Las clases de la Semana de la Educación de la Universidad Brigham Young están diseñadas para una variedad de audiencias, desde padres hasta personas mayores y estudiantes en general.
Este año, esas audiencias incluyeron a jóvenes adultos solteros y a las personas que los aman.
Bruce Chang, director de Seminarios e Institutos de Religión, enseñó “Rescuing Our Young Single Adults in the Latter Days” (Rescatando a nuestros jóvenes adultos solteros en los últimos días) entre el martes, 20 de agosto y el viernes, 23 de agosto. Los temas incluyeron ayudar a los misioneros retornados a adaptarse al regreso a casa, enseñar a los jóvenes adultos solteros para tomar decisiones críticas y fortalecer a los jóvenes adultos solteros a través de los desafíos de la salud mental.
Además, esos mismos días, el instructor de Seminarios e Institutos de Religión, Stephen K. Hunsaker, enseñó “YSA Survival 101: Navigating the Dating World” (Sobrevivencia JAS 101: Navegando por el mundo de citas). Además de ofrecer consejos prácticos, sus clases subrayaron la importancia de involucrar al Salvador en cada fase y desafío de la vida.
Éstos son algunos de los aspectos más destacados de las clases para jóvenes adultos solteros.
Ayudar a los misioneros retornados a adaptarse al regreso a casa
En su experiencia como maestro de instituto, Chang dijo que ha notado que todo misionero retornado necesita un propósito, pero ese propósito puede variar de persona a persona.
Podría ser útil para los misioneros retornados considerar que su servicio misional formal ha terminado, dijo Chang, pero ahora el Padre Celestial tiene nuevas misiones para ellos — como poseedores de recomendaciones para el templo, lectores de las Escrituras y más.
Si bien el propósito es necesario, el exceso de programación puede ser perjudicial, continuó Chang.
“Necesitamos orar, necesitamos reflexionar”, dijo. “Tenemos que permitir que nuestros jóvenes adultos solteros, nuestros misioneros que regresan y nosotros mismos, en ocasiones, rejuvenezcamos. ... Estar ocupado no es igual a rectitud”.
Además, al hablar con jóvenes adultos sobre sus misiones, Chang animó a las personas a evitar preguntas de “mentalidad de rendimiento” como “¿A cuántas personas bautizaste?” En su lugar, intenten hacer preguntas como: “¿Cuál fue el mejor día de tu misión?” o “¿Cuál es un atributo semejante al de Cristo que notaste en cada uno de tus compañeros?”
En última instancia, “las mejores personas para rescatar a los jóvenes adultos solteros son los jóvenes adultos solteros”, dijo Chang, y continuó diciendo que cuando se acercan unos a otros —para asistir a instituto, adorar en el templo o servir juntos — es mucho más probable que conserven sus testimonios fuertes.
Ayudar a los jóvenes adultos solteros a tomar decisiones en la vida
Chang también impartió una clase sobre cómo ayudar a jóvenes adultos solteros a tomar decisiones importantes en la vida. No importa la pregunta, dijo, “enseñen [a los jóvenes adultos solteros] a conectarse con Jesucristo”.
En segundo lugar, continuó, enséñenles a recurrir a los profetas mientras toman decisiones críticas en la vida.
Finalmente, participen en la vida de los jóvenes adultos solteros, dijo Chang; incluso los pequeños momentos de conexión pueden hacer la diferencia.
Chang también enfatizó la importancia de la ayuda de los seres queridos fallecidos.
“Nos preocupamos tanto por nuestros hijos... descuidamos el hecho de que hay personas al otro lado del velo que vendrán [para ayudarlos]”, dijo.
Cambiar a través de Jesucristo
Durante sus clases sobre cómo navegar en las citas, Hunsaker habló sobre cambiar a través de Jesucristo.
Dijo que las creencias de una persona — sobre Dios, sobre sí misma, sobre las citas y cualquier otra cosa — están arraigadas en sus experiencias. Desafortunadamente, esto significa que las experiencias negativas pueden llevar a creencias poco saludables, como un niño cuyo padre abandona a su familia creyendo que los padres sólo causan dolor. Las creencias poco saludables pueden conducir a comportamientos poco saludables, como que ese mismo niño, a medida que crece, decida que no quiere ser padre en absoluto.
Para cambiar las creencias nocivas, dijo Hunsaker, una persona tiene que identificar las experiencias que llevaron a las creencias nocivas y luego trabajar para cambiar sus creencias.
Sin embargo, “el ser que tiene que cambiar esas [creencias], hacerlas permanentes, necesita ser Jesucristo, porque un ser mortal no puede hacer algo permanente”, dijo Hunsaker.
En su época como maestro de seminario, continuó, ha visto muchos corazones quebrantados y “cautivos” espirituales. Pero también ha visto al Salvador tomar a esos mismos jóvenes adultos “y liberarlos y.… darles esperanza y valor, y los libera de las cosas que les están causando [sus] desafíos y dolores”.
Acerca de la Semana de la Educación de BYU
Desde 1922, BYU ha organizado un evento anual que ofrece presentaciones y clases para fortalecer el testimonio individual del evangelio de Jesucristo y contribuir al “desarrollo equilibrado de la persona” (de la declaración de misión de BYU) (en inglés).
Ahora conocido como la Semana de la Educación, el programa de cinco días comenzó el lunes, 19 de agosto y concluye el viernes, 23 de agosto. Cuenta con cientos de presentadores que imparten más de 1000 clases. El élder Neil L. Andersen, del Cuórum de los Doce Apóstoles, pronunció un discurso en el devocional del martes, y las presidencias generales de la Primaria, la Sociedad de Socorro, las Mujeres Jóvenes y los Hombres Jóvenes ofrecieron otras clases.
El tema de este año se encuentra en Romanos 12:2: “Transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento”. La nota de bienvenida de los administradores de la Semana de la Educación impresa en el calendario de este año dice: “A través de las clases de la Semana de la Educación, los alentamos a fortalecer su testimonio del Padre Celestial y de Jesucristo, a sentir Su gracia y a desarrollar sus diversos dones y esforzarse para ser una influencia para los demás”.”
