El presidente M. Russell Ballard nunca olvidará estar sentado al lado del presidente Gordon. B. Hinckley y otros miembros de la Primera Presidencia y el Cuórum de los Doce Apóstoles en el Monumento en el parque This Is The Place [Éste es el lugar], en Salt Lake City, en julio de 1997.
Juntos observaron cómo los carros de mano y las carretas ingresaban al valle a través del Emigration Canyon después de recorrer más de 1609 km a través de las llanuras. Fue un momento emotivo para los líderes de la Iglesia y las más de 50 000 personas que asistieron.
“Las lágrimas corrían por el rostro del presidente Hinckley, en realidad por todos nuestros rostros”, recordó el presidente Ballard, presidente en funciones del Cuórum de los Doce Apóstoles.

La recreación de la caminata fue uno de varios eventos en honor al 150° aniversario de la llegada de los pioneros al Valle del Lago Salado. En ese momento, el presidente Ballard se desempeñaba como presidente del comité del sesquicentenario. Él hizo hincapié en que el sesquicentenario era más que una caravana — era una oportunidad para contar al mundo la historia de la Restauración (en inglés).
“Es posible que ustedes estén en la caravana y atrapados en la emoción de este 150° año y la celebración de la llegada de los pioneros al Valle del Lago Salado y no comprendan completamente de qué se trata realmente”, dijo en una conferencia de prensa del 22 de julio de 1997 (en inglés). “Nuestro mensaje es un mensaje de la Restauración de la plenitud del evangelio eterno de Jesucristo”.

En su oficina en el Edificio de Administración de la Iglesia, 25 años después, el presidente Ballard reflexionó sobre el sesquicentenario, su herencia pionera y la membresía global de la Iglesia. Este mes marca 175 años desde que la primera compañía de pioneros llegó al Valle del Lago Salado en 1847.
Cuando se le preguntó cuál es su mensaje para los pioneros de hoy en día, el presidente Ballard volvió a referirse a la historia de la Restauración.
“Ya sea que sea un nuevo miembro de la Iglesia en Hong Kong, India o Salt Lake City, es el mismo mensaje, y eso es que, la Iglesia es verdadera. Jesús es el Cristo. El Padre y el Hijo se han aparecido al profeta José Smith y han restaurado la plenitud del Evangelio eterno. Y el sacerdocio — la autoridad y el poder de Dios — está una vez más sobre la tierra para dirigir los asuntos del reino de Dios en preparación para el día en que Cristo regrese”, declaró el presidente Ballard.
“Ahora, en pocas palabras, eso va desde los pioneros hasta la Segunda Venida. De eso se trata”.
Historias pioneras: Un pilar de fe
La Iglesia tiene “una historia notable”, dijo el presidente Ballard, “y cada miembro de la Iglesia debe leerla y sentirse [conectado con ella]”. Las historias de los primeros pioneros que salieron de Nauvoo y llegaron al oeste no son sólo para aquellos que tienen ascendencia pionera sino para todos los Santos de los Últimos Días.
“Nadie puede entender realmente La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y no sentirse abrumado por el amor, el afecto y la admiración por nuestros antepasados pioneros”, dijo él.
“Si a la gente no le importan sus antepasados, entonces se están perdiendo uno de los pilares más preciados de sus vidas. Nuestros antepasados fueron hombres y mujeres de integridad, fe y valor”.
Para el presidente Ballard — tataranieto de Hyrum Smith — es imposible reflexionar sobre los pioneros y no subrayar el testimonio de la verdad que el profeta José Smith y su hermano Hyrum sellaron con su sangre.
“Una de las cosas que he tratado de hacer es que la Iglesia nunca pierda de vista a Hyrum Smith, el hermano mayor del profeta José. Creo que de muchas maneras José pudo ser José porque tenía a Hyrum a su lado”, dijo él.
El presidente Ballard recuerda haber hablado en el Seminario para Nuevos Líderes de Misión de 2012 y haber dicho que no conocía “ningún compañerismo misional que haya servido en esta dispensación, más grande” que el de José y Hyrum. “Nuestros misioneros pueden aprender mucho al seguir el ejemplo de estos profetas. Eran hombres íntegros, leales, valientes, de confianza, de fe y de testimonio inquebrantable”, dijo él en aquella oportunidad.
![El río Mississippi es el telón de fondo de una estatua titulada “Calm As A Summer’s Morning”, [Calmado como una mañana de verano], ubicada cerca del Templo de Nauvoo, Illinois. La estatua representa a José Smith y su hermano Hyrum a caballo, cabalgando hacia Carthage, donde fueron martirizados.](https://es.thechurchnews.com/resizer/v2/PPGIWW3F42AQVYJME6ASJMPCXQ.jpg?auth=04e20b0d407f0a4c54e0f60602d39cd661045d3024b60d1039c4aa7c032055d5&focal=512%2C384&width=800&height=600)
José y Hyrum establecieron un cimiento de fe que preparó a los santos para dejar sus hogares y viajar más de 1609 km a través de praderas, desiertos y cañones.
Después de que su padre fuera martirizado, Joseph F. Smith — bisabuelo del presidente Ballard e hijo de Hyrum — tuvo que convertirse en un joven fuerte a los 7 años para ayudar a su madre, Mary Fielding, a cruzar las llanuras. El joven Joseph F. dirigió una yunta de bueyes desde Nauvoo hasta Winter Quarters. Después de dos años allí y a la edad de 9 años, llevó al Viejo Tom, su buey y mejor amigo, en el largo camino hacia el Valle del Lago Salado.
“Cuando ustedes hablan de nuestros pioneros, tienen que tener su pañuelo en la mano porque ellos fueron heroicos. Y las mujeres — las mujeres pioneras — eran increíbles”, dijo el presidente Ballard, al mencionar a las mujeres que tiraban de los carros de mano cuando sus esposos habían muerto o estaban enfermos.
Honrando la herencia pionera
Cuando llegó la primera compañía de pioneros en 1847, el Valle del Lago Salado era árido, con muy pocos árboles a la vista. Pero Brigham Young vio en qué se convertiría el valle.
Con demasiada fiebre y débil para caminar, Brigham Young estaba acostado en la parte trasera de la carreta de Wilford Woodruff cuando llegaron a un banco de tierra nivelado que se abría a una vista del Valle del Lago Salado. Brigham no podía ver el valle con claridad, por lo que Wilford dio vuelta a la carreta para tener una mejor vista.
“Este es el lugar correcto”, le dijo a Wilford después de contemplar el vasto valle del desierto durante varios minutos. “Adelante” (ver “Santos, Tomo II, Ninguna mano impía, 1846-1893”, págs. 64-65).
“Y aquí está — una ciudad hermosa y la encrucijada del Oeste”, dijo el presidente Ballard, mientras contaba esta historia durante una entrevista en julio de 2020 en el parque This Is The Place. “Ahora decimos que es la encrucijada del mundo debido a nuestro esfuerzo misional en todo el mundo”.

El presidente Ballard dijo que aquellos que miran a los pioneros del pasado y del presente realmente están celebrando la Restauración del evangelio. “Lo que celebramos el 24 de julio es principalmente la vida y el ministerio del Señor Jesucristo y Su dirección inspirada para nuestros primeros líderes y fieles pioneros”.
¿Cómo pueden los Santos de los Últimos Días honrar mejor su herencia pionera? El presidente Ballard ofreció una respuesta simple.
“Guarden los mandamientos”, dijo. “Paguen el diezmo. Cumplan con los llamamientos que se les extiende. Asistan a la Iglesia. Participen de la Santa Cena. Y traten de ser el tipo de personas por las que ellos dieron la vida”.