Quienes creen en Jesucristo y lo adoran “siempre han experimentado pruebas, tribulaciones y adversidades”, dijo el élder Quentin L. Cook, del Cuórum de los Doce Apóstoles. Es parte del viaje en el plan de salvación del Padre Celestial que “seamos bendecidos con el albedrío y sujetos a las pruebas de la mortalidad. Este es el tiempo que nos ha sido asignado para prepararnos para comparecer ante Dios”.
Él compartió que a los líderes de la Iglesia a menudo se les pregunta por qué Dios permite que le sucedan cosas malas a la gente buena. “No conocemos todas las respuestas”, dijo el élder Cook, “sin embargo, sí conocemos principios importantes que nos permiten enfrentar las pruebas, las tribulaciones y las adversidades con fe y confianza en un futuro brillante que nos espera a cada uno de nosotros”.
Durante la conferencia general de octubre de 2023, varios líderes de la Iglesia enseñaron cómo confiar en Jesucristo nos dará la paz y la fortaleza para perseverar hasta el fin.
Pruebas y tribulaciones
Cuando la hermana Amy A. Wright, primera consejera de la presidencia general de la Primaria, se enteró por primera vez de que tenía cáncer, le hizo dos preguntas al Padre Celestial: “¿Voy a morir?” y “¿Voy a vivir?”. El Espíritu Santo le dio la misma respuesta a ambas preguntas: “Todo va a estar bien”.
Luego se sintió llena de paz al recordar que ella y su familia ya tenían “la preparación espiritual para la venida del Señor” mediante las lecciones de la noche de hogar, el estudio de las Escrituras, la observancia del día de reposo y los convenios hechos y guardados.
En ese momento, se enfrentó al “final” de “perseverar hasta el fin”.
“Era demasiado tarde para poner aceite en nuestras lámparas”, dijo la hermana Wright, refiriéndose a la parábola de las Diez Vírgenes. “Necesitábamos cada gota y la necesitábamos ahora mismo.
“Gracias a Jesucristo y Su evangelio restaurado, si yo iba a morir, mi familia sería consolada, fortalecida y algún día sería restaurada. Si iba a vivir, tendría acceso al poder más grande de esta tierra para ayudar a socorrerme, sostenerme y sanarme. Al final, todo puede estar bien gracias a Jesucristo”.

El élder Joaquín E. Costa, Setenta Autoridad General, habló sobre los desafíos que han enfrentado los miembros de la Iglesia, desde una viuda que perdió a su esposo mientras servían en Bolivia, hasta miembros en Chile que perdieron sus hogares justo antes de la Navidad de 2022.
“¿Qué les da a los miembros de la Iglesia la fortaleza para pasar por situaciones difíciles?” preguntó. ¿Qué les da una capa adicional de fuerza para seguir adelante cuando todo parece perdido?
“He aprendido que la fuente de esa fortaleza es la fe en Jesucristo, cuando intencionalmente buscamos venir al Él todos los días”.
Esfuerzos de los miembros para perseverar hasta el fin
Los pioneros en el último carromato de una caravana que cruza las llanuras no se encuentran en una posición glamorosa. Se ahogan con el polvo de los carromatos que tienen delante, mientras soportan los mismos obstáculos y desafíos.
“Estoy agradecido por los millones de miembros de la Iglesia que hoy vienen al Salvador y avanzan por la senda de los convenios en los últimos vagones de nuestras caravanas contemporáneas, y que verdaderamente no prestan menor servicio”, dijo en su discurso el élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles.
Estos Santos de los Últimos Días “que ofrecen sus ‘almas enteras’ a Dios se encuentran en hogares centrados en Cristo y en unidades de la Iglesia en todo el mundo”, dijo. Al avanzar y perseverar hasta el fin, son “la fortaleza de la Iglesia restaurada del Salvador”.

El élder Ronald A. Rasband, del Cuórum de los Doce Apóstoles, hizo una pregunta a los misioneros mayores de la Iglesia: “¿Qué están haciendo en esta etapa de su vida?”
Estos miembros tienen experiencia en la Iglesia y son una “fuerza considerable para hacer el bien”, dijo.
“Les estamos agradecidos a ustedes, personas mayores, por las vidas que han llevado y los ejemplos que han sido en sus hogares, barrios y estacas. Ahora los invito a tomar su ‘saber hacer’, junto con sus testimonios ‘consagrados’ y vayan a una misión. Ruego que la próxima vez que me siente a asignar parejas de personas mayores haya cientos de ustedes esperando ansiosamente su llamamiento”.
La invitación del apóstol a muchos, muchas más personas mayores de la Iglesia a servir en una o dos misiones es sólo una manera de perseverar hasta el fin. Una misión, dijo el élder Rasband, “podría ser el capítulo más importante en la vida de una pareja”.