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Jon Ryan Jensen: ‘Vengan, escuchen la voz del profeta y esfuércense por participar en la conferencia general’

Cómo vemos y escuchamos no es tan importante como esforzarnos por participar en la conferencia general y seguir las impresiones recibidas

La próxima semana, el sábado 5 y el domingo 6 de octubre, los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se congregarán para escuchar al presidente de la Iglesia Russell M. Nelson y otros líderes de la Iglesia.

Y, aunque el Centro de Conferencias de la Iglesia ubicado en el centro de la ciudad de Salt Lake City estará abierto a su máxima capacidad por primera vez desde que se declaró la pandemia de la COVID-19 y se comenzó la construcción de la Manzana del Templo, ningún edificio en el mundo puede dar cabida a los 17 millones de miembros de la Iglesia para que puedan escuchar la voz del Profeta simultáneamente.

La primera reunión de todos los Santos de los Últimos Días se llevó a cabo el 9 de junio de 1830 (en inglés), y a la cual concurrieron unas 40 personas que se congregaron en el hogar de Peter Whitmer ubicado en el condado de Seneca, New York. Desde ese entonces, la Iglesia se ha reunido todos los años (excepto dos) para escuchar la inspirada guía del portavoz del Señor. La conferencia se ha llevado a cabo en tiempos buenos y malos; en diversos lugares (bajo techo y a la intemperie); y bajo el sol, la lluvia y la nieve.

Recibir instrucción y doctrina de los líderes de la Iglesia en unidad, como una familia de Santos, nunca ha sido algo pasivo. A lo largo de la historia de la Iglesia, algunos han hecho grandes sacrificios para poder escuchar las palabras del profeta.

Palabras de verdad

y luz entonces escuchad.

Para lograr la exaltación,

Su santa ley guardad;

Su eterno reino celestial

habréis de heredar,

y siempre la felicidad

podréis allí gozar.

 

Himno titulado Dios manda a profetas por Bruce R. McConkie (cuarta estrofa).

Recuerdo que, cuando era niño, escuchaba la conferencia general en la radio, la veía por televisión e incluso me sentaba en el césped de la Manzana del Templo para escuchar una sesión. Cuando nuestra familia se mudó de Utah por un tiempo, mirábamos la conferencia en nuestro centro de estaca, gracias a la tecnología satelital. Posteriormente, mientras servía mi misión en Colombia, la Iglesia comenzó a transmitir por internet y así, por primera vez, los miembros de la Iglesia donde yo servía en Leticia, a orillas del Río Amazonas, pudieron escuchar en vivo a los líderes de la Iglesia. Cuando era el editor en jefe de la revista New Era —que ahora es la revista Para la Fortaleza de la Juventud—, los jóvenes de todo el mundo nos enviaban fotos mirando la conferencia en sus teléfonos.

Mientras el equipo de Church News preparaba el ejemplar impreso de esta semana, nos pusimos en contacto con el Departamento de Historia de la Iglesia para ver si tenían una foto de la primera conferencia que se transmitió por radio hace 100 años. La única foto que se conserva de aquel día aparece en la portada de dicho ejemplar. Nos muestra una época diferente. El Tabernáculo de Salt Lake —que se terminó en 1867 y se dedicó en 1875— está lleno, y se ve a la gente sentada en espacios mucho más reducidos que los que se encuentran en el mismo edificio hoy en día, después de la reforma finalizada en 2007. Además, la Iglesia reemplazó los antiguos bancos de madera del Tabernáculo por los modernos asientos tapizados del Centro de Conferencias el cual tiene capacidad para 21.000 personas y que abrió sus puertas en el año 2000.

A photo of general conference held in the Salt Lake Tabernacle circa 1924. General Conference was broadcast over the radio for the first time on Oct. 3, 1924.
Una foto de la conferencia general llevada a cabo en el Tabernáculo de Salt Lake alrededor de 1924. La conferencia general se transmitió a través de la radio, por primera vez, el 3 de octubre de 1924. | Church History Catalog

Cualquiera sea el entorno en el que se participa de la conferencia general, el propósito de la reunión, es escuchar, aprender y esforzarse por sentir la inspiración del Espíritu Santo.

En la revista Liahona de abril de 2022, el élder Ulisses Soares del Cuórum de los Doce Apóstoles escribió sobre la importancia de recordar.

“La palabra recordar aparece cientos de veces en las Escrituras. En el antiguo Israel, recordar se utilizaba en muchos casos con el fin de ayudar al pueblo del Señor a recordar lo que Él había hecho por ellos en tiempos pasados. Incluso se utilizaba de manera más habitual en el contexto de los convenios que el Señor hizo con Su pueblo”, escribió.

Es imposible recordar algo que no se haya aprendido o experimentado primero.

Uno de los primeros Santos recibió un consejo en enero de 1841 sobre su necesidad de buscar respuestas pacientemente durante la conferencia general.

A William Law se le dijo lo siguiente “esper[a] paciente y diligentemente instrucciones adicionales en mi conferencia general, dice el Señor” (Doctrina y Convenios 124:88).

Law había recibido su llamamiento para servir una misión y dirigirse a ciertas ciudades para predicar el evangelio en voz alta y “con gran gozo”. Mediante el profeta José Smith, el Señor le dijo a Law que, si hacía lo que se le había pedido, tendría que escuchar el consejo del profeta José Smith desde ese momento en adelante.

“Si quiere obedecer mi voluntad, escuche de aquí en Adelante el consejo de mi siervo José”, dijo Él (Doctrina y Convenios 124:89).

En estos versículos, se le aconsejó a Law que obedeciera los mandamientos del Señor de servir una misión, recibir instrucciones en la conferencia general y escuchar las palabras del Profeta. Posteriormente, también se le prometió que recibiría una multiplicidad de bendiciones si hacía esas cosas (Doctrina y Convenios 124:90).

En una época más reciente y en su mensaje de la conferencia general de octubre de 2017, el élder Neil L. Andersen del Cuórum de los Doce Apóstoles compartió una promesa similar para quienes escuchen la conferencia general y obedezcan la inspiración celestial que sientan.

“Les prometo que cuando escuchen la voz del Señor dirigida a ustedes en las enseñanzas de esta conferencia general, y luego sigan esas impresiones, sentirán la influencia del cielo sobre ustedes, y su vida y la vida de quienes los rodean serán bendecidas”, dijo.

Así que, ya sea escuchando la voz del Profeta a través de la radio, la televisión o el Internet, las promesas de paz y guía están a disposición de aquellos que escuchen y obedezcan durante la conferencia general de la próxima semana.

— Jon Ryan Jensen es el editor de Church News.

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