PROVO, Utah — El élder Ulisses Soares, del Cuórum de los Doce Apóstoles, les dijo a los nuevos presidentes de misión y a sus esposas el jueves 23 de junio por la tarde que ahora están participando “en la obra más importante que se está realizando en la tierra”.
Hablando en el Centro de Capacitación Misional de Provo, pronunció su discurso con la voz de la experiencia, habiendo sido llamado a servir con su esposa, la hermana Rosana Soares, en Portugal hace 22 años. Dijo que su asignación era enseñar acerca del bautismo de conversos como parte del recogimiento de Israel.
“Ser bautizado por inmersión y recibir el don del Espíritu Santo por alguien que tiene autoridad constituyen dos de las ordenanzas de salvación que son necesarias para que las personas entren en el redil de Dios y sean llamadas Su pueblo”, enseñó el élder Soares. “Como enseña de manera única el Libro de Mormón, el bautismo es principalmente la forma en que testificamos a Dios de nuestro arrepentimiento y compromiso de seguir a Jesucristo”.
Debido a esto, dijo el élder Soares, bautizar a los conversos en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es “uno de los elementos más relevantes del recogimiento de Israel”.
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El élder Soares explicó simplemente que el Salvador brindó un ejemplo a todos los hijos de Dios a través de Su propio bautismo. Jesús dijo por qué es necesario el bautismo, cuando hablaba con Nicodemo. Y después de Su Resurrección, les dijo a los discípulos que bautizaran a aquellos a quienes enseñaban. Cuando apareció en las Américas, también enseñó la importancia del bautismo. Finalmente, en esta dispensación, y como parte de la Restauración continua, el Salvador enseñó a José Smith acerca de la ordenanza del bautismo.
“La ordenanza del bautismo ocupa un lugar destacado en la doctrina de Cristo y está arraigada en las enseñanzas de los profetas del Señor”, dijo el élder Soares. “El bautismo de los hijos de Dios es fundamental para el recogimiento de Israel”.
Los misioneros tienen un llamado, dijo el élder Soares, “para testificar de Jesucristo e invitar a las personas a venir a Él y caminar por el sendero que Él ha definido mediante Su doctrina para alcanzar la exaltación en el reino celestial”.
El élder Soares luego enseñó dos principios pertenecientes a la “magnífica ordenanza del bautismo”.
1. Los misioneros entienden el poder redentor de Cristo a través de sus propios convenios bautismales
El élder Soares enseñó a los nuevos líderes de misión que sus misioneros tienen “la responsabilidad de vivir de acuerdo con lo que enseñan”.
Él dijo que ellos deben honrar sus convenios bautismales tal como esperan que lo hagan sus conversos. Y dijo que ellos se fortalecerán a medida que lo hagan.
“Cuando los misioneros se esfuerzan por vivir en armonía con las promesas que hicieron al bautizarse, fortalecen su fe, conocimiento y testimonio del evangelio de Jesucristo”.
2. Los misioneros ayudan a proporcionar acceso al poder redentor del Salvador mediante el arrepentimiento y el bautismo
El élder Soares mostró una foto que capturó rápidamente la atención de su audiencia.
Si bien muchas de las capillas de la Iglesia en todo el mundo tienen pilas bautismales, no todas las tienen. Y no todos los bautismos se llevan a cabo en un área donde hay pilas bautismales disponibles. Este fue el caso recientemente en Papúa Nueva Guinea.
Un río cercano era el mejor lugar para bautizar a dos personas que habían aceptado el evangelio de Jesucristo. Sin embargo, además de los dignos poseedores del sacerdocio y los testigos que debían estar presentes, este bautismo también requería ayuda adicional. Algunos de los lugareños llegaron con hachas, machetes y una lanza para ahuyentar a los cocodrilos que frecuentaban la zona, explicó el élder Soares.
“¿Qué motivó a estas personas a enfrentar esta peligrosa circunstancia para emprender el camino del convenio?” preguntó. “Fue el cambio duradero en el corazón que experimentaron a través de su fe, su deseo sincero de arrepentirse y ser limpiados de sus pecados, y su fe profunda en que el Señor los bendeciría con mayor felicidad, gozo y paz al hacer su convenio bautismal con Él.”
El cambio de corazón que experimentaron esos nuevos conversos vino como parte de un proceso de arrepentimiento genuino.
“El arrepentimiento implica confiar en Jesús, rendirse humildemente al Espíritu, tener un cambio de corazón sincero y duradero, desear abandonar el pecado y hacer el bien continuamente al someterse a la voluntad de Dios para servirle”, dijo el élder Soares.
“Estas acciones preparan a las personas para hacer y guardar convenios sagrados. Si nuestros misioneros son amorosos y audaces para ayudar a las personas a comprender lo que deben hacer para tener fe en Cristo y arrepentirse, las personas definitivamente encontrarán gozo y paz a lo largo de su viaje por la senda de los convenios. Estas acciones ayudarán a los hijos de Dios a despojarse del ‘hombre natural’ y de la ‘[mujer] natural’ y a convertirse en santos ‘por la expiación de Cristo el Señor’ (Mosíah 3:19)”.
Conversión completa
Al concluir, el élder Soares testificó de las bendiciones que provienen de conocer la doctrina y actuar de acuerdo con ese conocimiento.
“Cuando se comprende bien, la doctrina de Cristo puede cambiar la forma en que los misioneros viven y dirigen sus esfuerzos para lograr su propósito”, dijo él. “Les testifico que al ejercer la fe en Cristo, arrepentirse, bautizarse, recibir el Espíritu Santo y comprometerse a servir a Cristo, las personas pueden experimentar la sanidad, el perdón de los pecados y una conversión completa al Salvador y Su evangelio”.
