LOGAN, Utah — Comenzar su propio negocio en 2006 fue, en retrospectiva, un “momento desastroso”, dijo la adulta soltera Michelle Brignone. Mientras ayunaba y oraba pidiendo ayuda para mantener su negocio a flote durante la Gran Recesión en Estados Unidos el año siguiente, ella actuó con fe y pasó más tiempo sirviendo en el templo.
“Mi servicio en el templo no salvó mi negocio, pero me salvó a mí”, le dijo Brignone a la presidenta general de la Sociedad de Socorro, Jean B. Bingham.
En un segmento de video filmado en los terrenos del Templo de Washington, D.C. y mostrado durante el evento Cara a Cara, el domingo, 13 de junio, Brignone dijo que aprendió que el Salvador no siempre moverá una montaña o quitará un desafío personal; sin embargo, “Él absolutamente te ayudará a escalarla o a maniobrar alrededor de ella. […] Él no permitirá que la montaña bloquee tu camino”.
La presidenta Bingham le hizo a Brignone una pregunta que el presidente Russell M. Nelson planteó durante la conferencia general de abril de 2021: ¿Qué harían si tuviesen más fe?”.
“Si yo tuvieran más fe, yo sería más valiente”, dijo Brignone, reconociendo que el miedo a veces la detiene. “La fe y el miedo no pueden coexistir”.
Brignone fue una de los nueve adultos solteros de diversas edades y orígenes que compartieron experiencias personales de fe durante el evento Cara a Cara presentado por el élder Neil L. Andersen del Cuórum de los Doce Apóstoles, la presidenta Bingham y su primera consejera, la hermana Sharon Eubank. La discusión se centró en el mensaje del presidente Nelson “Cristo ha resucitado; La fe en Él moverá montes”.
En el primer evento de su tipo para una audiencia diversa de adultos solteros, el élder Andersen testificó que el Salvador guía a quienes buscan sinceramente aumentar su fe en Él.
“Cualquiera que sea su situación particular, ustedes son un hijo o hija de Dios con talentos y habilidades, circunstancias y desafíos únicos y fe en el Señor Jesucristo. […] Las palabras del presidente Nelson son verdaderas … ‘[El Salvador] pagó el precio compensatorio y les dio el poder para mover todas las montañas que enfrentarán. Ustedes obtienen ese poder con su confianza, fe y disposición de seguirlo a Él”.
Filmada en los terrenos del Templo de Logan, Utah, la transmisión incluyó segmentos de Washington, DC, la Nación Navajo y Thanksgiving Point en Utah. Entre los segmentos de video, el élder Andersen, la presidenta Bingham y la hermana Eubank destacaron los principios de fe ejemplificados por los adultos solteros.
El poder del servicio diario
Cuando la pandemia de COVID-19 golpeó a la Nación Navajo, Natasha Redhair, de Leupp, Arizona, sintió que no podía hacer mucho para ayudar. Pero ella continuó cuidando a su abuela y a su tía y les trajo leña para mantener calientes sus casas.
Sentada junto a Redhair en la plataforma de un camión lleno de madera cortada cerca de su casa, la hermana Eubank le preguntó qué papel juega la fe en su vida. “Tengo mucha fe en nuestro Padre Celestial y en nuestro Salvador y me vuelvo a ellos”, dijo Redhair. “Porque sé que a través de ellos y con ellos, puedo superar cualquier obstáculo que se me presente”.
La hermana Eubank dijo que el ejemplo de servicio diario de Redhair le recuerda a los millones de miembros adultos de la Iglesia que están tratando de servir como lo hizo el Salvador. “Eso me da optimismo en este mundo moderno. Me hace feliz ser parte de una comunidad de creyentes”.
El élder Andersen agregó: “A medida que le servimos y servimos como Él lo hace, ganamos más esperanza en Cristo”.
Confianza en esperar en el Señor
Además de las experiencias de Brignone y Redhair, el élder Andersen entrevistó individualmente a siete adultos solteros que han actuado de acuerdo con la invitación del presidente Nelson de “comenzar hoy a aumentar su fe”. Las conversaciones se filmaron en Ashton Gardens en Thanksgiving Point en Lehi, Utah, frente a esculturas de bronce de Angela Johnson que representan escenas de la vida del Salvador.
Cuando se le preguntó qué había aprendido al ser más intencional al seguir la invitación del presidente Nelson de aumentar su fe, Marcela Rojas dijo, “He sentido más paz, he sentido más amor por mi Padre Celestial y por mi Salvador. Y también he sentido más confianza para seguir adelante y superar los desafíos que se me presentan”.
Haciendo referencia a Doctrina y Convenios 121:45, el élder Andersen dijo, “Cuando somos intencionales, cuando damos nuestro mejor esfuerzo y tratamos de poner más fe en el Señor, sentimos Su aprobación. Y a medida que sentimos Su aprobación, esa confianza puede crecer”.
Para Mandol Choi, actuar siguiendo la invitación del presidente Nelson lo ha ayudado a convertirse en un aprendiz más comprometido — a hacer preguntas, encontrar respuestas en las Escrituras y aplicarlas en su vida.
Inspirado por el ejemplo de bondad de José Smith, Choi le dijo al élder Andersen que se ha esforzado por ser más bondadoso con las personas en el trabajo y en la iglesia, y a cambio, las personas han sido más bondadosas con él. “He sentido que el Espíritu está constantemente conmigo y el Señor me está ayudando en mi trayecto personal mientras escalo el Monte Everest en mi vida”, dijo.
Mientras Ayanda Godi ha esperado con paciencia a que se cumplan las bendiciones en su vida, “He estado aprendiendo que la fe no es fe solo cuando hace realidad mis deseos. Sino que la fe es fe porque lleva a cabo la voluntad del Señor en mi vida y en Su tiempo. …
“Él no solo ve mi yo actual, sino que ve mi yo pasado, mi yo presente y mi yo futuro”, dijo.
Estar dispuesto a esperar en el Señor “es algo muy noble”, dijo el élder Andersen. “Siempre debemos acoger a aquellos que están dispuestos a esperar en el Señor”.
Encontrar consuelo en el Salvador
Robert McArthur dijo que ha sentido que su fe aumenta a medida que ha aprendido a confiar en el Salvador en momentos de soledad.
“Tengo grandes amigos a mi alrededor, pero hay momentos en los que realmente me siento solo, 100% solo. Y he aprendido a arrodillarme y orar al Padre Celestial y pedirle que [Él esté] cerca de mí”, dijo.
La hermana Eubank comentó sobre el liderazgo que presenció en McArthur cuando reunió al grupo de adultos solteros que participaban en el Cara a Cara y generó una comunidad de amigos que podían compartir entre ellos lo que estaban aprendiendo.
“Realmente tenemos que encontrar otras personas de fe, ¿no es así?” Dijo el élder Andersen. “En este mundo [en el que] vivimos, [necesitamos] otras personas de fe, con quienes podamos conectarnos en un nivel muy profundo, y hablar abiertamente sobre cómo se responden nuestras oraciones, [y] cómo sentimos el Espíritu Santo”.
Ese apoyo es “una de las bellezas de reunirnos como Santos en el Evangelio”, dijo la presidenta Bingham.
Como madre soltera, Camey Andersen, la hija del élder Andersen, ha confiado en la fe para enseñar a sus hijos el Evangelio en medio de los desafíos de un mundo secular. Si bien es posible que sea necesario ajustar las prácticas religiosas de una familia, el enfoque puede permanecer en la fe en el Salvador, explicó. “He descubierto que con mis hijos y conmigo, al tratar de aumentar nuestra fe en el Salvador, hemos podido avanzar en nuestras vidas”.
La hermana Eubank señaló que McArthur oró pidiendo consuelo en momentos de soledad. Mientras atravesaba su divorcio, Camey Andersen encontró consuelo en el templo y en la lectura de las Escrituras sobre personas con fe. El templo y las Escrituras son dos de los muchos regalos que el Padre Celestial ha dado para ayudar a Sus hijos a aumentar la fe, dijo la hermana Eubank.
Elegir creer
Después de que Juliet Tuineau perdió a su esposo a causa de COVID-19 el año pasado, “mi fe me ha ayudado a hacer las cosas que son difíciles”, le dijo al élder Andersen. “Ha habido momentos en los que no quería hacer nada. Quería esconderme… luego recordé los convenios que hice”.
La presidenta Bingham dijo sobre la experiencia de Tuineau, “Uno de los puntos sensibles que ella expuso es que debemos permitir que el Salvador se haga cargo de nuestra pena y nuestro dolor. A menudo, pensamos que tenemos que ser duros, que tenemos que hacerlo nosotros mismos. Y realmente no podemos hacerlo nosotros mismos”.
También apreció el estímulo de Tuineau para buscar milagros. “Tenemos que ser conscientes, debemos tener ganas de ver, y luego el Señor nos lo mostrará”, dijo la presidenta Bingham. “Si seguimos mirando, el Señor nos mostrará Su mano en nuestras vidas”.
Mpilo Nkambule le dijo al élder Andersen que se ha fortalecido con el ejemplo de José Smith para perseverar cuando las respuestas no llegan como se esperaba. “José Smith es alguien que conoció la adversidad. Pero aun así nunca se rindió”, dijo Nkambule. Nkambule también habló de cómo el profeta José ayudó a traer las verdades de la eternidad a la tierra para que todos pudieran entenderlas.
El élder Andersen enfatizó el consejo del presidente Nelson de “elegir creer”. El presidente Nelson dijo: “Lleven sus preguntas al Señor y a otras fuentes fidedignas. […] Dejen de aumentar sus dudas repitiendolas con otros incrédulos. Permitan que el Señor los guíe en su trayecto de descubrimiento espiritual”.
La hermana Eubank dijo: “Incluso si [comenzamos por] solo [un] deseo de creer, eso es suficiente, esa pequeña semilla de mostaza que mostró el presidente Nelson. Eso es suficiente para que el Señor [comience] a trabajar. Y Él trabajará con nosotros para encontrar las respuestas que necesitamos. […] Jesucristo es un Dios de misericordia, un Dios de gracia, un Dios de amor. Y accedemos a Él por fe”.
La presidenta Bingham agregó su testimonio al de su consejera de que el Padre Celestial conoce a cada uno de Sus hijos, sus montañas y su fe. “El Señor sabe lo que necesitamos. El Señor sabe lo que nos falta. El Señor sabe lo que tenemos. Y a veces ni siquiera reconocemos nuestra propia fuerza. No olviden que tienen fuerza”, dijo.
El élder Andersen concluyó el devocional animando a los adultos solteros a continuar leyendo el mensaje del presidente Nelson en los próximos meses y a seguir su consejo.
“Les prometo que a medida que oren cuidadosamente sobre estos principios y los pongan en práctica con mayor obediencia, recibirán poder adicional para mover sus propias montañas. Esta es la promesa de un profeta de Dios”, dijo.