SAN DIEGO, CALIFORNIA – Al dirigirse a miles de personas reunidas en Old Town San Diego para celebrar la llegada del Batallón Mormón el mismo día hace 175 años, el élder D. Todd Christofferson habló el sábado, 29 de enero sobre la histórica marcha de 3380 km y por qué sigue siendo importante.
“Su legado es uno de fe, sacrificio y servicio excepcionales al aceptar el llamado de servir a Dios y a su país”, dijo el miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Los comentarios del élder Christofferson formaron parte de un programa conmemorativo en honor a los más de 500 hombres y mujeres que, a pedido del gobierno de Estados Unidos y con el apoyo del profeta Brigham Young, realizaron la extenuante marcha desde Council Bluffs, Iowa, hasta San Diego, California, en 1846 durante la Guerra México-Estados Unidos. El mismo número de misioneros y voluntarios marcharon el sábado en remembranza de las compañías del batallón.
“Al estar aquí en su lugar, ustedes son herederos de ese gran legado”, dijo el élder Christofferson. “Ustedes también son capaces de ese tipo de fe, sacrificio y servicio. Ustedes también son capaces de hacer cosas difíciles. Ustedes también tienen grandes cosas que hacer.
“Ahora, vayan y hagan la diferencia”.
El élder Christofferson compartió esos pensamientos desde un escenario lleno de líderes políticos y religiosos locales del área de San Diego — quienes elogiaron el Sitio Histórico del Batallón Mormón (en inglés) de la Iglesia y sus contribuciones que fortalecen el distrito histórico Old Town San Diego. Muchos de ellos también compartieron su agradecimiento por los ejemplos dejados por el batallón.
Rosilicie Ochoa Bogh, una Santo de los Últimos Días que sirve en el Senado del Estado de California, dijo que la Iglesia es un importante socio de la comunidad. El lugar emblemático del Batallón Mormón no solo preserva y promueve la importancia histórica del área, sino que también respalda el impacto económico como un destino turístico importante en California, explicó.
Los visitantes del sitio a menudo se van con una “conexión emocional” con la “herencia y el legado” del batallón, dijo ella.
Ochoa Bogh se unió a los miembros de la Asamblea Estatal de California Chris Ward y Tom Lackey para presentar una copia enmarcada de una resolución de la legislatura de California que felicita al batallón por sus “numerosas contribuciones al Estado Dorado”.
Al señalar las “acciones llenas de fe y el patriotismo” de los primeros Santos de los Últimos Días, la resolución elogió el importante papel que desempeñó el Batallón Mormón en la expansión hacia el oeste de Estados Unidos, al abrir una ruta de carretas hacia el sur a California y en el desarrollo temprano del área.
Aprendiendo de la historia
El 175º aniversario de la llegada del Batallón Mormón al pueblo de San Diego fue más que una razón para disfrutar del hermoso clima típico del sur de California en enero.
El élder Christofferson dijo, “Parte de la razón por la que nos enfocamos en la historia es porque el Señor lo ha mandado”.
Con respecto a los pioneros Santos de los Últimos Días y otras personas que han enfrentado desafíos difíciles en sus vidas, dijo él, “Vemos lo que otros han hecho y pensamos, ‘Yo puedo hacer eso’”.
El recién llegado presidente del Sitio Histórico del Batallón Mormón, el presidente Brent L. Top, dijo que es importante aprender de la historia y seguir adelante gracias a esas lecciones. “No estamos aquí para pelear”, dijo sobre la presencia continua de la Iglesia en San Diego. “Estamos aquí para servir”.
También destacó la importancia del Batallón Mormón, no solo para San Diego, sino también para la Iglesia. El dinero enviado a casa por el batallón ayudó a comprar suministros y carretas necesarias y apoyó a los primeros Santos de los Últimos Días en su viaje al Valle de Salt Lake.
“Es posible”, dijo el presidente Top, “que, sin la labor del Batallón Mormón en enero de 1847, no hubiera habido un 24 de julio de 1847 en Salt Lake City”.
Cómo las lecciones del Batallón Mormón siguen siendo relevantes 175 años después
Apoyo mutuo
Los líderes cívicos y religiosos en San Diego se unieron para celebrar el legado del Batallón Mormón en una pequeña recepción en el Sitio Histórico del Batallón Mormón luego de la conmemoración pública del sábado.
Durante la recepción, los líderes de la Iglesia reconocieron al Reverendo Robert W. McElroy, obispo de la diócesis católica romana de San Diego, por el apoyo brindado por las Caridades Católicas para construir la comunidad.
“Las Caridades Católicas han ayudado a socorrer a miles de familias”, dijo el élder Christofferson.
Por su parte, el obispo McElroy dijo que el trabajo en equipo entre la iglesia católica y La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es parte de lo que el Señor habría querido y esperado.
“Es natural que la comunidad de fe se una en una colaboración mutua”, dijo. “Esto impulsa el trabajo hacia adelante y señala a la sociedad nuestro vínculo común de fe”.
El obispo McElroy dijo, “Esta es la herencia de fe que compartimos. … Podríamos hacer estas cosas de forma independiente, pero eso traicionaría el llamado del Señor para trabajar juntos”.
El obispo señaló que dos de los mayores desafíos de la actualidad involucran ayudar a los refugiados que llegan al área y proporcionar ayuda y apoyo a muchas personas sin hogar.
Ya sea que el desafío sea ayudar a los refugiados o ayudar a las personas sin hogar, el obispo McElroy dijo que es fácil “temerles como ‘otros’ o como ‘diferentes’”. Ser temidos por sus diferencias fue un desafío que también enfrentaron los miembros del Batallón Mormón.
Algunos de los mismos soldados que habían luchado contra los Santos de los Últimos Días en Misuri también habían sido enviados a San Diego para luchar por Estados Unidos. Cuando llegó el Batallón Mormón, los soldados de Misuri difundieron las mismas mentiras e información errónea en San Diego que habían difundido nueve años antes cuando los santos se vieron obligados a huir de Misuri.
Greg Christofferson, presidente de la Asociación del Batallón Mormón, dijo que la respuesta de los miembros del Batallón Mormón fue encontrar maneras de trabajar y servir en la comunidad. “Les pagaban por blanquear edificios de adobe. Fabricaron ladrillos. Cavaron pozos”, dijo él.
Los “pozos” anteriores en el área tenían solo 30 cm de profundidad, explicó. Mientras tanto, los pozos del Batallón Mormón tenían 9 m de profundidad y estaban revestidos con ladrillos cocidos para evitar que las paredes del pozo se derrumbaran.
Mientras le rinde homenaje al Batallón Mormón, el élder Christofferson hace un llamado para que se sigan preservando las rutas históricas
Estos actos de servicio y trabajo arduo fueron notados y apreciados en California. Cuando se llamó al Batallón Mormón para que regresara a Utah, más de 100 personas en San Diego firmaron una petición solicitando que el batallón se quedara o fuera reemplazado por un grupo similar.
Nuevos desafíos requieren nuevas soluciones
El presidente Top relacionó las acciones de los miembros del batallón con los esfuerzos de la actualidad para servir en circunstancias sin precedentes.
Tal como lo prometió Brigham Young, el batallón no peleó una sola batalla en la Guerra de México, pero sí viajó más de 3200 km y sirvió a la comunidad de San Diego antes de regresar a casa.
Los misioneros y otros miembros de la Iglesia no han sido llamados a luchar en una guerra, pero han luchado contra el COVID-19 de muchas maneras durante los últimos dos años. “Incluso cuando no se pueda servir al Señor de manera tradicional, se puede servir al Señor de alguna manera”, dijo el presidente Top.
Ese sentimiento fue compartido por el presidente Ricardo Giménez, Setenta Autoridad General, y su esposa, la hermana Catherine Giménez, al recordar a los misioneros con los que han servido en la Misión California San Diego durante casi dos años.
“Nos han empujado a hacer la obra de nuevas maneras”, dijo el presidente Giménez. “Con el COVID-19, algunos misioneros pensaron que necesitaban entrar en modo de supervivencia. Pero el plan de Dios no cambió…. Las personas todavía necesitan la esperanza del evangelio de Jesucristo”.
La hermana Giménez estuvo de acuerdo. “Todo comienza con una fuerte fe en Cristo”, dijo ella. Con esa fe, los misioneros pueden llegar a aquellos que no habrían podido ser alcanzados en circunstancias anteriores.
La obra no solo cambió para los misioneros. También cambió para el presidente y la hermana Giménez. “Ahora nos reunimos más regularmente con toda la misión”, dijo el presidente Giménez. “Cuando nos reunimos con ellos cada semana por video, los vemos. Los animamos”.
Muchos de los misioneros que sirven bajo la dirección del presidente y la hermana Giménez participaron en eventos conmemorativos en honor al Batallón Mormón.
Durante su visita, el élder Christofferson también se reunió con un grupo de misioneros de servicio y les agradeció sus contribuciones. “Cada vez que las personas interactúan con ustedes, se sienten mejor”, les dijo. “Ustedes abren los corazones, y solo cosas buenas salen de eso. Quiero que sepan que oramos por ustedes, y sabemos que ustedes oran por nosotros”.
Instrucción profética
Antes de emprender su viaje de más de 3200 km, el Batallón Mormón recibió un fuerte consejo del presidente Brigham Young, quien les dijo que “vivieran [su] religión” mientras estuvieran en el Ejército de EE. UU.
“Mantengan sagrada la propiedad de las personas, y nunca tomen nada que no les pertenezca”, dijo el presidente Young. “Siempre que sea posible, perdonen la vida. … Enseñen castidad, gentileza y civilidad”.
Después de citar el consejo del presidente Young, el élder Christofferson dijo a los asistentes que también tienen “la voluntad del Señor por medio del profeta”. Y aunque lo que Él pide puede ser desafiante, “Él nunca abandona a Su pueblo”, dijo el élder Christofferson. Al igual que el Batallón Mormón, cuando el Señor nos da un mandamiento, “Dejamos de lado nuestras preocupaciones. Ellos lo hicieron y nosotros podemos hacerlo”.
Siguiendo al Espíritu
El domingo 30 de enero por la mañana, el élder Christofferson habló ante un grupo llamado a servir como Misioneros de la Historia Viviente. Reunido en el sitio del Batallón Mormón, el élder Christofferson enseñó acerca del primer llamado del Salvador a Sus apóstoles para llevar el Evangelio al mundo.
“Ellos ya habían tenido tres años de tutoría personal del Salvador”, dijo él. “Pero les pidió que esperaran un poco más al Espíritu Santo antes de predicar. …Él sabía que necesitaban eso para ayudarlos a recordar”.
El élder Christofferson habló sobre la importancia de buscar siempre tener el Espíritu en todo momento de la vida. “Necesitamos más luz y conocimiento”, dijo él. “Necesitamos que el Espíritu guíe lo que decimos y lo que hacemos”.
Además de buscar la guía del Espíritu Santo, el élder Christofferson también animó a los misioneros a aprender tanto como fuera posible. “Es extremadamente útil saber todo lo que puedan”, dijo él. “Necesitamos ver ejemplos de fe en acción que nos recuerden que el Señor está en ello”.
El conocimiento y la guía del Espíritu trabajan juntos, dijo él. El conocimiento no puede reemplazar la influencia del Espíritu Santo. “No intenten hacerlo sin el Espíritu, por muy buenos que sean en algo”, dijo él, y agregó que el Señor “nos permite ayudar cuando escuchamos al Espíritu”.