Si Simone Biles es correctamente conocida como la G.O.A.T. de gimnasia (La mejor de todos los tiempos por sus siglas en inglés), entonces quizás su compañera de equipo de EE. UU. y amiga MyKayla Skinner, Santos de los Últimos Días, es la “Triple-P” del deporte (Propósito. Persistencia. Prayer/Oración).
Horas después de que Skinner saltó, literalmente, a un lugar poco probable en el podio de medallas olímpicas en Tokio, varias personas que la conocen mejor — incluyendo a su esposo, Jonas Harmer, y sus padres, Kym y Cris Skinner — hablaron con Church News.
Eufóricos, hablaron sobre la actuación de MyKayla al obtener medalla de plata el 1 de agosto en la final de salto femenino que inmediatamente se convirtió en el tema de conversación en los Juegos Olímpicos en curso. Pero estaban igualmente entusiasmados de celebrar su vida llena de propósito. Su búsqueda persistente de sueños y creencias. Y su conexión con el Señor y su familia a través de la oración, todo lo que la mantiene firme y resiliente.
“Estoy súper, súper feliz por MyKayla en este momento”, dijo un agotado Jonas Harmer después de pasar toda la noche despierto para ver a su esposa competir en el extremo opuesto del mundo. “Probablemente tengo 50 mensajes de texto sin leer en mi teléfono — y sé que MyKayla probablemente tenga al menos 500”.
Ver las imágenes de su hija, sonriendo y vistiendo los colores de su país con una medalla olímpica alrededor del cuello, parece “una especie de sueño”, admitió Kym Skinner.
“Estoy muy orgullosa de MyKayla porque ha sido una trayectoria tan larga y dura con muchas, muchas decepciones en el camino”, dijo. “MyKayla simplemente me inspira todos los días; tan solo su tenacidad y lo que hace. Supongo que, como padres, nos sentimos muy bendecidos por haber tenido la oportunidad de tenerla como nuestra hija”.
Hace apenas unos días, la carrera de gimnasia competitiva de Skinner se reanudó después de no calificar inicialmente para las finales del evento. Pero se abrió un lugar en la competencia de salto después de que Biles se retiró.
Skinner, de 24 años, quien una vez le dijo a Church News que probablemente habría cumplido una misión de tiempo completo si no hubiera estado tan involucrada en la gimnasia, aprovechó su momento olímpico al terminar en segundo lugar en la competencia de salto detrás de Rebeca Andrade de Brasil.
“Fue uno de sus mejores días”, dijo Harmer. “Estoy tan feliz con cómo salió todo”.
El accidentado camino de Skinner hacia la gloria olímpica algún día será una gran película deportiva.
Hace casi una década, no clasificó para las pruebas olímpicas de 2012. Luego fue suplente en el equipo olímpico de EE. UU. 2016 en Río. Estaba tan cerca de los Juegos Olímpicos, pero tan lejos. En 2020, luchó contra el COVID-19 y la neumonía, lo que paralizó su preparación olímpica. Y finalmente, en Tokio, donde “salió de su retiro” para competir en las finales de salto del 1 de agosto, y al final se colocó una medalla de plata alrededor del cuello.
Al drama se suma el dolor de que Skinner experimentó su mejor momento atlético a miles de kilómetros de distancia de su familia. Los espectadores no pueden asistir a los Juegos Olímpicos de Tokio debido a los temores por la pandemia, por lo que han tenido que depender de la tecnología para recibir apoyo a larga distancia.
Pero ella ha orado, persistido y se ha concentrado en su propósito.
“Mientras ha estado lejos, solo he hablado con ella y tratado de animarla”, dijo Harmer. “Siempre oramos juntos por teléfono antes de que ella se vaya a la cama”.
Kym y Cris Skinner también han invocado la compañía del Señor para mantenerlos conectados con su hija durante los Juegos Olímpicos.
“Hemos ayunado y orado y les hemos pedido a amigos y familiares que participen, y sé que eso ha ayudado”, dijo Kym Skinner. “Y siempre antes de que MyKayla compita, mi esposo y yo siempre oramos con ella”.
Durante los Juegos Olímpicos, Cris Skinner ha continuado con su práctica establecida desde hace mucho tiempo de enviar mensajes de texto con temas del evangelio a su hija. “Le mando pequeños mensajes de ánimo para asegurarme de que continúe con sus oraciones diarias … ella siempre me agradece por eso”.
Él y su yerno, Jonas Harmer, también le dan a MyKayla una bendición del sacerdocio cada vez que viaja para una competencia de gimnasia. “Por lo general, es una bendición de salud”, dijo con una risa de complicidad, “porque sus músculos suelen estar adoloridos y le duelen”.
Harmer dijo que el mantra de “nunca te rindas” de su esposa la definió mucho antes de reclamar una medalla olímpica. Tal paciencia y perseverancia, agregó, es una extensión de su testimonio y fe en el evangelio. Le permite superar los desafíos de la competencia, las lesiones, las enfermedades y, sí, los comentarios negativos de las redes sociales.
Su enfoque y tenacidad — su propósito y perseverancia — también la han convertido en un ejemplo para los jóvenes Santos de los Últimos Días y para más personas.
“MyKayla siempre ha hecho lo que dijo que iba a hacer. … Ella me ha enseñado que incluso si las probabilidades están en tu contra, aún puedes hacerlo”, dijo su esposo.
MyKayla recibió su bendición patriarcal cuando cumplió 13 años. Durante la última década, ha sido una fuente confiable y bendecida de fortaleza emocional, guía espiritual y propósito eterno durante los altibajos de su carrera de gimnasia.
Le ayuda a mantenerla humilde y con los pies en la tierra.
“Esa bendición patriarcal”, dijo su madre, Kym, “ha sido una piedra de fortaleza en su vida”.
Obviamente, la familia de MyKayla está encantada de que regrese de Japón con una medalla en la mano. Pero también están ansiosos por que el mundo conozca a su esposa, hija, hermana y amiga como algo más que una simple atleta de renombre.
“MyKayla siempre ha sido dulce y solidaria con los demás … porque sabe lo que es más importante en la vida”, dijo Cris Skinner, antes de agregar: “Tiene un corazón de medalla de oro”.
Metas mucho más grandes que la gloria olímpica
La suegra de Skinner, Elayne Wells Harmer, organizó una fiesta nocturna en su casa de Utah para ver la final de salto olímpico. Mientras salía de la adrenalina de las emociones del día, reflexionó sobre la fe de MyKayla “en el plan de Dios” que la mantiene concentrada en objetivos más grandes que la gloria olímpica.
El éxito de la gimnasia, dijo Wells Harmer, “no es lo que define a MyKayla. Sabe que tiene una misión: puede ser un ejemplo para millones de niñas en todo el mundo, Santos de los Últimos Días o no. Ella pone sus prioridades [del Evangelio] en primer lugar”.
Wells Harmer es la hija del élder Robert E. Wells, una Autoridad General emérita, y hermana de la ex Miss América Sharlene Wells. Ella sabe, de primera mano, que ser un Santo de los Últimos Días a la vista del público puede ser abrumador—especialmente para una mujer joven en el clima abrumador de hoy de las redes sociales.
La gimnasta olímpica de 2020 y Sharele Wells, ganadora del certamen de Miss América de 1985, hablaron unos días antes de la final de salto sobre cómo manejar el éxito, las decepciones y las presiones de los medios.
“Sharlene sabía que la gente esperaba que ella fuera un buen ejemplo y que compartiera su testimonio, y ahora MyKayla lo ha hecho sin esfuerzo”, dijo Wells Harmer. “Incluso si MyKayla tiene un mal día, puede poner una cara valiente y ser un ejemplo de amabilidad. Ella realmente confía en nuestro Padre Celestial para lograr eso.
“Incluso cuando MyKayla y Jonas no están juntos, oran juntos. Ella confía en la oración”.
El suegro de Skinner, David Harmer, dijo que Dios tiene un plan para cada uno de Sus hijos.
“Creo que Su plan para MyKayla era que fuera misionera a través de la gimnasia. Tiene un sentido profundamente arraigado de que esto es [parte de] su misión. No es sólo un pasatiempo para ella. Hay una mayor motivación para esta búsqueda”.
David Harmer agregó que durante mucho tiempo ha estado impresionado por las características que definen a su nuera. Esos valores que no pueden alterarse con el éxito y la fama olímpica. “Mykayla es lo opuesto a una diva…. Ella busca cómo ayudar, servir y aprender de otros. Es muy buena en mostrar gratitud”.
Saltando hacia adelante
MyKayla Skinner llegó a Japón hace unas semanas como gimnasta universitaria All-America [entre las mejores en su deporte], esposa e influenciadora de las redes sociales. Su hashtag: # nevergiveup [Nunca te rindas]. Ahora siempre será una medallista olímpica.
Pero Tokio promete ser sólo un capítulo más en su joven historia. Se escribirán más capítulos.
En unos días, se reunirá con su familia en Arizona. Después en Florida gozará de descanso y recreación con Jonas, recorrerá el país con Biles y otras compañeras de los Estados Unidos en una gira de exhibición antes de regresar a la Universidad de Utah.
La joven pareja recientemente compró una casa en Utah y espera vivir una vida bastante rutinaria como Santos de los Últimos Días. Pero los aficionados no han visto lo último de MyKayla Skinner Harmer”.
“Planeamos mantener nuestro canal de YouTube”, informó Jonas Harmer, “y queremos hacer American Ninja Warrior juntos”.