El lema para los jóvenes 2024 se encuentra en 3 Nefi 5:13, donde leemos: “Soy discípulo de Jesucristo”.
Esas palabras fueron registradas por Mormón, un profeta que no solo nos las dijo sino que también nos las mostró con sus acciones, y a una edad temprana. ¿Cómo pueden las presidencias de cuórum y de clase y sus líderes adultos ayudar a quienes tienen a su cargo a hacer lo mismo?
Recientemente pedí consejo a tres profesores de educación religiosa de la Universidad Brigham Young — Tyler Griffin, Ryan Sharp y John Hilton III — sobre cómo enseñar el lema. También le pedí a mi nieta, Paisley Wilcox, de 13 años, que vive en California, que compartiera lo que está haciendo.
Tyler Griffin
“Una lección objetiva fácil sobre el discipulado es hacer que alguien se pare frente a usted e indicarle que extienda su mano y la mantenga a unos 15 centímetros por debajo de su propia mano extendida. Dígale a la persona que siga los movimientos de su mano y luego mueva su mano hacia arriba y hacia abajo y de lado a lado. Es fácil para todos ver lo fácil que es para el seguidor quedarse atrás.
“Luego, haga lo mismo por segunda vez, pero haga que el seguidor le tome de la mano. Ahora el seguidor puede tener éxito.
“¿La lección para los discípulos? Cuanto más cerca estén del Salvador, más fácil será seguirlo. Pero no se detengan ahí. Ahora haga que el seguidor recurra a otra persona y guíe a otro a través de la misma experiencia.
“Los mejores seguidores suelen ser los mejores líderes. En el programa de jóvenes de la Iglesia, a los jóvenes normalmente se les dan oportunidades de seguir y liderar. Es un gran entorno para recibir asesoramiento y orientar a otros, recibir enseñanza y enseñar a otros. La guía “Para la Fortaleza de la Juventud” dice: “Pueden hacer una diferencia en el mundo y eso requiere, en muchos casos, ser diferente del mundo” (p. 4). Parte de seguir al Salvador es llevar a otros a Él”.
Ryan Sharp
“Luego, haga lo mismo por segunda vez, pero haga que el seguidor le tome de la mano. Ahora el seguidor puede tener éxito.
“¿La lección para los discípulos? Cuanto más cerca estén del Salvador, más fácil será seguirlo. Pero no se detengan ahí. Ahora haga que el seguidor recurra a otra persona y guíe a otro a través de la misma experiencia.
“Los mejores seguidores suelen ser los mejores líderes. En el programa de jóvenes de la Iglesia, a los jóvenes normalmente se les dan oportunidades de seguir y liderar. Es un gran entorno para recibir asesoramiento y orientar a otros, recibir enseñanza y enseñar a otros. La guía “Para la Fortaleza de la Juventud” dice: “Pueden hacer una diferencia en el mundo y eso requiere, en muchos casos, ser diferente del mundo” (p. 4). Parte de seguir al Salvador es llevar a otros a Él”.
Ryan Sharp
“En 2018, el presidente Russell M. Nelson invitó: ‘Al leer [el Libro de Mormón], los invito a marcar cada versículo que habla del Salvador o se refiere a él’.
“Buscar a Jesucristo en el Libro de Mormón proporciona una manera única de aprender acerca de Él. Al leer, busque no sólo nombres y títulos que lo describen, sino también pronombres. Consideren cómo el siguiente versículo hace hincapié en Él: ‘Empezad a creer en el Hijo de Dios, que vendrá para redimir a los de su pueblo, y que padecerá y morirá para expiar los pecados de ellos; y que se levantará de entre los muertos, lo cual efectuará la resurrección, a fin de que todos los hombres comparezcan ante él, para ser juzgados en el día postrero, sí, el día del juicio, según sus obras’ (Alma 33:22).
“Cuando los jóvenes examinan detenidamente el Libro de Mormón, encontrarán más de 7400 referencias a Jesucristo, un promedio de más de una referencia por versículo. Los títulos de Cristo representan aproximadamente el 50 por ciento de las referencias a Cristo en el Libro de Mormón, y el resto proviene de pronombres.
“Cuanto más aprendamos acerca de Jesucristo, más lo amaremos. Y cuanto más lo amemos, más querremos ser sus discípulos”.
Paisley Wilcox
“Decidí que una de las mejores maneras de enseñar el lema a otros es memorizándolo yo primero. Imprimí el versículo de 3 Nefi y lo puse en mi ducha. Cuando estoy en la ducha, recito el lema varias veces. Eso hizo que fuera fácil de aprender y de esa manera lo repasaré regularmente y no lo olvidaré. También estoy memorizando otras escrituras de esa manera.
“Mi papá me mostró una cita del élder Richard G. Scott que me gusta mucho. Él dijo: “Gran poder puede venir de memorizar Escrituras”. Memorizar una escritura es forjar una nueva amistad. Es como descubrir una nueva persona que puede ayudar en momentos de necesidad, brindar inspiración y consuelo, y ser una fuente de motivación para un cambio necesario” (“El poder de las Escrituras”, conferencia general de octubre de 2011).
— El hermano Bradley R. Wilcox es el primer consejero de la presidencia general de los Hombres Jóvenes.
