John Strachan de 1.88 metros de altura parece un elfo alto cuando se pone su disfraz. El primer consejero del obispado del Barrio Port Coquitlam en la Estaca Vancouver, Columbia Británica, se viste como elfo todos los años en Navidad por una causa especial — llevar juguetes, alegría y sonrisas a los niños.
Strachan trabaja para Translink BC y organiza el programa anual Toys for Tots [juguetes para niños] (ambos en inglés) de la empresa desde hace 16 años. Coordina la recogida de donaciones de los centros Translink, circuitos de autobuses y empresas privadas.
Strachan viaja en un autobús que está decorado como un reno por Vancouver, recogiendo y dejando juguetes, regalando bastones de caramelo con Santa y la Sra. Claus y visita a los niños enfermos en Ronald McDonald House [hospedaje para padres con niños en el hospital] y Canuck Place (ambos en inglés).
La Navidad pasada, la Estaca Vancouver, Columbia Británica, participó por primera vez en la campaña Toys for Tots. Bruno Venditti, miembro del sumo consejo de estaca y coordinador de SirveAhora, usó SirveAhora.org para promover el proyecto y permitir que se recolectaran más juguetes.
Se llevaron nuevas donaciones de juguetes a las capillas de Coquitlam, Burnaby, North Shore y 41st Street Vancouver. Entre miembros de la Iglesia, voluntarios de SirveAhora, donantes privados y empleados de Translink, Coast Mountain Bus Company, BC Rapid Transit Company y Transit Police, Strachan recolectó aproximadamente 2700 juguetes y más de UD$2500 en fondos donados la semana antes de Navidad.
Venditti dijo: “Es una bendición ver cómo los miembros fueron cuidadosos con los juguetes. Tuvimos donaciones para todas las edades, incluyendo los adolescentes y los bebés, que suelen ser las edades más desatendidas. Qué gran oportunidad para que nuestra familia participe en Navidad”.
Strachan dijo que el programa de recolección de juguetes — que Translink ha estado haciendo durante 36 años — no sería posible sin la generosidad de las personas de Vancouver. A lo largo de los años, la colecta de juguetes ha donado casi 90 000 juguetes y ha recaudado más de UD$53 000 en donaciones para la organización benéfica Lower Mainland Christmas Bureau (en inglés).
“Una persona puede dar un regalo, otra persona puede dar 10”, dijo Strachan. “Y cuando ves las cosas que pasan, cielos! Hemos recibido bicicletas, mesas de futbolín, todo tipo de cosas increíbles que nos llegan. Muñecas que miden casi un metro de altura. Bromeamos, que tendremos que cobrarles a estas muñecas la tarifa del autobús”.
Lo que comenzó como un autobús decorado se ha convertido en una flota de nueve autobuses — cada autobús con el nombre de cada uno de los renos de Santa. El próximo año, Strachan planea decorar los autobuses con más luces que se apagarán y encenderán en sincronía con la música navideña que suena en un altavoz externo.
Un equipo de ocho empleados de Translink trabaja en conjunto recogiendo los juguetes. Solían trabajar de 12 a 13 horas al día. Ahora han repartido el esfuerzo en más días, haciéndolo más manejable. Toda la temporada de conducir los autobuses decorados por la ciudad, entregar juguetes y visitar a los niños dura dos semanas.
“Estoy bastante cansado durante esas dos semanas, pero vale la pena. Cada momento vale la pena”, dijo Strachan. Y los mejores momentos son cuando él puede visitar a los niños enfermos y sus familias en Ronald McDonald House y Canuck Place.
Un año después de entrar en una habitación, él supo que un niño no viviría mucho tiempo. Pero la madre del niño estaba tan agradecida de que alguien se hubiera acordado de su hijo en Navidad.
Strachan dijo que la Navidad tomó un significado diferente para él cuando comenzó a hacer Toys for Toys y el autobús decorado como un reno.
“Me acuerdo que cuando era adolescente, trabajé en un centro comercial en Navidad, y ver cómo se comportaba la gente en el centro comercial en Navidad me dejó un sabor amargo en la boca. Estaba demasiado comercializado”, dijo él. “Pero hacer cosas como esta, me edifica”.
Y él ve cómo el esfuerzo anima a otros, a medida que donan juguetes, viajan en el autobús y cantan villancicos, reciben un bastón de caramelo de Santa o saludan al autobús cuando pasa. Ellos captan el espíritu de la Navidad, dijo él, “y el espíritu de la Navidad es el espíritu de Cristo”.
“¿Me siento más cerca del espíritu? Sí”, dijo él. “¿Me siento más cerca del Salvador? Sí. ¿Siento más el espíritu navideño? Oh sí”.