Julie Farr se preguntó una vez, “¿Qué puede hacer una persona?” El resultado es más de 5.000 mantas enviadas a personas de todo el mundo.
Farr comenzó Hearts Tied Together [Corazones atados] en 2016 con la esperanza de dar una manta y una cálida nota de bienvenida a los niños refugiados que se estaban estableciendo en Utah. Ahora se ha convertido en una organización benéfica sin fines de lucro que recolecta mantas para suministrar a personas y grupos de todas las edades que lo necesiten.
Las mantas vienen con una tarjeta o nota escrita personalmente para “atar o conectar” al donante con el receptor y viceversa.
“Tenemos fotografías de tarjetas de donantes que nos han hecho sonreír y algunas que nos han hecho llorar. Tenemos fotos de mantas que nos han hecho decir: ooh y aah. Reconocemos que sin la ayuda de miles de donantes esta organización no sería posible”, dijo Farr.
La hermana Reyna I. Aburto, segunda consejera de la presidencia general de la Sociedad de Socorro, recientemente presentó el proyecto de servicio de Farr en sus cuentas de redes sociales.
La hermana Aburto compartió una foto de una de las tarjetas de donante en Facebook e Instagram y escribió: “Aunque nunca se conocerán en persona, me encanta que estas notas ayuden a quienes sirven y quienes reciben a sentirse más cerca unos de otros. Estas hermanas son solo un ejemplo de cómo podemos elevar y servir a los demás — ya sea en todo el mundo o en nuestras propias comunidades”.
La hermana Aburto luego pidió a las personas que compartieran cualquier proyecto de servicio en el que hayan participado recientemente. Farr habló con Church News sobre cómo creció su proyecto de servicio.
“La organización se inició con la creencia de que todos estamos unidos como hijos de Dios, y que una persona puede hacer la diferencia en la vida de otra”, dijo Farr, quien es miembro del Barrio Pleasant View 3 de la Estaca Pleasant View Utah.
Las semillas del servicio
Farr sirvió en la Misión Bangkok Tailandia a principios de la década de 1980 y fue asignada para enseñar entre los refugiados del sudeste asiático en el campamento Phanat Nikhom, como parte de la Unidad de Servicios de Bienestar para Refugiados en Tailandia. La experiencia plantó las semillas del servicio y el amor por los refugiados. Y la llevó a hacerse la pregunta “¿Qué puede hacer una persona?” durante la crisis de refugiados de 2015-2016.
Farr escuchó dos discursos en la conferencia general de abril de 2016, el primero de la hermana Linda K. Burton, “Fui forastero” y luego el segundo del élder Patrick Kearon, “Refugio de la tempestad”. El presidente Dieter F. Uchtdorf, en ese entonces segundo consejero de la Primera Presidencia, hizo comentarios llenos de lágrimas sobre su propia experiencia como refugiado, y Farr supo que tenía que actuar de acuerdo con las impresiones que recibió.
Esa misma noche se le ocurrió la idea de la organización, junto con su nombre de “Hearts Tied Together” (Corazones atados). Farr y su familia crearon el sitio web y otras herramientas que necesitaban para difundir el proyecto. Luego comenzaron a recolectar mantas para distribuirlas donde se necesitaran.
Estudiantes, grupos de la Iglesia, conferencias de jóvenes, Boy Scouts, familias, grupos comunitarios y cívicos y muchos otros han atado mantas de lana para donar a Hearts Tied Together durante los últimos cinco años. La organización también acepta cualquier manta nueva de cualquier tipo.
“Cada manta es donada con amor y puedo sentir eso al recibir las mantas”, dijo Farr.
Intervención Divina
En 2016, Hearts Tied Together respondió a una solicitud de ayuda para los armenios de la Iglesia Apostólica Armenia de Salt Lake City. Así comenzó su asociación y, en los últimos cinco años, se han enviado 3.197 mantas a Armenia.
El verano pasado, Farr publicó un proyecto en SirveAhora.org para recolectar más mantas para los armenios. Esperaba 500 y recibió 1379 mantas a cambio, más del doble de la cantidad. Esas mantas se entregaron a refugiados, recién nacidos, un orfanato, una enfermería pediátrica y un refugio para mujeres y niños maltratados en Armenia.
Recolectar, seleccionar y luego enviar tantas mantas a la vez fue una gran tarea para Farr y su familia. La organización es principalmente Julie Farr, su esposo, Dennis Farr, y sus hijas, Lindsay Farr Harper y Alexis Farr Silva. Ellos dicen que saben que la intervención divina ayudó a que los envíos fueran posibles.
“No podríamos haber hecho un proyecto tan importante en tan poco tiempo sin la ayuda de amigos y familiares en todo el estado de Utah que actuaron como puntos de recolección en St. George, Cedar City, Springville, Provo, Salt Lake City, Bountiful y Ogden. Tuvimos una historia milagrosa al llevar mantas de St. George a Salt Lake City para hacer el envío con solo unas horas de sobra. Una respuesta a las oraciones”, dijo Farr.
Una manta a la vez
En los Estados Unidos, las mantas Hearts Tied Together se han donado a Catholic Community Services, International Rescue Committee, Utah Refugee Connection, Your Community Connection, Family Promise, Youth Futures, Lantern House, departamentos de policía, NPHY (jóvenes sin hogar en Las Vegas ), Curt’s Cuddles, y Christmas Box House.
Desde el principio, Farr quería que todas las mantas fueran catalogadas. Ha realizado un seguimiento del nombre del donante o del grupo, el tamaño de la manta y cualquier mensaje especial. Y dijo que algunas de las notas han sido la mejor parte.
Se anima a los donantes a descargar las tarjetas de donación del sitio web Hearts Tied Together y luego escribir un mensaje personal para adjuntarlo a su manta. Farr dijo que muchas de esas notas han sido tiernas y profundas. Si las mantas se donan sin una etiqueta, los Farr escriben su propia nota. A veces, los niños más pequeños hacen un dibujo para el destinatario.
“A menudo recuerdo mi pensamiento inicial, ‘¿Qué puede hacer una persona?’”, dijo Farr. “Mi respuesta ahora va para cada individuo que ha contribuido a este proyecto con: ‘Cada persona puede hacer la diferencia y ha hecho la diferencia, una manta a la vez. Gracias’”.