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El entender la ordenanza y el convenio del bautismo nos cambiará para siempre, explica el élder Nash

Los líderes de misión están en condiciones de ayudar a los misioneros de tiempo completo de la Iglesia a comprender verdaderamente la ordenanza y el convenio del bautismo y los frutos que lo acompañan, enseñó el élder Marcus B. Nash en el Seminario para Nuevos Líderes de Misión 2021.

En su mensaje del día de apertura, el jueves, 24 de junio, el director ejecutivo del Departamento Misional y Setenta Autoridad General pidió a los nuevos líderes de misión que participan en el seminario en línea de tres días que ayuden a cultivar misioneros que estén a la altura del mensaje.

“Enseñen a sus misioneros a entender el bautismo”, dijo. “Enséñeles que gracias a Cristo, la autoridad de Su sacerdocio y el Espíritu Santo, el bautismo es sagrado, gozoso, liberador y santificador. Enséñeles que así es como traemos a otros a Cristo, así es como recogemos a Israel”.

“Si ustedes y los misioneros que dirigen comprenden la ordenanza y el convenio del bautismo, ese entendimiento los cambiará para siempre a ustedes, a los misioneros y a quienes enseñan. Juntos, recogerán a Israel y prepararán al mundo para la Segunda Venida del Señor”.

Bautismo en agua y en Espíritu

Después de repasar brevemente la función integral del bautismo en el plan de salvación y el ejemplo del Salvador al ser bautizado, el élder Nash subrayó las dos partes de la ordenanza salvadora — el bautismo en agua y en Espíritu.

El bautismo en agua por inmersión por parte de alguien que posee el santo sacerdocio representa, entre otras cosas, que una mujer u hombre natural sea enterrado y luego nazca de nuevo a una nueva vida, convirtiéndose en una nueva criatura en Cristo, dijo.

Y la confirmación subsiguiente por la imposición de manos de un poseedor del sacerdocio y el otorgamiento del don del Espíritu Santo sirve como el bautismo de fuego y del Espíritu Santo, agregó.

“El Espíritu Santo nos santifica y da vida espiritual a nuestras almas. Él enseña, reprende, instruye y nos hace recordar todas las cosas. Él nos consuela, profundiza nuestro gozo, inspira, revela, testifica y purifica. El poder santificador del Espíritu Santo nos hace más íntegros, más santos, más semejantes a Dios”. 

Élder Marcus B. Nash, Setenta Autoridad General y director ejecutivo del Departamento Misional, habla durante la sesión del jueves, 24 de junio del Seminario 2021 para nuevos líderes de misión, que se llevó a cabo en el Teatro del Centro de Conferencias.
Élder Marcus B. Nash, Setenta Autoridad General y director ejecutivo del Departamento Misional, habla durante la sesión del jueves, 24 de junio del Seminario 2021 para nuevos líderes de misión, que se llevó a cabo en el Teatro del Centro de Conferencias. | Crédito: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Requisitos para ser bautizado

Al detallar los requisitos revelados por el Señor para el bautismo en Doctrina y Convenios 20:37, el élder Nash dijo que el requisito para el bautismo no es la perfección, la madurez emocional o espiritual o el conocimiento profundo del Evangelio.

“Pero sí requiere un corazón quebrantado y un espíritu contrito”, continuó. “Esto es así, porque el milagro de recibir la compañía del Espíritu Santo y llegar a ser como Dios comienza con, y requiere, esa clase de corazón y espíritu. …

“El verdadero renacimiento espiritual solo ocurre con la convergencia de la humildad personal y el poder de Dios a través del Espíritu Santo. El punto de convergencia es el bautismo”.

El convenio y las bendiciones del bautismo

Los que se bautizan prometen tomar el nombre de Cristo sobre sí mismos, consolar y servir a los demás, ser testigos de Cristo en todo momento, en todas las cosas y en todo lugar, recordarlo siempre y guardar Sus mandamientos.

A cambio, Dios promete perdonar los pecados, brindar la compañía del Espíritu Santo, otorgar la membresía en la Iglesia de Cristo y otorgar el poder de la divinidad necesario para heredar la vida eterna.

“El convenio del bautismo no es un programa de superación personal”, dijo el élder Nash, y agregó, “Acordamos vivir de acuerdo con el modelo prescrito del discipulado. A cambio, recibimos el Espíritu Santo para que podamos renacer espiritualmente”.

Misioneros a la altura del mensaje

Para estar a la altura del mensaje del evangelio, los misioneros deben experimentar el gozo, la paz y el renacimiento espiritual que reciben aquellos que son bautizados en agua y en Espíritu y que participan de la Santa Cena de forma reflexiva y digna, dijo el élder Nash. Un misionero espiritualmente renacido enseñará la doctrina con autenticidad, amor y poder.

“Un misionero que prueba el fruto del bautismo en su propia vida está más capacitado para ayudar a otros a probar, ver y saber lo que el misionero prueba, ve y sabe. Este tipo de misionero deseará de corazón establecer metas y hacer planes para llevar a los que enseña a bautizarse y disfrutar de las bendiciones del bautismo, sabiendo que eso le permitirá influir en más hijos de nuestro Padre”.

Élder Marcus B. Nash, Setenta Autoridad General y director ejecutivo del Departamento Misional, habla durante la sesión del jueves, 24 de junio del Seminario 2021 para nuevos líderes de misión, que se llevó a cabo en el Teatro del Centro de Conferencias.
Élder Marcus B. Nash, Setenta Autoridad General y director ejecutivo del Departamento Misional, habla durante la sesión del jueves, 24 de junio del Seminario 2021 para nuevos líderes de misión, que se llevó a cabo en el Teatro del Centro de Conferencias. | Crédito: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Cuando los misioneros están a la altura del mensaje, tienen mayor poder en su enseñanza y ministerio, agregó. “Con palabras y hechos demuestran a la persona a la que enseñan lo que significa renacer espiritualmente. Esto ayuda al recién converso a comenzar en la senda del evangelio ‘de la forma correcta’ y a permanecer ‘de la forma correcta’ (Moroni 6:4)”.

‘Yo soy la vid, vosotros los pámpanos’

El élder Nash citó al Señor enseñando a Sus discípulos que “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto, porque sin mí nada podéis hacer” (Juan 15:5) y luego comparó el proceso de injertar una rama en la vid con la conversión.

Es por el convenio del bautismo que el pámpano se une a la vid para que el pámpano y la vid se vuelvan uno, y el pámpano recibe el sustento vital y el poder de la vid y produce fruto”, dijo el élder Nash. “El guardar los convenios nos une a cada uno de los que hemos sido bautizados a la vid, y la vid — el Salvador — nos da vida y nos permite producir muchos frutos preciosos”.

Las ordenanzas y los convenios adicionales ayudan a aumentar la fortaleza y ​​dan como resultado una mayor cantidad de frutos. Cuando los misioneros invitan a las personas a bautizarse, deben tener el fin en mente, como enseñó el presidente Russell M. Nelson en su primer mensaje después de ser apartado en enero de 2018 como el nuevo presidente de la Iglesia.

“El fin por el que todos nos esforzamos es ser investidos con poder en la casa del Señor, ser sellados como familias, ser fieles a los convenios hechos en el templo que nos hacen merecedores del don más grande de Dios — que es la vida eterna”, dijo el presidente Nelson. “Las ordenanzas del templo y los convenios que ustedes hacen allí son claves para fortalecer su vida, su matrimonio, su familia y su capacidad para resistir los ataques del adversario”.

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