y un poco más de 400 de ellas son miembros de la Iglesia. La creciente diversidad de Islandia se refleja en sus ramas de la Iglesia. Mattsson dijo que una rama tiene islandeses, filipinos y africanos que sirven juntos. Se ha creado otra rama para la creciente población hispanohablante de Reykjavik.
Pero la Iglesia aún carece de un reconocimiento generalizado entre muchos de los que viven en el país.
“Sentí firmemente que debía hacer todo lo posible para levantar el ánimo de los miembros de Islandia y hacer que los lugareños sean conscientes de la presencia de la Iglesia”, dijo Mattsson.
Se puso en contacto con los líderes locales de la Iglesia, y dijeron que a ellos y a los misioneros que sirven en Islandia les encantó la idea del concierto. Mattsson asignó al élder Tony Tibbitts, un misionero mayor que estaba prestando servicio como primer consejero en el Distrito Reykjavik, Islandia, para que presidiera un comité organizador para el concierto.
Mattsson habló con Angela Brower, una cantante mezzosoprano originaria de Arizona que ahora vive en Munich, Alemania. Brower se ha presentado en teatros de ópera por toda Europa. Luego, Emily Moffatt, también miembro de la Iglesia, aceptó unirse al concierto. Moffatt es de Los Ángeles, California, y ha sido la voz cantante de Cenicienta para Disney, entre otros logros musicales. Finalmente, el grupo vocal femenino Unitone también se unió al cartel del concierto. Las tres parejas de hermanas suecas que componen Unitone también son miembros de la Iglesia y han cantado juntas desde la Primaria.
Los miembros de la Iglesia con vínculos con Islandia, incluyendo misioneros retornados que sirvieron en la zona, ayudaron a financiar el concierto y la participación de las cantantes, dijo Mattsson.
Mientras Mattsson trabajaba para conseguir músicos, uno de sus antiguos consejeros de la presidencia de misión se esforzaba por encontrar otras organizaciones de la zona para incluirlas en el concierto. Olafur Einarsson se reunió con el Grupo Interreligioso de Islandia y los invitó a asistir también.
El concierto “La esperanza se levanta” se convirtió en una forma de mostrar apoyo a la Asociación Islandesa de Búsqueda y Rescate, conocida como ICE-SAR, y a sus 6000 voluntarios. La Iglesia hizo una donación para ayudar a ICE-SAR a comprar radiobalizas indicadoras de posición de emergencia necesarias para los miembros de sus equipos de rescate voluntarios.
Mattsson dijo que la donación de radiobalizas fue significativa para los miembros de la Iglesia de mucho tiempo atrás debido a algo que dijo el entonces élder Russell M. Nelson cuando, como miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles, visitó Islandia en 1989.
“Dijo que Islandia se convertiría en un faro para toda Europa”, dijo Mattson. Y proporcionar radiobalizas al equipo de búsqueda y rescate de la comunidad fue una forma, tal vez inesperada, de hacerlo, explicó.
Fjóla Kristjánsdóttir, presidenta de la junta directiva de ICE-SAR, agradeció a la Iglesia por su donación y la capacidad que brinda para mantener seguros a los equipos de búsqueda y rescate en el área. Su agradecimiento llegó en un momento en que algunos de los voluntarios estaban ayudando a evacuar a las personas después de una erupción de magma.
El concierto se realizó el 23 de agosto en la costa de Reykjavik en el Harpa Concert Hall con una multitud de 500 personas. De los que asistieron, más de 400 no eran miembros de la Iglesia.
El élder Tibbits dijo que estaban sorprendidos y emocionados por la gran participación en el concierto.
“Hubo una sensación maravillosa en la audiencia cuando terminó el concierto. La gente no quería irse”, dijo.
Él y Mattsson esperan que quienes asistieron recuerden los sentimientos que tuvieron y sean receptivos a la Iglesia y sus miembros en el futuro.
“El futuro mostrará el resultado”, dijo Mattsson. “Nuestra esperanza es que la gente reconozca a la Iglesia y a sus miembros por el bien que hacen y que los misioneros sean bien recibidos cuando se pongan en contacto con los islandeses”.
Mattsson dijo que seguir las indicaciones del Espíritu para ayudar a organizar el concierto lo ayudó a saber que el Padre Celestial obra a través de Sus hijos para bendecir a los demás de maneras en que solo ellos pueden hacerlo. Tanto los que actúan según la inspiración como los que reciben el servicio son bendecidos, explicó.
“Involucren al Salvador en su vida, sea lo que sea que estén experimentando en su vida”, dijo. “Él nos bendecirá. Él nos sostendrá. No hay nada que Él no entienda sobre lo que estamos atravesando. Las bendiciones vienen a través de Él”.
