Una mujer de una familia muy unida y sin hijos propios dijo que siente un vacío en su corazón cuando nace una nueva sobrina o sobrino, incluso en medio de todas las cosas buenas de su vida. “¿Cómo puedo sentirme realizada si no puedo hacer la única cosa para la que siento que he nacido?” preguntó.
Al abordar esta pregunta durante el evento De hermana a hermana durante la Conferencia de Mujeres de BYU el viernes, la hermana Sharon Eubank aclaró lo que significa “para lo que hemos nacido”.
Cada persona nace para hacer tres cosas básicas, dijo la líder general de la Sociedad de Socorro. Primero, elegir amar a Dios y a los demás; segundo, llegar a conocer al Salvador al arrepentirse y guardar los mandamientos; y tercero, establecer relaciones familiares en ambos lados del velo.
Esas cosas pueden suceder en un orden diferente al esperado, pero “si están haciendo cualquiera de esas cosas, están cumpliendo aquello para lo que nacieron”.
Haciendo referencia a una declaración que el élder Gerrit W. Gong, del Cuórum de los Doce Apóstoles, compartió durante la conferencia general de abril de 2021, la hermana Eubank dijo que esperar fielmente en el Señor para recibir Sus bendiciones es “una posición sagrada” y “no merece lástima”.
Y mientras esperan, agregó: “Están en compañía de algunas de las mejores almas de la Tierra”.
Cómo lidiar con las expectativas no cumplidas fue uno de los muchos temas que se abordaron durante el evento De hermana a hermana con la hermana Eubank, primera consejera de la presidencia general de la Sociedad de Socorro; la hermana Michelle Craig, primera consejera de la presidencia general de las Mujeres Jóvenes; y la hermana Susan H. Porter, recién llamada primera consejera de la presidencia general de la Primaria.
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Moderado por Irene Caso, quien trabaja para el Departamento de Comunicación de la Iglesia, con aportes de expertos en bienestar, este evento De hermana a hermana fue el tercer segmento de preguntas y respuestas de este tipo en la Conferencia de Mujeres de BYU. Las preguntas se enviaron antes del evento.
Revelación personal
Después de las mini-visitas en video a cada uno de los hogares de las líderes generales para ofrecer un vistazo a sus vidas personales, el evento De hermana a hermana comenzó con una pregunta sobre la revelación personal — qué hacer cuando se ora para sentir el amor y la dirección de Dios, pero no se percibe.
La hermana Porter dijo que luchó por un tiempo para sentir la guía del Señor después de que su esposo, el élder Bruce D. Porter, un Setenta Autoridad General, murió en diciembre de 2016. Ella oró durante “semanas y semanas” para saber cómo seguir adelante.
Un día, mientras hojeaba el correo, encontró un catálogo con una pintura del Salvador hablando con una mujer junto al pozo. Sintió que el Espíritu le susurraba, “Eso es lo que debes hacer”. En otras palabras, sentarse a los pies del Salvador y aprender de Él.
A menudo, el Señor está dando más revelación de la que reconocemos, dijo la hermana Porter. Cuando le cuesta reconocer la voz del Señor, trata de “sintonizar” su corazón para poder sentirlo y comprenderlo.
La hermana Craig agregó que el progreso espiritual es gradual. “Necesitamos dar nuestro mejor esfuerzo imperfecto”.
En una pregunta que se aborda más adelante en la transmisión, una hermana dijo que a menudo se siente culpable por trabajar cuando no es necesario. Aunque su esposo provee bien para su familia, a ella le gusta la sensación de logro.
“El Padre Celestial ha dejado claro, a través de la revelación personal, que está bien que yo trabaje, entonces, ¿por qué me siento tan culpable?”, preguntó.
La hermana Porter se dirigió a un mensaje del entonces élder Russell M. Ballard dado en la Conferencia de Mujeres de BYU en 2015. El élder Ballard dijo que, si bien una hermana puede sentirse inspirada para asistir a la escuela de medicina, por ejemplo, otra puede sentir que debería renunciar a una beca y comenzar una familia.
“¿Es posible que dos mujeres igualmente fieles reciban respuestas tan diferentes a las mismas preguntas? ¡Absolutamente!” afirmó enfáticamente el élder Ballard. “Lo que es correcto para una mujer puede no serlo para otra”.
La hermana Porter dijo que las mujeres deben abstenerse de criticar las decisiones personales de los demás y, en cambio, deben de “crear un espacio seguro” y “ser una luz, no un juez”.
Salud mental
Otra hermana preguntó, “¿Cómo puedo sentir el amor de Dios cuando la ansiedad y la depresión me dificultan sentir algo?”. También se preguntó qué puede hacer para proteger su testimonio en estos tiempos inciertos.
Reconociendo el “entumecimiento” que puede traer la depresión clínica, la hermana Craig dijo que espera que aquellos que están luchando se den cuenta de que la falta de sensibilidad espiritual no es una indicación de indignidad.
Busquen ayuda profesional y cuiden su salud física y espiritual, dijo. “A veces solo necesitamos retener en la cabeza lo que no sentimos en el momento en el corazón”.
La hermana Eubank presentó un video de Gemma Williams, una consejera de salud mental, quien compartió estrategias prácticas para desarrollar la resiliencia mental y emocional — que es especialmente crítica en momentos de estrés adicional.
“Creo que el mayor error que cometen las mujeres es que se comparan con ellas mismas en su mejor día. … Tenemos que darnos un poco de crédito”, dijo Williams. Señaló el nuevo manual de Resiliencia Emocional de la Iglesia en la sección de Ayuda para la vida en la Biblioteca del Evangelio como uno de los muchos recursos de ayuda.
Decepción
Varias preguntas enviadas a los organizadores de la conferencia se referían a sentirse decepcionados cuando los seres queridos ya no están activos en la Iglesia. Una hermana se preguntaba cómo puede fortalecer su relación con sus hijos adultos que ya no son activos.
Para abordar este tema, la hermana Craig habló con la hermana Wendy Ulrich, psicóloga y miembro del consejo asesor general de la Sociedad de Socorro.
En un video, la hermana Ulrich compartió la historia de una paciente con un hijo que dejó la Iglesia. Después de ayunar durante muchos meses, su paciente recibió la impresión: “Es hora de dejar de lamentarte por el hijo que perdiste y es hora de comenzar a regocijarte por el hijo que tienes”.
A medida que comenzó a prestar más atención a las cosas que disfrutaba de su hijo y sus buenos valores, “su relación volvió a ser dulce”, dijo.
La hermana Craig citó Doctrina y Convenios 123:17, “Por tanto, muy queridos hermanos, hagamos con buen ánimo cuanta cosa esté a nuestro alcance; y entonces podremos permanecer tranquilos, con la más completa seguridad, para ver la salvación de Dios y que se revele su brazo”.
Mujeres en la Iglesia
La pregunta final que abordaron las líderes generales se refería a las voces de las mujeres y las mujeres que ocupaban puestos de liderazgo en la Iglesia.
La hermana Eubank explicó que las líderes generales forman parte de diversos consejos y comités de la Iglesia. Por ejemplo, ella sirve en el Comité Ejecutivo de Correlación, mientras que la hermana Craig sirve en el Comité de las Escrituras y la hermana Porter sirve en el Comité de Comunicaciones.
Las voces y perspectivas de las mujeres son igualmente importantes en los consejos de barrio y de estaca, dijo.
La hermana Craig destacó el nuevo llamamiento de las asesoras de organización de área, quienes se reunieron por primera vez el mes pasado. Estas hermanas son llamadas por la presidencia de área y apoyan a las organizaciones de la Sociedad de Socorro, las Mujeres Jóvenes y la Primaria en sus áreas.
Al concluir el evento, cada una dio testimonio del Salvador y del poder del Espíritu Santo al responder a las preguntas.
“Dios, nuestro Padre Celestial y Su Hijo Jesucristo las aman a cada una de ustedes”, dijo la hermana Porter. “Ellos son conscientes de sus circunstancias. Están al tanto de esas preguntas en su corazón. … Y es a través del Espíritu Santo, ese gran don, ese tercer miembro de la Trinidad, que podemos recibir paz y gozo”.
La hermana Eubank dijo, “Las animo a que busquen un par de amigas, se sienten y conversen sobre sus preguntas y accedan al poder del Espíritu Santo. Espero que puedan volver a sentir lo que sintieron entre nosotros hoy aquí”.
La hermana Craig agregó, “Nos necesitamos mutuamente y necesitamos a Jesucristo. Él es la respuesta a todas las preguntas y preocupaciones”.