La lista aparentemente interminable de deberes de Barry Anderson cuando el Coro y la Orquesta del Tabernáculo en la Manzana del Templo está de gira ha incluido aspectos de vestuario, escenario, programación, contabilidad, logística, comidas y, sí, simplemente asegurarse de que cada uno de los cientos de miembros del coro y la orquesta estén en el autobús correcto.
Pero toda la legendaria multitarea de Anderson se ha anclado a un solo objetivo: hacer todo lo que se necesita detrás de escena para que cuando el director musical Mack Wilberg (en inglés) levante la batuta y comience la música del evangelio, pueda transmitirse a la audiencia en su máxima expresión, a un nivel edificante y alentador.
Ahora, el afable “genio logístico” y gerente administrativo del Coro está concluyendo lo que sus colegas llaman acertadamente una actuación “heroica”. Anderson se jubila este mes después de 21 años de servicio.
“Privilegiado” es una palabra a la que Anderson se refirió a menudo cuando habló con Church News acerca de alejarse del Coro. “Me siento muy agradecido y privilegiado por el tiempo que he tenido aquí — y por cualquier contribución que he hecho desde mis áreas de responsabilidad con el Coro”, dijo.
Al igual que un atleta profesional que opta por retirarse cuando todavía está en la cima de su carrera, Anderson está feliz de seguir adelante mientras sus habilidades profesionales aún son fuertes.
Desempeñar un papel clave en más de dos décadas de organización y ejecución de varias giras y actividades del Coro y la orquesta deja a Anderson con recuerdos invaluables. Él recuerda rápidamente la participación del Coro en la histórica dedicación del Templo de Nauvoo en 2002 y en la popular Gira Europea de 2016.
En cualquier lugar del mundo en el que se haya presentado el Coro, Anderson ha disfrutado viendo a los Santos de los Últimos Días locales y a sus vecinos salir del concierto de ese día unificados y edificados. “Otro recuerdo que me llevaré es la camaradería de nuestro personal del Coro durante los últimos 20 años”.
Y aunque Anderson no cantó ni tocó una sola nota en el escenario durante su tiempo en el Coro, se apropió de su éxito “simplemente tratando de hacer mi trabajo lo mejor que pude”.
Además de sus deberes de gira, Anderson también ha supervisado las operaciones financieras y de presupuesto del Coro, además de gestionar las necesidades de la Orquesta.
Incluso después de más de 20 años en esta función, Anderson todavía se maravilla con los desafíos logísticos que implica una gira del Coro y la orquesta. La Gira Classic Coast Tour 2018 (en inglés), por ejemplo, utilizó más de una docena de autobuses, cuatro semirremolques y un pequeño ejército de personal de apoyo y viajes. La atención de Anderson a los detalles logísticos — hasta asegurarse de que el equipaje de cada miembro del Coro se entregue personalmente en su habitación — beneficia tanto a los participantes como a su audiencia entusiasta.
“Hemos evolucionado para convertirnos en un espectáculo itinerante muy eficiente”, dijo él. “Hemos refinado las cosas para que los miembros del Coro puedan estar bien descansados, bien alimentados y preparados para cada actuación”.
“Barry es excelente en lo que hace”, dijo Wilberg. “Siempre escuchas la frase, ‘Nadie es indispensable’. Pero en el caso de Barry, sin duda lo extrañaremos. Está dejando zapatos grandes que alguien más debe llenar”.
El director musical del Coro apreció mucho el compromiso de Anderson “de que la música sea lo primero — y todo lo demás que la respalde”.
Con Barry Anderson, agregó él, “Nunca tienes que preocuparte por los grandes detalles — ni por los pequeños detalles. Sabemos que serán atendidos. Barry puede anticipar sus necesidades y pensamientos incluso antes de que los tenga”. Anderson lamenta que la pandemia de COVID-19 finalmente canceló la gira Heritage del Coro y la Orquesta que debía haber incluido actuaciones en Escandinavia y varias ciudades del Reino Unido. Pero él está tranquilo porque él y sus asociados en el Coro hicieron todo lo posible para llevar a cabo la gira.
Entonces, ¿qué hace un hombre que “está siempre ocupado” ahora como un “hombre jubilado”?
Mucho.
El jardinero, entusiasta del golf y abuelo cuidará sus flores, mejorará su juego de golf y jugará con sus nietos. Anderson y su esposa, Becky, también compraron recientemente una casa rodante para frecuentar sus lugares de pesca favoritos. También planea permanecer involucrado en algunos esfuerzos sin fines de lucro que beneficiarán a otros.
Y si, Anderson todavía planea levantarse cada domingo por la mañana y disfrutar de la transmisión semanal de “Música y palabras de inspiración”.
“Pero ahora”, dijo, sonriendo, “me despertaré a las 9:20 para la transmisión de las 9:30”.