Normalmente, Malaina Taufa era vivaz y llena de vida. Pero cuando comenzó la pandemia de COVID-19 y los cierres afectaron a su país, Nueva Zelanda, Taufa se sintió abrumada por todo.
Sus cuatro hijos estaban en casa y Tuafa tenía miedo de salir en público. Perdió la confianza a medida que su ansiedad y preocupaciones crecían.
No se dio cuenta de que tenía ansiedad hasta que el especialista en autosuficiencia de su barrio la animó a probar el programa de resiliencia emocional de la Iglesia.
“No fue hasta que me senté en nuestro curso de resiliencia emocional y escuché la experiencia de otros y también las enseñanzas del evangelio, poco a poco las ansiedades comenzaron a desaparecer lentamente”, dijo Taufa.
¿Qué es la resiliencia emocional y cómo puedo desarrollarla? Conozca este nuevo recurso de la Iglesia
Más ansiedad
Lauren Barnes, profesora asociada de School of Family Life en la Universidad Brigham Young y terapeuta matrimonial y familiar, dijo que las tasas de prevalencia sugieren que casi 1 de cada 5 adultos experimenta una enfermedad mental.
“Los adultos jóvenes, de entre 18 y 25 años, tienen las tasas de prevalencia más altas de otros grupos de edad adulta, con poco más del 25 %”, dijo ella. “Asumiendo que conocen a alguien que lucha contra una enfermedad mental; esto no solo está afectando a alguien en algún lugar. Es probable que afecte a alguien que conocen”.
Roy Bean, terapeuta matrimonial y familiar y profesor asociado de terapia matrimonial y familiar de la Universidad Brigham Young, dijo que la ansiedad es el problema más diagnosticado y que se presenta con mayor frecuencia en lo que respecta a la salud mental.
“Dejando a un lado el COVID… Yo diría que la ansiedad ha aumentado en los últimos 20 a 50 años, principalmente porque vivimos en un entorno más estresante”, dijo él. Muchas personas viven más cerca de otras y no tienen acceso al factor protector de la naturaleza; tienen más tecnología, pero también más opciones que antes; están sobrecargados y constantemente conectados a información y noticias sobre las cosas aterradoras que suceden en todo el mundo; ven publicaciones en las redes sociales con las que se comparan.
“Y nunca están completamente alejados de su correo electrónico y sus mensajes de texto, su jefe, su vecino más molesto — siempre pueden comunicarse con ustedes”, dijo Bean. “Tendemos a ser bombardeados por cosas que son factores de riesgo para nosotros que hace 20 años simplemente no lo eran”.
Barnes agregó: “Ahora hay muchas más oportunidades de estar inmersos en una amplia variedad de actividades con una gran variedad de expectativas de las personas en todos los aspectos de nuestras vidas. Me pregunto si las presiones adicionales contribuyen a generar más ansiedad”.
Si añadimos la pandemia, el problema aumentó, mientras que se eliminaron los factores de protección — como el apoyo social y el acceso a amigos, familiares, actividades, escuela y mucho más. Bean dijo que las tasas de ansiedad pasaron de una estimación de la población general de alrededor del 4 por ciento hasta los 30.
“No es que seamos más débiles o menos resistentes como personas. Es que estamos expuestos a una nueva montaña de factores de estrés”, dijo él.
Las personas también son mucho más conscientes de ello. Cientos, no miles, de pruebas en línea hacen que algunas personas se sientan ansiosas por sufrir de ansiedad, dijo Bean.
Barnes dijo que ha notado que más personas hablan sobre la ansiedad, probablemente porque hay más información y acceso sobre la salud mental. Le resulta reconfortante ver conversaciones sobre la salud mental y física en aumento, pero dijo que es importante examinar bien los recursos — y asegurarse de que la información proviene de una fuente fiable y de buena reputación.
“Más personas informan que experimentan ansiedad que en años anteriores, y parece ser más frecuente a una edad más temprana”, dijo ella.
¿Qué es un trastorno de ansiedad?
Bean y Barnes dijeron que hay diferencias entre sentirse ansioso y tener un trastorno de ansiedad. El más común es el trastorno de ansiedad generalizada.
La preocupación por algo específico podría convertirse en una fobia, mientras que las preocupaciones generales o el nerviosismo que se pueden manejar son muy diferentes a alguien que regularmente es desafiado por una respuesta neuroquímica y de comportamiento a algo que no es un riesgo real.
Los profesionales clínicos que evalúan el trastorno de ansiedad generalizada buscan los siguientes síntomas (en inglés):
- La presencia de ansiedad y preocupación excesivas sobre una variedad de temas, acontecimientos o actividades. La preocupación ocurre la mayoría de las veces durante al menos seis meses y es claramente excesiva.
- La preocupación se experimenta como algo muy difícil de controlar. La preocupación tanto en adultos como en niños puede cambiar fácilmente de un tema a otro.
- La ansiedad y la preocupación van acompañadas de al menos tres de los siguientes síntomas físicos o cognitivos (en niños, solo uno de estos síntomas es necesario para el diagnóstico de trastorno de ansiedad generalizada):
- Nerviosismo o inquietud.
- Cansarse con facilidad, más fatigado que de costumbre.
- Deterioro de la concentración o sensación de que la mente se queda en blanco.
- Irritabilidad (que puede o no ser observable para los demás).
- Aumento de los dolores o molestias musculares.
- Dificultad para dormir (debido a problemas para conciliar el sueño o permanecer dormido, inquietud por la noche o sueño insatisfactorio).
Bean y Barnes dijeron que muchas personas ansiosas pueden manejarlo y funcionar todos los días. La preocupación y el estrés son parte del ser humano. “De hecho, la ansiedad puede ser bastante útil y motivadora a veces para ayudarnos a realizar las tareas diarias, a rendir bien y a mantenernos comprometidos con el trabajo, la escuela y la vida”, dijo Barnes.
Pero si una persona siente que la ansiedad es paralizante o debilitante, o si alguien presenta al menos tres de los síntomas físicos o cognitivos mencionados anteriormente durante un determinado periodo de tiempo, esa persona debe buscar el asesoramiento de un profesional capacitado y autorizado.
Soluciones
Barnes dijo que las técnicas de terapia cognitiva conductual existen desde hace mucho tiempo y han demostrado ser bastante efectivas para tratar la ansiedad.
“Como terapeuta matrimonial y familiar, creo que es realmente importante examinar el sistema y el contexto en el que se produce la ansiedad y luego trabajar con ese sistema”, dijo ella, lo que significa fomentar la conexión dentro de una familia o entre padres e hijos, por ejemplo, además de trabajar técnicas y habilidades de afrontamiento individuales.
El asesoramiento y la autoayuda pueden hacer maravillas para alguien con ansiedad, dijo Bean. La atención plena, la respiración profunda, la meditación, la redacción de un diario, el ejercicio y la interrupción del pensamiento son algunas de las formas de ayudar a sobrellevar la situación.
Taufa usó la atención plena, una técnica compartida en el curso que tomó del programa de resiliencia emocional de la Iglesia. Ella dijo que también tuvo un gran apoyo de su esposo y de los demás que tomaron la clase. “No fue una solución rápida — requirió tiempo, autodominio y confianza en el Señor”, dijo Taufa.
Barnes enfatizó la empatía. “El Salvador Jesucristo estaba verdaderamente con las personas. Estaba a su lado, rara vez por encima o jerarquizado de alguna manera. “Llevad mi yugo sobre vosotros”, dijo él. Estar presente en lugar de hacerlo por ellos. Debemos de ser semejantes a Cristo”.
Bean dijo que muchas personas comienzan a sentirse mejor después de su primera sesión de terapia, porque pueden aislarse del mundo exterior y resolver lo que les está sucediendo.
Pero otros necesitan más ayuda: “Lo interesante de la ansiedad es que algunas de las soluciones a la ansiedad son difíciles de hacer cuando estás ansioso”, dijo Bean. “La necesidad de ayuda profesional — ya sea neuroquímica en forma de medicación o asesoramiento — aumenta con la gravedad de los síntomas”.
Barnes dijo que las personas deberían buscar asesoramiento médico sobre si la medicación sería una buena opción. Señaló que la mayoría de las compañías de seguros de salud ahora cubren la atención de la salud mental y tendrán una lista de proveedores, al igual que un médico.
Recursos
Barnes dijo que la investigación muestra un fuerte vínculo entre la genética y las enfermedades mentales. Algunas personas pueden estar más predispuestas a los factores que conducen a la ansiedad.
“Si luchan contra la ansiedad, no significa que sean un fracaso. No significa que no hayan sido fieles. No significa que Dios no los ame”, dijo ella. “Vivimos en una época extraordinaria con tanta disponibilidad y acceso a ayuda y apoyo. Acudan a los profesionales. Busquen apoyo social. Busquen la ayuda que necesitan”.
Bean repitió: “Buscar ayuda profesional no es una señal de que son un fracaso o de que Dios no los ama. Por eso tenemos estas herramientas. Usémoslas”.
Bean quiere que las personas se sientan seguras de que hay un recurso para ayudarlos y que la ansiedad responde al tratamiento. Dijo que hay muchas aplicaciones de meditación para elegir, así como muchos consejos generales para otras técnicas de afrontamiento para preocupaciones situacionales o a largo plazo. Además, cualquier médico puede ayudar de inmediato, ya que la ansiedad es un problema muy común.
“Las personas que sufren ansiedad son algunos de los mejores clientes, porque quieren hacer lo mejor que pueden”, dijo él. “Están cansados y desesperados por recibir ayuda. Y así, cuando vienen a terapia, casi todos comienzan a sentirse mejor”.
Lo que dicen los líderes y miembros de la Iglesia sobre el nuevo curso de resiliencia emocional
Barnes dijo que las personas están en la tierra para progresar. “Necesitamos estar completos”, dijo ella. “Lucas 2:52 dice: ‘Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres’. Este es ahora el lema de las Escrituras para los jóvenes y niños y nos brinda mucha orientación y oportunidad para aprender y crecer”.
La Iglesia tiene una lista de recursos de salud mental en su sitio web, que se encuentra en churchofjesuschrist.org/get-help/mental–health (en inglés). Incluye secciones con ayuda para individuos, padres y familias, y líderes. “Los desafíos de salud mental pueden afectar a cualquier persona, independientemente de su educación, geografía, fe, llamamiento o familia. No es algo de lo que deba avergonzarse y debe afrontarse con amor”, dice el sitio.
Taufa recomienda encarecidamente el programa de resiliencia emocional, especialmente para los jóvenes y jóvenes adultos solteros. “Crea conciencia y apoyo”, dijo ella.
“Realmente creo que somos bendecidos de que nuestra Iglesia haya sacado este programa de la oscuridad, ya que la salud mental está muy mal vista o es un tabú en otras culturas”, dijo ella. “Tener el apoyo de la Iglesia con doctrina y citas inspiradoras de líderes es una herramienta increíble, especialmente en este momento de incertidumbre”.
