PROVO, Utah — Citando la invitación del Señor -— usada dos veces, en las secciones 88 y 109 de Doctrina y Convenios — para “preparar todo lo necesario”, el élder Gerrit W. Gong invitó a los misioneros de tiempo completo a concentrarse en preparar tres cosas necesarias para ser fieles y valientes en su sagrado servicio misional.
El miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles — que habló con su esposa, la hermana Susan Gong, en un devocional del Centro de Capacitación Misional de Provo el martes, 21 de septiembre por la noche — detalló tres cosas necesarias:
- Buscar la perfección en Cristo, no el perfeccionismo del mundo;
- Seguir la doctrina de Cristo e invitar a otros a hacerlo también;
- Predicar a Jesucristo el Señor y la plenitud de Su evangelio e Iglesia restaurados, como se encuentra en “Predicad Mi Evangelio”, capítulo 3.
“Estas cosas necesarias les bendecirán a ustedes, a sus compañeros, a los amigos y a los investigadores que encontrarán, enseñarán y bautizarán. Les bendecirán a ustedes y a los miembros y líderes a los que llegarán a amar y con los que trabajarán en unidad”.
El élder y la hermana Gong hablaron ante la capacitación de nuevos misioneros en el CCM de Provo (Utah); el élder Marcus B. Nash, Setenta Autoridad General y director ejecutivo del Departamento Misional, dirigió el devocional, que se transmitió el miércoles a los que se encuentran en los centros de capacitación misional de Inglaterra y Ghana y a todos los misioneros que se capacitan en línea desde casa.
Perfección en Jesucristo
“Buscar la perfección en Cristo es ser pacientes, llenos de bondad y longanimidad, con nosotros mismos y con los que nos rodean”, dijo el élder Gong. “Buscar la perfección en Cristo es dejar de lado el perfeccionismo egocéntrico del mundo”.
Calificó el perfeccionismo del mundo como una caminadora eléctrica. “Cuanto más nos enfocamos en nuestras deficiencias o imperfecciones, más inadecuados o imperfectos nos sentimos”, dijo. “Con demasiada frecuencia, el perfeccionismo del mundo reduce nuestra autoestima e incluso nuestra fe. En lugar de acercarnos más al Salvador, el perfeccionismo del mundo nos enfoca en nosotros, atrayéndonos hacia adentro, en lugar de acercarnos a Jesucristo”.
También animó a los misioneros a aprovechar las oportunidades que tendrán para ayudar a otros a salir de esa rutina. “Mucha gente está atrapada en la trampa de las redes sociales de ‘insta-perfecto’. Insta-perfecto cura la imagen corporal, el círculo social, los viajes y las aventuras, la persona más inteligente en la habitación con los mejores zapatos. Estas son imágenes seleccionadas, que no son reales. No son realistas. En algunos casos, contribuyen a la depresión o la ansiedad. Aunque sabemos que no son reales, si las dejamos, pueden hacernos sentir inadecuados, de alguna manera insuficientes, imperfectos”.
Como representantes del Señor Jesucristo, los misioneros ofrecen una mejor manera — invitar a otros a venir al Salvador Jesucristo y la verdadera perfección que Él ofrece, línea por línea a través de Su gracia y poder, dijo el apóstol.
“Entonces, lo primero que necesitamos para creer y conocer la perfección esta en Jesucristo, el Santo de Israel, el autor y consumador de nuestra fe, el Unigénito y Amado Hijo de Dios nuestro Padre Eterno”.
Seguir la doctrina de Cristo
El propósito misional se encuentra en la doctrina de Cristo — invitar a otros a venir a Cristo ayudándolos a recibir el Evangelio restaurado mediante la fe en Jesucristo y Su expiación, el arrepentimiento, el bautismo, la recepción del don del Espíritu Santo y la perseverancia hasta el fin.
“Nuestro propósito principal no es invitar a otros a venir a la Iglesia o incluso a unirse a la Iglesia”, dijo el élder Gong. Más bien, el propósito principal del misionero “es invitar a otros a venir a Jesucristo, a conocerlo y amarlo, y a seguir Su ejemplo perfecto, que incluye el bautismo por inmersión. Es un principio verdadero y maravilloso del Evangelio que nos sintamos más cerca de nuestro Salvador al ayudar a otros a acercarse a Él”.
Mostró a los misioneros cómo concentrarse en patrones que iluminan la doctrina de Cristo, como se enseña en 2 Nefi 31, buscando y estudiando referencias del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, así como el bautismo y el simbolismo del agua y el fuego, y el hecho de que estén dirigidos a amados hermanos y hermanas.
“Este elemento personal, esta urgencia de hablar con personas reales con mensajes significativos, también es parte de nuestro patrón evangélico”, dijo el élder Gong. “Ahora, pongámoslo todo junto. Cuando hablamos de la doctrina de Cristo, vemos patrones — el Padre, el Hijo, el Espíritu Santo, siguiéndolo y guardando Sus mandamientos, el simbolismo del bautismo de agua y fuego, e invitando con urgencia a nuestros amados hermanos y hermanas”.
Predicar de Jesucristo el Señor
“Como dice el apóstol Pablo, ‘no predicamos de nosotros mismos, sino de Jesucristo el Señor’ (2 Corintios 4:5)”, enseñó el élder Gong. Hay flexibilidad, resistencia y fortaleza al saber que predicamos de Jesucristo el Señor”.
Advirtió a los misioneros en contra de los “ataques a la Biblia o las Escrituras”, cuando otros provocan o debaten con los misioneros.
“Si se enfrentan a preguntas o problemas con los que no están familiarizados o no están seguros, concéntrense en lo esencial que conocen. Puede que no lo sepan todo, nadie lo sabe. Pero ustedes saben y aprenderán lo que necesitan para invitar a los buscadores honestos de la verdad del Evangelio a acercarse a Jesucristo. Su testimonio puede invitar a cada alma a seguir el ejemplo de Jesucristo de ser bondadoso, compasivo y encontrar gozo en la senda de Su convenio. Debido a que esta es Su obra, Él les ayudará. Confíen en Él, denle siempre el crédito y la gloria con fe y gratitud”.
Llegar a ser íntegro mediante la expiación de Jesucristo
En su mensaje, la hermana Gong preguntó: “¿Qué hacemos cuando nos sentimos inadecuados, inútiles o rotos?”
Nuestro Padre Celestial ha sabido desde el principio que la vida no iba a ser fácil, y es por eso que Su maravilloso plan siempre se ha centrado en el Salvador y Su sacrificio expiatorio, dijo.
“Nos volvemos al Salvador con fe y humildad, listos para arrepentirnos y aceptarlo como nuestro Salvador. Cuando hagamos esto, Él nos sanará. Mediante Su expiación de amor infinito y eterno, Él puede restaurarnos completamente.
“Este proceso puede llevar tiempo, pero durante el proceso Él nos dará paz y fuerza. Nunca estamos tan quebrantados como para no ser restaurados por medio de Jesucristo”.
En Japón, el arte del kintsugi presenta piezas de porcelana rotas que se vuelven a unir mediante el uso de un pegamento de laca especial. Antes de que el pegamento se endurezca, los artesanos lo cubren con polvo de oro, lo que hace que las costuras que alguna vez se rompieron en la cerámica brillen y la pieza reparada sea aún más hermosa, más fuerte y valiosa que antes de que se rompiera.
La hermana Gong agregó: “Algún día miraremos hacia atrás en nuestras vidas y veremos patrones de líneas doradas que son las huellas del poder sanador del Salvador. Entonces estaremos agradecidos por los desafíos y pruebas de la vida, que nos hicieron más fuertes y más hermosos a medida que sanamos y crecemos a través del amor de nuestro Salvador”.
La sanación de la Expiación ocurre cuando uno invita a Cristo a su vida, se arrepiente humildemente y con fe se esfuerza por guardar Sus mandamientos, dijo la hermana Gong.
“Nosotros y aquellos a quienes amamos nunca estamos más allá de la capacidad del Salvador para sanarnos — si nos dirigimos a Él. No hay punto de no retorno”, dijo.
“Oro para que tratemos todos los días de guardar Sus mandamientos y arrepentirnos, para que podamos llegar a conocer al Salvador y sentir Su amor en nuestras vidas. Estas son las ‘buenas noticias’ que están llamados a compartir con los preciosos hijos de Dios”.