TOKIO, Japón — Poco después de llegar para la rededicación del Templo de Tokio, Japón, el domingo, 3 de julio, el presidente Henry B. Eyring y el élder Gary E. Stevenson se reunieron por unos momentos cerca de la antigua lámpara de piedra japonesa ubicada fuera del templo.
Esas dos estructuras físicas: la una, una hermosa linterna japonesa tradicional; la segunda, el templo de Tokio recientemente renovado, se ven unidas en armonía. Parecen símbolos aptos de este tan esperado día en que “la historia se encuentra con el futuro” para la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días aquí.
Ahora, los miembros japoneses han regresado con alegría a una estructura histórica que han amado durante décadas, incluso mientras se enfocan en las bendiciones futuras que surgirán de este edificio rededicado.
“Este templo es nuestra fuente de inspiración”, dijo Shinji Takabori, Santo de los Últimos Días de Tokio. “Muchas personas, incluyendo los participantes y los obreros del templo, han estado esperando el día cuando nuestro templo volviera a abrir”.
El presidente Eyring, segundo consejero de la Primera Presidencia presidió las tres sesiones de rededicación del domingo. En cada sesión, se le unió el élder Stevenson, un colega apóstol con fuertes vínculos con Japón.
También estuvieron presentes el élder James R. Rasband y el élder John A. McCune, Setenta Autoridades generales y miembros de la presidencia del Área Asia Norte, sus esposas, la hermana Mary Rasband y la hermana Debbra McCune, y la hermana Naomi Wada, esposa del élder Takashi Wada (en inglés), Setenta Autoridad General y presidente del Área Asia Norte.
La ‘gente extraordinaria que va al templo’ de Japón
Un día antes de la rededicación del domingo, el presidente Eyring y el élder Stevenson hablaron de su amor y confianza en los Santos de los Últimos Días japoneses, y de las bendiciones que el templo rededicado traerá a las familias y vecinos.
Mientras visitaba Japón en 1998, casi un cuarto de siglo antes de la rededicación del domingo, el presidente Eyring habló de sus grandes expectativas para los miembros japoneses. Él supo entonces que ellos poseen la fe y el deseo de hablarles a otros acerca del evangelio. El Señor establecería los cimientos que producirían milagros e impulsaría a los Santos de los Últimos Días a actuar.
“Y puedo ver que está sucediendo”, dijo él en una entrevista con los medios de comunicación de la Iglesia. “Los miembros de la Iglesia están más ansiosos y están compartiendo el evangelio.
Japón, por supuesto, es parte del “ADN espiritual” de élder Stevenson. Como joven misionero de tiempo completo, sirvió en la Misión Japón Fukuoka, adquiriendo un amor por la cultura y el idioma japoneses que más tarde le servirían bien en los deberes eclesiásticos que no podría haber imaginado cuando era joven.
Él presidió la Misión Japón Nagoya de 2004 a 2007 y, como Autoridad General, sirvió como consejero y luego como presidente del Área Asia Norte.
Ahora como miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles, el élder Stevenson señaló la reciente casa abierta del templo de Tokio como evidencia de las esperanzadoras expectativas del élder Eyring para las personas con mentalidad misionera en Japón.
“Tuvimos 19 000 personas que asistieron a la casa abierta del templo, incluyendo muchas personas influyentes del gobierno, el comercio, la educación y la religión en Japón”, dijo él.
El presidente Eyring agregó: “Hemos esperado y orado para que esto sucediera, y creo que ya está aquí”.
Los dos líderes subrayaron el vínculo intrínseco en Japón que conecta a miembros fuertes con la construcción prolífica de templos.
“Es difícil no hablar de los templos cuando se habla de cómo los miembros japoneses podrán crecer y fortalecerse en sus familias”, dijo el élder Stevenson, agregando que “los japoneses ya son personas extraordinarias que asisten al templo. Es su cultura”
Además del templo rededicado en Tokio, hay templos en funcionamiento en las ciudades japonesas de Fukuoka y Sapporo. Mientras tanto, un futuro templo japonés está en construcción en Okinawa.
Cuando el presidente Eyring observa el área del jardín cerca de la entrada del Templo de Tokio, Japón, imagina a los jóvenes reunidos en el lugar plácido para tomarse fotos antes de ingresar al templo para servir y aprender.
“El templo”, dijo él, “va a tener un impacto tremendo en el crecimiento de la fe entre los jóvenes…. Los jóvenes se van a fijar la meta de casarse en el templo. Y cuando se sellan familias juntas, el futuro se vuelve más y más brillante”.
Lea más: El Templo de Tokio Japón, comienza casa abierta al público con recorridos, fotografías y videos
Durante la reciente jornada de la casa abierta del templo de Tokio, muchos japoneses que no son Santos de los Últimos Días llegaron a comprender que el templo está definido por las familias y por honrar a los antepasados.
El templo, señaló el élder Stevenson, brinda “una forma maravillosa de honrar a nuestras familias y seres queridos, y de honrar al Señor reuniendo a Israel del otro lado del velo”.
El presidente Eyring hizo eco de un principio que a menudo enseña el presidente Russell M. Nelson: Todo en el templo apunta a Jesucristo.
“Vendrán las tentaciones y las dificultades, pero los jóvenes podrán pasar por ellas hasta el punto de que siempre recuerden al Salvador y piensen en Él”.
Solo un pequeño porcentaje de la población japonesa es cristiana. “Entonces, el conocimiento de Jesucristo es una perla de gran valor que poseen nuestros jóvenes”, dijo el élder Stevenson. “Pueden encontrar fortaleza en eso, y dar fortaleza a otros por su testimonio en Jesucristo”.
El rededicado Templo de Tokio, Japón, prestará servicio a más de 92 000 miembros en 20 estacas en el área de Tokio.
Un edificio amado impregnado de historia
“Nuestro templo”.
Esa es una frase que un visitante escucha a menudo de los Santos de los Últimos Días que viven en esta extensa región de Tokio en las semanas previas a la rededicación del domingo.
Incluso cuando los Santos de los Últimos Días locales buscan oportunidades futuras para adorar, aprender y crecer dentro de los muros del rededicado templo de Tokio, ellos siguen siendo conscientes de su lugar clave en la historia de la Iglesia.
Cuando el presidente Spencer W. Kimball dedicó el Templo de Tokio, Japón, el 27 de octubre de 1980, marcó no solo la apertura del primer templo de Japón, sino también el primer templo construido en todo el vasto continente asiático.
Fieles miembros japoneses que una vez tuvieron que ahorrar durante años para viajar al Templo de Laie, Hawái, ahora tenían un templo dedicado dentro de las fronteras de su propia patria. Y llegó a estar disponible para membresías pequeñas pero crecientes en otras naciones asiáticas.
Lea más: El video muestra instalación de obras de arte en el centro de visitantes del Templo de Tokio, Japón
Las vidas de legiones de Santos de los Últimos Días japoneses están eternamente vinculadas a esta hermosa pero modesta casa de culto en el sur de Tokio y construida frente al histórico Parque Conmemorativo Arisugawa de la ciudad.
Si bien realiza las mismas funciones que los templos dedicados en todo el mundo, el renovado Templo de Tokio, Japón, de 4996 m² es distintivamente japonés. Además de la lámpara de piedra japonesa, varias características exteriores y gran parte del follaje que rodea el templo son autóctonos de la región, incluyendo las mejoras en los jardines que incluyen arces y bambú japoneses.
Dos estanques poco profundos de estilo japonés y una cascada completan los aspectos más destacados del exterior.
Mientras tanto, los diseños interiores utilizados en el arte del vidrio, las alfombras y las telas se inspiraron en los diseños tradicionales japoneses que se ven en la tela del kimono, las pantallas shoij y otras obras históricas de arte japonés.
Se personalizaron seis consolas que se encuentran en los pasillos del tercer y cuarto piso del renovado templo para incluir puertas pintadas a mano basadas en pantallas históricas japonesas. Un trío de escenas destacadas incluye la flor de cerezo, el crisantemo y el pino.
El templo cerró en 2017 para renovaciones extensas en su interior y exterior. Un anexo de cuatro pisos agregado al templo alberga un centro de visitantes, una capilla, oficinas de área y de misión y un centro de historia familiar.
También se realizaron mejoras en el templo para cumplir con los estándares sísmicos actuales.
Una inyección de entusiasmo y valor
La rededicación del domingo fue especialmente dulce para el obispo Kojiro Matsuo, quien preside el Barrio Abiko, Estaca Matsudo Japón.
El obispo Matsuo y su familia han enfrentado desafíos de salud durante el año pasado, incluyendo una batalla contra el COVID-19 que impidió que los Matsuo se ofrecieran como voluntarios durante la reciente casa abierta del templo de Tokio.
“Nos sentimos mal porque sabíamos que la casa abierta era probablemente un evento único en la vida”, dijo a Church News.
Pero el obispo se apresura a agregar que pasar un día de reposo con el presidente Eyring y el élder Stevenson en la rededicación del templo del domingo será para siempre un feliz recuerdo familiar.
El obispo Matsuo ya ha visto la influencia positiva que está teniendo en los miembros de su barrio. También está seguro de que el templo será una bendición para todo Tokio. La casa abierta inyectó en muchos miembros el entusiasmo y el valor necesario para hablar con sus amigos y vecinos sobre la obra sagrada de los templos.
Lea más: La dedicación del Templo de Tokio, Japón (en inglés)
La Santo de los Últimos Días, Kanako Nakamoto, tenía solo 18 años cuando cantó en el coro de dedicación del Templo de Tokio, Japón, en 1980. El coro practicó durante casi seis meses antes de la dedicación. Ella recuerda contener la emoción mientras cantaba en el salón celestial a solo unos pasos del presidente Kimball.
“Yo era el miembro más joven del coro y estaba segura de que la dedicación sería una experiencia única en la vida”, dijo ella. “Luego recibí una invitación para decir la última oración en una de las sesiones de hoy”.
Nakamoto se maravilla ante el número de Santos de los Últimos Días de toda Asia que han servido dentro del templo original durante las últimas cuatro décadas.
“Hemos recibido tantas bendiciones de este templo”.
Nakamoto, madre de siete hijos, pudo compartir la dedicación del domingo con algunos de sus hijos.
“El élder Stevenson nos ha aconsejado ‘amar, compartir e invitar’, y hemos tratado de hacer eso”, dijo ella. “Esta rededicación es solo el comienzo para nosotros, especialmente para los jóvenes que recibirán muchas bendiciones de este templo.
Presidente Eyring: “Siento que estoy volviendo a casa”
El presidente Eyring y el élder Stevenson están de acuerdo en que las bendiciones del templo rededicado en Tokio se extenderán más allá de los miembros locales. Muchos de la gran comunidad de Tokio aprendieron las “buenas nuevas” del evangelio durante la casa abierta del templo.
Mientras tanto, el permanente centro de visitantes en los terrenos del templo hace eco de las verdades del templo con respecto a las familias eternas y la conexión duradera de uno con los antepasados.
Muchos de los que visitaron durante la casa abierta del templo, dijo el presidente Eyring, sintieron algo especial dentro. “Eso cambiará las actitudes. Hará que la gente esté mucho más abierta a aceptar a nuestra gente como ciudadanos admirables”.
El presidente Eyring ama a Japón y a su gente. Muchos de sus propios parientes han servido como misioneros en la “Tierra del Sol Naciente”.
“Cuando vengo aquí, siento que estoy volviendo a casa”, dijo.
Un templo rededicado en Tokio, agregó él, “es algo grandioso para esta nación. Es una gran cosa en el mundo tener un templo de Dios. Me siento agradecido de solo estar aquí.