Los padres son sabios en tener “la charla” acerca de la intimidad física con sus hijos mucho antes de sus primeras citas, bailes de la escuela secundaria y por seguro, antes de sus futuros noviazgos y matrimonios.
Pero para el propósito de este artículo, “la charla” tiene poco que ver con la intimidad física. Si bien las discusiones sobre la intimidad de acuerdo a la edad son esenciales en los años previos a la edad adulta, los padres también pueden ayudar a sus hijos a prepararse mejor para futuras relaciones románticas enseñándoles comportamientos saludables de administración del dinero.
Un estudio reciente de la Universidad Brigham Young examinó los vínculos entre los niños que aprenden prácticas sólidas de administración del dinero y que posteriormente disfrutan de resultados positivos en sus futuras relaciones románticas.
En una charla con Church News, Ashley LeBaron-Black, profesora de Vida Familiar de BYU y autora principal del estudio en la universidad patrocinada por la Iglesia, dijo que investigaciones anteriores respaldan las teorías de que lo que los niños aprenden sobre el dinero en el hogar con sus padres, ya sea intencionalmente o no, es el principal factor influyente en su “socialización financiera”.
Y aunque las escuelas pueden ofrecer alguna instrucción de educación financiera, “los niños van a aprender más sobre el dinero de sus padres”, dijo LeBaron-Black. “Simplemente se les contagia todos los días”.
Los padres pueden tener un gran impacto en el futuro financiero de sus hijos cuando deliberadamente toman el tiempo para enseñar a sus hijos habilidades y comportamientos de administración del dinero — incluyendo cómo ahorrar dinero y vivir providentemente, adhiriéndose a los presupuestos personales y entendiendo y utilizando el crédito adecuadamente.
Pero los beneficios de la socialización financiera positiva entre padres e hijos — convirtiéndose en “financieramente sabios” — aparentemente también pueden extenderse a las futuras relaciones románticas de una niña o un niño.
El estudio de BYU, titulado “From Piggy Banks to Significant Others: Associations Between Financial Socialization and Romantic Relationships Flourishing in Emerging Adulthood” [De las alcancías a parejas: Asociaciones entre la socialización financiera y las relaciones románticas que florecen en la edad adulta” (en inglés)], exploró la teoría “de que una manera en que podemos ayudar a los niños a establecer relaciones exitosas más adelante es enseñándoles sobre el dinero”, dijo LeBaron-Black.
El estudio de BYU está publicado en el Journal of Family Issues [Revista de temas familiares (en inglés)].
Trabajando con colegas de BYU y la Universidad de Arizona, LeBaron-Black encuestó a un grupo diverso de aproximadamente 2000 “jóvenes adultos” en los Estados Unidos entre las edades de 18 a 30 que estaban en relaciones románticas.
Algunas preguntas de la encuesta midieron la salud de esas relaciones románticas y si los participantes sentían que esas uniones estaban floreciendo y creciendo. Los investigadores también preguntaron a los participantes de la encuesta sobre las habilidades financieras, si las hubiera, que aprendieron de sus padres durante la infancia.
“Descubrimos que la socialización financiera se relacionaba positivamente con el florecimiento de las relaciones”, dijo LeBaron-Black.
En resumen, los participantes que informaron haber aprendido habilidades financieras positivas de sus padres cuando eran niños tenían más probabilidades de practicar comportamientos financieros positivos como jóvenes adultos — lo que condujo a mejores resultados en sus florecientes relaciones románticas.
Los comportamientos financieros saludables, agregó LeBaron-Black, preparan a una persona para la estabilidad financiera — una bendición en cualquier relación romántica. “Si usted no está constantemente tratando de arreglárselas o siempre tratando de manejar un posible desastre financiero, usted va a tener más tiempo y energía para dedicarle a una relación”.
Los comportamientos financieros responsables también pueden indicar que es probable que una posible pareja romántica sea confiable y capaz de comprometerse, agregó ella. Los comportamientos financieros saludables y el comportamiento en relaciones saludables, “ambos requieren mucha diligencia y paciencia, trabajo duro y, a veces, gratificación retrasada”.
La vida providente, el ahorro y la autodisciplina son principios fundamentales de los Santos de los Últimos Días. Y muchos padres en la Iglesia están ansiosos por brindar la socialización financiera que sus hijos necesitarán cuando se vayan de casa, por ejemplo, a misiones, a la universidad o en el matrimonio.
“Cuando las personas son autosuficientes, pueden dar lo mejor de sí mismas en todos los aspectos de sus vidas, incluyendo sus relaciones románticas”, dijo LeBaron-Black.
Utilizando su investigación académica reciente, la profesora de vida familiar, LeBaron-Black, ofrece algunos consejos de sentido común a los padres Santos de los Últimos Días tratando de criar hijos expertos con el dinero.
El ejemplo de los padres
Primero, practique un modelo adecuado de padres financieros.
“Eso básicamente significa ser un ejemplo para sus hijos”, dijo LeBaron-Black.
Los niños observan cómo sus propios padres administran el dinero, “y tienden a administrar el dinero de la misma manera cuando crecen”.
Hablen sobre las finanzas con los niños
Segundo, tenga frecuentes conversaciones financieras entre padres e hijos.
Para algunos padres, hablar de dinero con sus hijos es un tabú. Las madres y los padres pueden incluso querer proteger a sus hijos de las realidades a menudo estresantes de las finanzas familiares.
“Pero la investigación ayudaría a los padres a ser abiertos con sus hijos y hablar sobre el dinero en general”, dijo LeBaron-Black. “Aproveche los momentos informales de enseñanza del día a día en el supermercado o en el banco.
“Luego tenga conversaciones en consejos familiares sobre cosas como tarjetas de crédito o el presupuesto familiar”.
El aprendizaje práctico
Y tercero, permita el “aprendizaje experimental” — esas oportunidades prácticas para que los niños practiquen la administración personal del dinero.
Dé a los niños un poco de espacio para administrar su propio dinero — y permítales cometer errores de dinero apropiados para su edad.
Un niño de 5 años que opta por, por ejemplo, vaciar su alcancía para comprar un juguete nuevo está aprendiendo el valor y la naturaleza finita del dinero. Tales experiencias serán de gran utilidad para el niño(a) cuando él o ella se vaya a la universidad, comience el servicio misional o entre en una relación romántica.
“Creo que este es un concepto relacionado con el Evangelio”, dijo LeBaron-Black. “Se nos puede decir cómo hacer algo. Se nos puede mostrar cómo hacer algo. Pero tomar nuestras propias decisiones para hacer algo es toda la razón de nuestra experiencia terrenal”.