En su primera visita a una conferencia Para la Fortaleza de la Juventud en los Estados Unidos este verano, el élder Dieter F. Uchtdorf pasó tiempo hablando con los jóvenes y sus consejeros el jueves, 14 de julio por la tarde.
El miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles fue a la Universidad Weber State en Ogden, Utah, durante unas horas para escuchar a los jóvenes hablar sobre sus experiencias y compartir algunas palabras de aliento con ellos.
Estuvo acompañado por la presidenta general de las Mujeres Jóvenes, Bonnie H. Cordon, y el hermano Ahmad Corbitt primer consejero de la presidencia general de los Hombres Jóvenes.
Una visita sorpresa
Después de hablar con algunos de los jóvenes, el élder Uchtdorf dijo que sintió con este grupo lo mismo que siente cada vez que se reúne con jóvenes de todo el mundo.
“Es un entusiasmo por el evangelio de Jesucristo”, dijo él. “Es una emoción el uno para el otro. Es un amor por la Iglesia — por pertenecer a una organización que realmente edifica el carácter, edifica amistades y los hace mejores personas para este mundo en el que vivimos”.
La visita del élder Uchtdorf no fue anunciada, por lo que su llegada a la conferencia tomó a los jóvenes por sorpresa. Al llegar mientras los casi 400 jóvenes asistentes estaban almorzando, él pudo hablar con muchos jóvenes sin interrumpir sus clases y otras actividades.
Después de detenerse en una mesa de tres jóvenes que almorzaban juntas, dos de las mujeres jóvenes con las que habló inmediatamente sacaron sus teléfonos para llamar a sus madres y contarles lo que acababa de suceder.
Emma Jacobs, de 18 años, de Provo, dijo que la visita del élder Uchtdorf fue “super inesperada”.
“Inmediatamente llamé a mi mamá porque yo… conocí a un apóstol. Eso no es algo de todos los días”.
Emmy Sandoval, también de Provo, dijo que su mamá no le creyó cuando le explicó lo que había sucedido.
“Ella dijo, ‘No, no pasó’. Ella no me creyó hasta que le envié las fotos”, dijo Sandoval.
Wesley Wride de Sandy dijo que ver a un apóstol en persona y hablar con él lo hizo “más real”.
“Ves cosas en la televisión todo el tiempo”, dijo él. “Pero realmente no hace clic a menos que lo veas en la vida real”.
Un sentimiento único, como el de Cristo
Ese sentimiento puede ir en ambos sentidos. El élder Uchtdorf dijo que recuerda haber venido a Salt Lake City hace muchos años con su esposa, la hermana Harriet Uchtdorf, y haber conocido al élder L. Tom Perry y al élder Marvin J. Ashton, miembros fallecidos del Cuórum de los Doce Apóstoles.
“Fue como un premio que nos dieron y que nunca esperábamos”, dijo él. “Fue una experiencia maravillosa”.
Pero el élder Uchtdorf insistió en que este tipo de encuentros no se trata de “adulación” de los líderes de la Iglesia.
“Es el sentimiento de cercanía de los apóstoles del Señor con todos porque todos somos hermanos y hermanas”, dijo él. “Y si los apóstoles del Señor no tienen el sentimiento de amor por todos, ¿quién lo tendrá? Eso es lo que hizo el Salvador, y somos discípulos de Jesucristo y lo seguimos”.
Estar en posición de sentir la influencia del Espíritu Santo no requiere que un apóstol esté presente en PFJ. La presidenta Cordon dijo: “El Espíritu aparece en PFJ sin importar la ubicación.
“El Espíritu testifica la verdad cuando los jóvenes abren sus corazones”, dijo ella. “Y a medida que lo hacen, su fe aumenta”.
Un aspecto destacado de su visita con los jóvenes fue la mención del élder Uchtdorf de una próxima versión revisada del folleto de normas Para la Fortaleza de la Juventud. La última actualización de esa publicación se produjo hace casi una década.
El élder Uchtdorf alentó a los jóvenes a tener y revisar la versión actual para ayudarlos a familiarizarse con las normas que deben estar viviendo y a las que aspiran.
Pioneros en PFJ durante 15 años
Si bien este es el primer año de las conferencias PFJ en los Estados Unidos y Canadá, el élder Uchtdorf dijo que los líderes de la Iglesia aprendieron mucho de los esfuerzos pioneros de tales conferencias durante los últimos 15 años.
“Es algo maravilloso”, dijo él. “Es aprender haciendo y aprender internacionalmente qué es lo mejor para los jóvenes”.
¿Qué aprendió la Iglesia sobre la juventud en esos 15 años? El élder Uchtdorf dijo que una de las cosas comprobadas a lo largo de los años es que PFJ ayuda a los jóvenes a construir la unidad.
“Hay un amor mutuo”, dijo él. “Tenerlos juntos como grupo a esta edad es una bendición para los individuos porque pueden sentir algo de inseguridad y no saber a dónde los va llevar la vida”.
La presidenta Cordon hizo eco de lo que dijo el élder Uchtdorf.
“Todos esos jóvenes anhelan pertenecer”, dijo ella. “Ellos quieren saber que son importantes”.
“En estos grupos pequeños, se aconsejan juntos sobre las Escrituras”, dijo ella. “Hablan de estas cosas, y el Espíritu va a testificar de la verdad”.
El hermano Corbitt expresó su gratitud por los pioneros de las conferencias PFJ en todo el mundo.
“Me encanta que este era un programa global primero”, dijo él. También señaló que otros programas de la Iglesia han comenzado fuera de la sede de la Iglesia y fuera de los EE. UU.
“Y ahora, PFJ es un ancla del programa Niños y Jóvenes”, dijo él. “Y requiere algo de fe por parte de los miembros de Canadá y Estados Unidos porque aún no lo han visto funcionar todavía de la manera en que otros países lo han hecho”.
Dentro y fuera de la zona de confort
Si bien estar rodeado de jóvenes que tienen los mismos estándares morales los ayuda a sentirse cómodos en su compañía, sus clases y sus actividades, PFJ también brinda momentos que pueden ayudar a los jóvenes a salir de otras zonas de confort de una manera positiva que también promueve el crecimiento espiritual.
La consejera April Swalberg tiene responsabilidades en la sesión de PFJ de Weber State esta semana que incluyen asesorar a una compañía [grupo de jóvenes] y ayudar a los jóvenes que participarán en el programa de variedades de la semana.
Las casi dos docenas de jóvenes que compartieron sus talentos de canto, baile y trucos de magia durante el show de talentos, tuvieron una experiencia única antes de que comenzara cuando el élder Uchtdorf llegó para conocerlos.
“Fue genial”, dijo Swalberg. “Estos jóvenes no tenían idea cuando hicieron la prueba para el programa.
“Podrán recordar esto, y podrán salir de sus zonas de confort y aprender más sobre sí mismos a medida que participen y tengan experiencias gratificantes, como conocer a un apóstol del Señor”.
El élder Uchtdorf tomó un tiempo para hablar con Swalberg sobre su experiencia como consejera y dijo que esos pocos minutos le dejaron una gran impresión.
“Él se preocupó por mí al punto que me habló individualmente y me preguntó sobre mi vida”, dijo ella. “Fue lo más destacado de mi día, probablemente de mi semana, posiblemente mi mejor momento de PFJ, honestamente”.
Para los jóvenes de su compañía, Swalberg espera que estas interacciones con el élder Uchtdorf tengan un impacto a largo plazo.
“Espero que ellos puedan darse cuenta de que el Profeta y los Apóstoles son personas reales”, dijo ella. “Entonces, cuando los escuchan hablar en la conferencia general, pueden tener esa conexión personal”.
De PFJ a misioneros de tiempo completo
Al dirigirse a todo el grupo de asistentes de PFJ, el élder Uchtdorf habló sobre lo que ve en el futuro para este grupo de jóvenes.
“Cuando los miro, veo futuros misioneros”, dijo el élder Uchtdorf. Él compartió con los jóvenes que había pasado parte de la mañana asignando futuros misioneros a sus misiones en todo el mundo.
“Prepárense para esto”, dijo, hablando de servir como misioneros. “No pongan nada entre ustedes y tan gran servicio”.
El élder Uchtdorf dijo que PFJ puede desempeñar un papel importante en la trayectoria espiritual de los hombres y mujeres jóvenes que participan, pero que necesitan continuar haciendo las cosas que han hecho mientras asistían y que deben recordar los sentimientos que han tenido del Espíritu Santo cuando regresen a casa.
“Les doy mi bendición a cada uno de ustedes que nunca olvidarán este tiempo aquí y los sentimientos que tienen aquí”, dijo él. “Ustedes son la fortaleza de la Iglesia, y su fortaleza es Jesucristo. Confíen en Él; síganlo”.
“La cabeza de esta Iglesia es Jesucristo”, dijo él. “Lo conozco. Él es real. Él los ama y yo los amo”.
