La presidenta Janette Callister Hales Beckham, quien sirvió como la décima presidenta general de las Mujeres Jóvenes de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, murió el viernes, 4 de marzo de 2022 en Provo, Utah. Ella tenía 88 años.
Los servicios funerarios serán el sábado, 12 de marzo en Provo.
La presidenta Beckham sirvió como presidenta general de las Mujeres Jóvenes (en inglés) de 1992 a 1997, y también fue miembro de la Legislatura del estado de Utah de 1988 a 1991 desempeñando varios cargos en la comunidad.
Janette Callister nació el 7 de junio de 1933 en Springville, Utah, hija de Thomas Leonard y Hannah Carrick Callister, y se crió en Spanish Fork, Utah. Mientras asistía a la Universidad Brigham Young, conoció a Robert H. Hales. Se sellaron en el Templo de Salt Lake en 1955 y vivieron en Salt Lake City, Utah; San Antonio, Texas; Nueva York; y San Francisco, California mientras Robert Hales terminaba su entrenamiento médico.
Los Hales tuvieron cinco hijos: Ann, Thomas, Jane, Karen y Mary. La familia regresó a Provo en 1963 y la hermana Beckham terminó sus estudios y se graduó de BYU en 1969. Ella pasó el resto de su vida en Provo, donde crío a su familia y sirvió en la comunidad.
Robert Hales murió de cáncer en marzo de 1988. Poco después, el gobernador de Utah, Norman H. Bangerter, la nombró para ocupar una vacante en la Cámara de Representantes de Utah. En noviembre de ese año fue elegida a la Cámara, y renunció después de un término en enero de 1991.
En marzo de 1990, la presidenta Ardeth G. Kapp (en inglés), novena presidenta general de las Mujeres Jóvenes, seleccionó a la entonces hermana Hales para que fuera su nueva consejera en la presidencia general de las Mujeres Jóvenes, cuando la presidenta Elaine L. Jack fue relevada para convertirse en presidenta general de la Sociedad de Socorro. Después de que la presidenta Kapp fuera relevada en 1992, la presidenta Hales fue llamada para ser su sucesora.
En 1995, la presidenta Hales se casó con Raymond E. Beckham mientras servía como presidenta general de las Mujeres Jóvenes, y cambió su apellido a Beckham. La presidenta Beckham fue relevada como presidenta general de las Mujeres Jóvenes en 1997.
Presidenta general de las Mujeres Jóvenes
La presidenta Beckham se acercaba a los demás porque la gente siempre se había acercado a ella. Una presidenta de la Primaria en Spanish Fork fue quien la acogió cuando tenía 11 años y la invitó a bautizarse. Ella había estado asistiendo a la Primaria ocasionalmente con los vecinos.
“Aunque mi padre no era miembro y mi madre no estaba activa, apoyaron mi decisión. Siempre habían enseñado los principios del Evangelio en nuestro hogar”, dijo ella cuando fue sostenida como presidenta general de las Mujeres Jóvenes (en inglés). “Me enseñaron a ser amable, honesta y amorosa, y me apoyaron en todo lo que hice”.
Como presidenta general de las Mujeres Jóvenes, la presidenta Beckham hizo hincapié en hacer y guardar los convenios. En una entrevista con Church News en 1993 (en inglés), ella estableció una conexión entre el bautismo, la Santa Cena y el templo.
“A veces, los jóvenes sienten que [recibir las ordenanzas del templo] es algo que pasará en el futuro y que harán los cambios necesarios para ir al templo cuando estén más cerca de esa edad”, dijo ella. “Pero si realmente tomamos en serio nuestros convenios bautismales, estaríamos preparados en cualquier momento, si las circunstancias fueran las adecuadas, para ir al templo”.
Bajo su liderazgo, se introdujo en 1993 un nuevo manual de campamento, centrado en el servicio, la espiritualidad y los valores de las Mujeres Jóvenes. En abril de 1994 se celebró la primera reunión general de las Mujeres Jóvenes, separada de la Sociedad de Socorro, y en mayo de 1994, el 125° aniversario de las Mujeres Jóvenes. Se llevaron a cabo dos celebraciones mundiales, “Camina en la luz” en 1992 y “Experimenta sobre la Palabra” en 1995.
En esa reunión de abril de 1994, la presidenta Beckham instó a los jóvenes a construir un núcleo interno de espiritualidad en un discurso titulado “Creciendo espiritualmente” (en inglés): “A medida que ejerzan su fe y sientan que la espiritualidad crece, comenzarán a sentirse más seguros. Se sentirán con más confianza. Gradualmente llegaremos a comprender más plenamente lo que significa confiar completamente en nuestro Padre Celestial y ser testigos de Dios. A medida que nos convertimos en mujeres de fe justas, que solucionan problemas, aprenderemos a representarlo a Él y a hacer Su obra”.
Discursos de la conferencia general
La presidenta Beckham compartió una vez la historia (en inglés) de su hermano menor, y cómo pareció regocijarse su comunidad en Spanish Fork, Utah, cuando nació un hijo en la familia después de cuatro hijas.
“En cuestión de meses, era obvio que Tommy estaba severamente discapacitado. Una fuerza que era justamente lo contrario de mi mundo exterior comenzó a sentirse en mi interior. Parecía desarrollarse una nueva dimensión de amor, ternura y compasión”, dijo la presidenta Beckham en el discurso titulado “El poder de la bondad”, en la conferencia general de octubre de 1995.
Ella continuó: “Toda la ciudad parecía más amable, interesada, preocupada. Mis miedos externos se redujeron. Me sentí firmemente apegada porque mi madre y mi hermano estaban allí. Mis padres estaban en casa por la noche. Nuestro hogar parecía más cálido, lleno. Había un poder diferente. Parecía crecer desde el interior. Se sentía más permanente, a diferencia del poder temporal que sentía con mis amigos. Era tranquilo y pacífico — el poder de la bondad, el poder del amor”.
Ella concluyó el discurso diciendo: “Mi súplica para cada uno de nosotros es que reconozcamos que Dios nos ha dado poder a cada uno de nosotros — el poder de actuar, elegir, servir, amar y hacer mucho bien”.
La familia de la hermana Beckham dijo que le encantaba ser anfitriona, entretener y compartir rollos de canela. También le encantaba la ropa y la moda. Se especializó en ropa y textiles en BYU — y una vez habló en una conferencia general sobre cómo hizo una chaqueta deportiva para su esposo cuando sus hijos eran pequeños.
“Con gran entusiasmo saqué la guía de patrones. Mi corazón casi me falla”, dijo en él en la conferencia general de abril de 1991 en el discurso “Un modelo de rectitud”. “Había páginas de instrucciones — 138 pasos, según recuerdo. Estaba más allá de mi capacidad. En los días siguientes llevé ese patrón conmigo a todos lados. Decidí trabajar en no más de dos pasos por día para no desanimarme. Cuando se completaban dos pasos, leía las instrucciones para la tarea del día siguiente.
“De vez en cuando me ponía demasiado ansiosa y tenía que descoser, pero afortunadamente los errores en los materiales buenos no quedan si se quitan cuidadosamente. Unos meses más tarde, había creado una obra maestra. El patrón había hecho posible el milagro. Los patrones se habían vuelto muy importantes para mí”.
Servicio comunitario
Los Beckham trabajaron en el Comité Coordinador Olímpico de la Iglesia para los Juegos de Invierno de Salt Lake de 1998 a 2002.
La presidenta Beckham era una apasionada de la educación y sirvió en la junta directiva de la Universidad Utah Valley de 2004 a 2011, ayudando en la transición de cambio de status de colegio a universidad en 2008. UVU otorgó a la hermana Beckham un doctorado honorario en 2013.
La hermana Beckham también sirvió en la junta directiva de Deseret Book y en la junta directiva de la Universidad Brigham Young.
En 1997, Ray y Janette Beckham fueron nombrados Reed Smoot Citizens of the Year [Ciudadanos del Año] por Provo City, y también recibieron el premio Sons of the Utah Pioneers “Modern Pioneer” [Hijos de pioneros de Utah “pioneros modernos”].
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Un testimonio del Salvador
La presidenta Beckham les dijo a los estudiantes de BYU en un devocional en marzo de 1993 titulado “Lecciones que me ayudaron” (en inglés), sobre cuánto valoraba cada día la expiación de Jesucristo y las oportunidades de amarse y servirse unos a otros.
“Una de las lecciones más grandes que podemos aprender es cómo el Espíritu sostiene a quienes tratan de vivir por fe. Cuando la adversidad llega, que de seguro llegará, el Espíritu parece más fuerte. Doy testimonio del amor de nuestro Salvador Jesucristo, no por mi dignidad, sino por Su promesa a los que creen en Su nombre”.
En la entrevista de Church News de 1993, la hermana Beckham dijo que esperaba que los jóvenes entendieran que, al hacer convenios, recibirán bendiciones: “La satisfacción y la felicidad que provienen de vivir en armonía con el plan de Dios vienen como una bendición de Él. Podemos sentir paz, amor y seguridad. Nuestro Salvador proporciona la red de seguridad a medida que aprendemos”.
Mientras hablaba con los estudiantes de BYU en un devocional en septiembre de 1995 titulado “Su buen nombre” (en inglés), la presidenta Beckham habló sobre las experiencias de cambiar su apellido en el matrimonio y luego volver a casarse. Hizo hincapié en la importancia de un nombre y una identidad.
“Podemos fortalecer nuestra identidad con nuestro Padre Celestial a medida que cambiamos y servimos. Hay muchas características en las Escrituras que distinguen a un pueblo justo — aquellos que toman sobre sí el nombre de Jesucristo”.
Ella concluyó: “Que al participar de la Santa Cena todos los domingos recordemos la gran bendición que es tomar sobre nosotros el nombre de Jesucristo”.