La carrera de obstáculos de atletismo se clasifica oficialmente como un evento individual.
Pero Courtney Wayment de la Universidad Brigham Young — la recién coronada campeona nacional universitaria de carreras de obstáculos — posee la madurez intelectual y espiritual para saber mejor.
La atleta Santo de los Últimos Días enfatiza que su histórico éxito en BYU en la carrera de obstáculos y varios otros eventos de distancia ha sido un esfuerzo de “equipo” que incorpora su fe, su familia y su entrenadora de BYU y compañeros de equipo.
“Soy increíblemente bendecida de que así es como puedo terminar mi historia en BYU”, dijo a Church News unos días después de dominar el campo de carreras de obstáculos femenino el 11 de junio en los campeonatos de pista y campo de la NCAA en Eugene, Oregón.
No espere ganar un título universitario nacional sin una abundancia de talento natural y trabajo duro.
“Pero sin mi sistema de apoyo — mi entrenadora, mi familia, mi esposo, mis compañeros de equipo — no sería nada de lo que soy”, dijo humildemente la campeona. “He tenido un sistema de apoyo increíble del que estoy muy, muy agradecida de tener”.
En pocos días, Wayment firmará un contrato profesional y comenzará a competir al más alto nivel nacional e internacional. Ella espera que uno o dos Juegos Olímpicos estén en su futuro.
Pero mientras reflexiona simultáneamente sobre su legendaria carrera universitaria y las oportunidades que le esperan, la nativa de Utah identifica a tres jugadores clave en el “Equipo Wayment”: Fe. Familia. Y una sabia entrenadora universitaria y compañeros de equipo.
Su fe
Wayment, una Santo de los Últimos Días de toda la vida, cree que el Evangelio le permite a ella y a cualquier otra persona “usar nuestros talentos, nuestro mundo difícil y nuestras pasiones para representar a Jesucristo”.
Ella está agradecida por las oportunidades espirituales únicas que son elementos definitorios de competir en la universidad patrocinada por la Iglesia. Pero se apresura a agregar que tales oportunidades no son lo único que sostiene a los atletas de élite.
“No importa si trabajas de 9 a 5 o si te quedas en casa como mamá o si eres un atleta que gana un campeonato nacional — Dios se preocupa por ti. Él te conoce. Él sabe lo que es importante para ti. Y Él realmente se preocupa. Él quiere que tengas felicidad y gozo en tu vida”.
Su familia
Wayment se casó con Tanner Smith en el Templo de Salt Lake después de su primer año de universidad. “Eso es algo único en BYU”, dijo riendo.
A lo largo de los años, la fuerza de la unión de la joven pareja ha fortalecido el desarrollo atlético de Wayment.
“Estoy muy agradecida de tener un compañero que está en mi equipo conmigo”, dijo ella. “No podría haber superado muchas de las cosas que tuve que superar sin Tanner. Es un apoyo ‘sin límites’ — y ha hecho de mis sueños y mis pasiones sus sueños y sus pasiones”.
Las fotos de Wayment tomadas poco después de su reciente victoria en la carrera de obstáculos también la capturan celebrando con sus padres, Mark y Becky Wayment. Su alegría es claramente la alegría de ellos.
“Tengo padres increíbles… y me siento muy afortunada de tenerlos conmigo en este viaje por la vida”.
Una entrenadora sabia, compañeros leales y amigos
Cualquier discusión con Wayment sobre su éxito en BYU — ella ha ganado tres títulos nacionales individuales — conduce inevitablemente a su conexión con su entrenadora, Diljeet Taylor. Su larga conexión de “atleta-entrenadora” ha sido “una bendición increíble”, dijo Wayment.
“La entrenadora Taylor me ha preparado física, emocional y mentalmente, y gran parte del crédito se lo debo a ella… Es una entrenadora única en su tipo que está cambiando la manera de hacer las cosas para el atletismo universitario y de pista para mujeres”.
Durante la carrera universitaria de Wayment, también entrenó casi todos los días con compañeros de equipo de BYU que eran All-Americans [Mejores atletas universitarios de los EE. UU.]. También son amigos cercanos — y muchos son Santos de los Últimos Días.
Wayment señala que, si bien normalmente compite como individuo — “nunca lo hago sola”.
Mirando hacia el futuro

Ahora Wayment pasa a las filas profesionales, donde la competencia se vuelve más dura. “Pero mi objetivo es ser una atleta olímpica. Me encantaría representar a los EE. UU. a nivel nacional y mundial”.
Y, un día, cuando corra su última carrera, una de las atletas con más historia de BYU, espera seguir el camino de su mentora y entrenar e inspirar a jóvenes corredoras. “Me encantaría volver a la NCAA [Asociación Nacional de Atletas Universitarios] como entrenadora y darles a las mujeres el mismo amor, creencia y pasión que la entrenadora Taylor nos ha dado a mí y a mis compañeras de equipo”.