David Tenny, el obispo del barrio Tall Cedars, tiene un testimonio personal de la capacidad de los jóvenes de hoy en día como resultado de un amplio proyecto artístico de servicio de 18 meses de duración, que fue inspirado, realizado y completado por unos 50 hombres y mujeres jóvenes de su barrio en Gainesville, Virginia.
“Este proyecto fue impulsado por los jóvenes de principio a fin”, dijo el obispo Tenny sobre el proyecto. “Este es el caso de un obispo que no estaba seguro, pero decidió escuchar y seguir la inspiración de los jóvenes”.
Como grupo, los jóvenes completaron una obra de arte que representa unos 10.000 actos individuales de servicio.
Hacia finales de 2019, mientras el obispo Tenny aconsejaba a los jóvenes sobre las metas para el año siguiente, un par de jovencitas sugirieron con entusiasmo, la creación de una obra de arte para su querido templo de Washington D.C., cuya rededicación estaba programada para la primavera de 2020.
Mientras el consejo de barrio para la juventud intercambiaba ideas sobre qué tipo de obra de arte querían crear, los líderes adultos establecieron dos parámetros: primero, la obra de arte tenía que tener un significado, y segundo, tenía que ser algo en lo que cada uno de ellos pudiera participar.
Finalmente, los jóvenes se pusieron de acuerdo en realizar un proyecto a base de filigrana de papel (quilling), y que consistía en insertar pequeñas tiras de papel firmemente enrolladas en un bastidor que tenía, por detrás, una malla de alambre. Cada trozo de papel representa un acto de servicio realizado por un joven, y en conjunto crearon una colorida representación del árbol de la vida, que titularon “Al servicio de nuestro Dios”.
Ashley Peterson de 14 años dijo que la decisión de representar el árbol de la vida fue influenciada por su estudio del Libro de Mormón en Seminarios ese año y “Ven, sígueme”.
Cualquiera que vea la obra de arte se sentirá inspirado, dijo el obispo David Tenny, porque le recordará las palabras del rey Benjamín: “que cuando os halláis al servicio de vuestros semejantes, sólo estáis al servicio de vuestro Dios” (Mosíah 2:17)
Como barrio, participaron en campañas de donación de sangre, trabajos de jardinería, recogieron ropa, recolectaron donaciones de alimentos para la despensa local, sirvieron en la granja comunitaria local, cortaron leña para una familia cuyo padre había sido enviado al extranjero, recolección de abrigos para escuelas locales, indexación e investigación de historia familiar.
Ashley recuerda haber ofrecido sus servicios como niñera y haber preparado galletas, brownies y arrollados de canela para amigos que estaban pasando por momentos difíciles. Una jovencita del barrio recogía almuerzos gratuitos todos los días en la escuela para dárselos a un vecino necesitado.
Los actos de servicio favoritos del obispo Tenny, dijo él, fueron los miles de actos de servicio individuales y anónimos que solo conocen y han registrado los jóvenes. “Sospecho que fueron de los actos más significativos que ocurrieron”.
Michael Lenderman, de 16 años, y algunos de sus amigos, crearon un video en el cual entrevistó a otros jóvenes del barrio y les preguntó sobre sus experiencias al participar en el proyecto artístico de servicio en el último año. Entre otras cosas, él les preguntó qué aprendieron y cómo el servicio los acercó más al Salvador.
Una jovencita habló sobre cómo aprendió que un pequeño acto de bondad puede tener un gran impacto. Otro comentó, “el servicio me hace sentir muy bien”. Un joven explicó que sus actos de servicio favoritos fueron aquellos que hizo su cuórum de sacerdocio, que los unió durante la época en que estuvieron separados la mayor parte del tiempo.
Aunque los cierres debido a la COVID-19 hicieron que muchos se sintieran aislados o deprimidos, la cultura de servicio creada por el proyecto artístico ayudó a los jóvenes del barrio a seguir sintiéndose conectados.
“Ha sido una jornada maravillosa en una época que podría haber sido de tristeza y pesimismo. Este es un brillante rayo de sol”, dijo el obispo Tenny.
Para Michael, las oportunidades de servicio que más le impactaron — las que recordará por años — fueron las contribuciones que hizo al servir a un joven de su barrio que estaba recibiendo tratamientos contra el cáncer.
El obispo Tenny dijo que el proyecto de arte les enseñó a los jóvenes acerca de la fe, les ayudó a enfocarse en la apertura del templo — “por lo que están orando fervientemente” — y les ha ayudado a hacer una conexión entre el templo y el servicio.
“Mi consejo a los obispos de todo el mundo es que conecten [a los jóvenes] con el cielo y les dejen ser la guía, y ellos nos llevarán a donde tenemos que ir”, dijo él.