Las enseñanzas de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días contribuyen a una percepción más positiva del cuerpo y se relacionan con resultados más positivos, según una nueva investigación de la Universidad Brigham Young.
“En términos generales, la espiritualidad y la religiosidad tienden a estar relacionadas con una mejor estima corporal en todas las religiones”, dijo Sarah M. Coyne, una profesora de desarrollo humano en la escuela de vida familiar (School of Family Life) de la universidad BYU. “Queríamos analizarlo para saber el por qué, y cuáles son las cosas que resultan beneficiosas y en qué podemos mejorar”.
El equipo de investigación de Coyne entrevistó y realizó encuestas a miembros activos de la Iglesia en Utah, en otros estados de los Estados Unidos y en otros países. Descubrieron que, creencias como la expiación y la naturaleza divina, prácticas como la Palabra de Sabiduría y la modestia, y las culturas a nivel de Barrio, todo esto contribuía a la imagen y a la estima corporales.
Las creencias
El equipo de investigación hizo preguntas sobre las siguientes creencias: la naturaleza divina, el plan de salvación, la expiación de Jesucristo y la perfección.
Descubrieron que la creencia en la expiación de Jesucristo estaba fuertemente relacionada con una imagen corporal más positiva. “Entonces, la creencia en la naturaleza divina, es decir, la idea de que soy un hijo o una hija de Dios, el plan de salvación y el propósito de mi cuerpo, todo esto estaba relacionado con una imagen corporal más positiva”, dijo Coyne.
El informe de la investigación citó las respuestas de varios participantes, pero cambió sus nombres para proteger su identidad. Mónica, una mujer internacional de mediana edad, describió su gratitud por el plan de salvación, el cual le ayuda a cuidar su cuerpo.
“Creo que cualquier pensamiento negativo que tenga sobre mi cuerpo puede disiparse si realmente pienso en la [creencia] de [que] los espíritus [son] eternos, y en por qué estamos aquí en la Tierra y, además, estoy muy agradecida por tener este conocimiento”, dijo ella.
Algunos de los participantes hablaron sobre cómo la creencia en la expiación les ayudó a prestar atención a otras cosas y no centrarse en su propio cuerpo. David, un hombre mayor de Utah, dijo: “no entiendo muy bien el motivo, pero [debe de haber sido] algo extremadamente importante que el Salvador adquiriera un cuerpo y que ese cuerpo pasara por un sufrimiento inimaginable. … Ofrece cierta perspectiva cuando las cosas no están funcionando tan bien en tu cuerpo”.
Kendra, una joven del grupo de los Estados Unidos, les explicó a los investigadores la importancia de su naturaleza divina a la hora de pensar sobre lo que sentía con respecto a su cuerpo.
“Sabía que tenía padres celestiales y que estaba hecha a su imagen y, si estaba hecha a su imagen… podía sentir su amor”, dijo. “Además, si ellos me amaban, entonces debía amarme a mí misma y eso incluye mi cuerpo. De esta manera, pienso que [esa creencia] realmente me ayuda a tener una imagen positiva de mí misma”.
La enseñanza sobre la perfección tuvo un impacto más negativo en la imagen corporal. “Nosotros, en la Iglesia, lamentablemente tenemos la cultura de aferrarnos a ese modelo irreal de perfeccionismo. Mucha gente dijo que la forma en que enseñamos y hablamos de ello estaba ligada con que se sintieran peor con respecto a sus cuerpos”, dijo Coyne.
Ella señaló que los participantes en el estudio dijeron que el centrarse en la funcionalidad en lugar de la apariencia física les permitía apreciar y valorar más sus cuerpos.
Las prácticas
En esta sección de la investigación, Coyne preguntó sobre la práctica en la Iglesia de la modestia, la Palabra de Sabiduría, la enseñanza de multiplicar y henchir la tierra, y el uso del gárment.
Coyne dijo que los sentimientos sobre la modestia y la imagen corporal variaban entre los que participaron en la investigación en función de la manera en que se les había enseñado esta práctica. Algunos tenían un enfoque basado en el miedo y la vergüenza, mientras que otros decían que el pudor les ayudaba a sentir respeto por sus cuerpos.
“La modestia es un hermoso principio y a la gente se le enseña de muchas maneras diferentes” dijo Coyne. “Por desgracia, muchas de las formas en que lo enseñamos tienden a centrarse en el cuerpo de las mujeres, lo que lleva a los hombres a centrar su atención en el cuerpo de las mujeres”.
Por ejemplo, Camille, una joven del grupo de Utah, dijo a los investigadores que la forma en que se le enseñó sobre la modestia le hacía sentir que era su culpa si alguien la miraba, dependiendo de lo que llevara puesto.
Sin embargo, Abigail, una joven del grupo de Estados Unidos, dijo: “La modestia y la forma en que se me ha enseñado es básicamente mostrar respeto por este cuerpo que el Padre Celestial me ha dado. … He descubierto que vestir con modestia me hace sentir más cómoda”.
La observancia de la Palabra de Sabiduría se ha relacionado con resultados positivos para la salud, dijo Coyne, y en esta investigación, los participantes sintieron que les dio una imagen corporal más positiva.
Un joven participante de Utah, explicó en el informe de la investigación que la Palabra de Sabiduría le ayuda a “mantener un cuerpo sano, y saber que mi cuerpo es como un regalo de Dios es una buena motivación para hacer ejercicio y comer bien. …me hace sentir más agradecido por mi cuerpo y me hace respetarlo”.
Coyne dijo que muchas personas mencionaron el mandamiento de “multiplicaos y henchid la tierra” de forma positiva. “Hablaron de cómo el embarazo y el período de después del parto eran realmente importantes para ellas, y de desarrollar un aprecio por sus cuerpos durante esa época, y de reconocer lo vital que era traer niños a esta tierra, desde el punto de vista espiritual”.
Una de las mujeres entrevistadas, Karen, del grupo de Utah, describió el hecho de tener hijos como “parte de nuestro propósito”. Ella dijo: “Creo que es bastante asombroso que haya tenido bebés, que haya podido hacerlos crecer dentro de mi cuerpo. La doctrina de la Iglesia me ayudó a ver eso como parte de la nuestra creación”.
Mientras tanto, Coyne señaló que otras personas también hablaban de la infertilidad, y cómo esta puede estar relacionada con una baja estima corporal.
La investigación también incluyó preguntas sobre el uso del gárment. Taylor, un joven de Utah, dijo a los investigadores: “En lo que respecta a mi cuerpo, creo que [el gárment] es un recordatorio, o al menos me ha hecho sentir más conectado con Dios, supongo. Además, me hace recordar que mi cuerpo es un templo, es sagrado”.
La cultura
La investigación analizó cómo la cultura de la Iglesia influye en la imagen, la percepción y la valoración del cuerpo. Sin embargo, Coyne subrayó que no se trata de la cultura de la Iglesia en general, sino de la cultura individual de cada Barrio. La investigación analizó la ubicación de las congregaciones y las prácticas culturales.
“Cada Barrio tiene una cultura diferente, dijo. “Puedes ir de un barrio a otro y ver la diferencia. … La cultura realmente varía entre los distintos Barrios; hay algunos que brindan mucho más apoyo a una imagen corporal más positiva que otros — lo cual está demostrado estadísticamente”.
Dijo que los Barrios que generalmente ofrecen apoyo tenían entre sus miembros una mayor diversidad en cualquiera de estas tres áreas: la forma y tamaño del cuerpo, la raza y la ropa.
“Sin embargo, si se tiene un Barrio en el cual hay niveles más altos de comparación, especialmente en torno a la apariencia, niveles elevados de juzgamiento, y la idea de lucir muy bien todo el tiempo, o altos niveles de acondicionamiento físico o cirugías estéticas, todo esto influye sobre una imagen corporal negativa en los miembros de la Iglesia. Está confirmado estadísticamente”, dijo Coyne.
Karina, una joven de fuera de los EE. UU., dijo que los comentarios específicamente sobre su apariencia le generaron sentimientos negativos sobre su cuerpo. “Obviamente, si recibes elogios, en el momento se siente bien, pero después también empiezas a sentirte mucho más insegura porque te das cuenta de que todo el mundo se centra en eso, incluso si recibes una gran cantidad de comentarios positivos”. Esto le hizo sentir mucha presión y sentirse permanentemente bajo comparación, dijo en el informe de la investigación.
Conclusión
Las prácticas religiosas relacionadas con el cuidado y el respeto del cuerpo pueden ayudar a las personas religiosas a tener una estima corporal más positiva, dijo Coyne. Una comunicación más estrecha y sólida con Dios y una firme comprensión de las doctrinas de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días proporcionan una imagen o percepción más positiva cuerpo.
“Tenemos esta hermosa doctrina sobre el cuerpo”, dijo Coyne. “Cuando realmente asimilamos que sí, que nuestros cuerpos son parte del plan y están diseñados según los padres celestiales que nos aman, y que Jesucristo se sacrificó para que pudiéramos tener un cuerpo — cuando realmente lo asimilamos, tiende a dar frutos [y esto se manifiesta en la forma en que] nos sentimos con respecto a nosotros mismos”.
Los resultados de la investigación se publicarán en una serie de artículos académicos. El primer trabajo de investigación de Coyne sobre esta investigación se titula ¿Creencias, prácticas o cultura? Un estudio de método mixto sobre la religión y la estima corporal (Beliefs, Practices, or Culture? A Mixed Method Study of Religion and Body Esteem) y se publicará en la revista de psicología de la religión y la espiritualidad (Journal of Psychology of Religion and Spirituality, en inglés).