En 2019 se hizo un anuncio inspirado, según el cual “se suspenderán las presidencias de Hombres Jóvenes a nivel de barrio” para alinearse mejor con la revelación que se encuentra en Doctrina y Convenios 107:15 que dice, “El obispado es la presidencia de este sacerdocio [Aarónico], y posee las llaves o autoridad de este”.
El presidente Russell M. Nelson aclaró que “el obispo y sus consejeros dirigen la labor de los cuórums del Sacerdocio Aarónico y las clases de las Mujeres Jóvenes de barrio”. Desde ese momento algunos obispos han batallado para atender sus responsabilidades.
Los miembros de la presidencia general de los Hombres Jóvenes responden a las preguntas que escuchan con frecuencia.
1. ¿Qué les dirían a los obispos que se sienten abrumados al asumir el trabajo que hacían las presidencias de Hombres Jóvenes de barrio?
Presidente Steven J. Lund, presidente general de los Hombres Jóvenes: Si se sienten abrumados, sepan que nos son los únicos en esa situación, están en buena compañía.
Edward Partridge, el primer obispo de esta dispensación le escribió a su hija lo siguiente: “Me temo que las exigencias de mi puesto van más allá de lo que puedo hacer para tener la aceptación de mi Padre celestial”.
El Señor ayudó al hermano Partridge y también los ayudará a ustedes. Es importante entender que el trabajo que realizaban las presidencias de los Hombres Jóvenes de antes, giraba en torno al escultismo. El escultismo es una organización nacional que funciona aparte de la Iglesia y era necesario que hubiera líderes dentro de la Iglesia para dirigir esa actividad. Como ya no trabajamos con el escultismo, el liderazgo de los hombres jóvenes puede ubicarse donde las escrituras siempre lo han puesto: sobre los hombros de los obispados.
El trabajar con los jóvenes, no es una nueva responsabilidad para los obispos, es una responsabilidad que siempre han tenido. Para poder hacerlo bien, los obispos deben delegar otras responsabilidades en los miembros del cuórum de élderes y de la Sociedad de Socorro. Esto incluye aconsejar a los adultos que no requieren de la intervención de una autoridad eclesiástica o que no están involucrados en abusos de ninguna clase.
El élder Quentin L. Cook del Cuórum de los Doce explicó: “Una presidenta de la Sociedad de Socorro y un presidente del cuórum de élderes, según sea su asignación, pueden tener un papel preponderante en la consejería de los adultos — al igual que una presidenta de las Mujeres Jóvenes al aconsejar a las mujeres jóvenes”.
El hermano Ahmad S. Corbitt, primer consejero de la presidencia general de los Hombres Jóvenes: Muchos obispos utilizan gran parte de su tiempo aconsejando, incluso a algunas de las mismas personas que ya habían recibido asesoramiento de obispos anteriores.
En nuestros días, el Señor ha aclarado y magnificado la visión de los obispos acerca del almacén del Señor. Normalmente relacionamos al almacén del Señor con alimentos y suministros. Sin embargo, también incluye el tiempo consagrado y los talentos de todos los miembros del barrio de ese obispo. Por esa razón, este no se sale de su jurisdicción cuando recurre a miembros del barrio con sabiduría y experiencia, y capaces de mantener la confidencialidad, para que ayuden a otros miembros que lo necesiten.
Antes, los obispos delegaban la responsabilidad que tenían de los hombres jóvenes en las presidencias de los Hombres Jóvenes para poder cubrir con más eficacia las necesidades de los adultos. Ahora, nuestros líderes quieren que aprendan a hacer lo contrario, y deleguen gran parte de la consejería de adultos en los miembros del barrio o profesionales, para poder atender mejor las necesidades de los jóvenes y fortalecer a la nueva generación.
Hermano Bradley R. Wilcox, segundo consejero de la presidencia general de los Hombres Jóvenes: ¿Recuerdan la historia sobre la comunidad que mantenía una ambulancia al pie del despeñadero en lugar de construir una barrera en la cima? Esto se aplica aquí. Necesitamos obispados que construyan esa barrera y miembros del barrio que les ayuden a hacerlo.
Presidente Lund: Los obispos de hoy no pueden ser los obispos que fueron sus padres. Los obispos de otras épocas lidiaron con otros problemas. A medida que Satanás ataca a la juventud a una edad cada vez más temprana, necesitamos obispados en la primera línea de defensa.
Los presidentes del cuórum de élderes de hoy, deben parecerse un poco más a los obispos de antes, y los obispos de hoy deben parecerse un poco más a los presidentes de los Hombres Jóvenes de antes.
2. ¿Cuáles son las funciones de los asesores y especialistas? ¿Son solo nuevos nombres para las presidencias de Hombres Jóvenes de antes?
Presidente Lund: No se espera que los obispados trabajen solos con los jóvenes. Ellos trabajan con las presidencias de las Mujeres Jóvenes del barrio y pueden llamar asesores y especialistas.
El élder Cook explicó: “Se llamarán a asesores de los Hombres Jóvenes para ayudar a las presidencias del cuórum del Sacerdocio Aarónico y al obispado en sus funciones”.
En una nota al pie de página, escribió, “No esperamos una disminución del número de hombres adultos que sirven y apoyan a los cuórums del Sacerdocio Aarónico”.
La diferencia radica en que estos adultos antes se veían a sí mismos como sobre las presidencias de los cuórums del Sacerdocio Aarónico, y ahora, deben verse como un apoyo a las presidencias de los jóvenes que son llamados y apartados para liderar a los integrantes de su cuórum.
Hermano Corbitt: Como dijo el élder Cook, este ajuste no se hace para restarle importancia a los líderes adultos, sino más bien para “enfatizar las responsabilidades de las presidencias del cuórum del Sacerdocio Aarónico y sus reportes en línea directa con el obispado”. Esto motivará a los líderes adultos a ayudar y orientar a las presidencias del cuórum del Sacerdocio Aarónico para que magnifiquen el poder y la autoridad de su oficio”.
Los asesores deben comprender que su función no es tanto dirigir a los jóvenes sino ayudarles a que se dirijan ellos mismos.
Hermano Wilcox: Un obispo preguntó, “Pero sin un presidente de los Hombres Jóvenes, ¿quién habla en representación de los hombres jóvenes en la reunión del consejo de barrio?”
La respuesta es, el obispo mismo y otros miembros del obispado. En el consejo de jóvenes del barrio, los presidentes del cuórum del Sacerdocio Aarónico y el primer asistente del obispo hablan por sí mismos.
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3. ¿Cómo pueden ayudar los miembros?
Presidente Lund: El programa Niños y Jóvenes requerirá un cambio cultural en los líderes jóvenes y adultos, pero también requerirá un cambio en todos los miembros. Todos tendremos un papel para desempeñar.
Hermano Corbitt: Tal vez recuerden cuando el presidente Lund habló en la conferencia general de octubre de 2020 y dijo: “¡Todos pongamos manos a la obra!”
Su llamado urgente se dirigió a las madres, padres y a los líderes adultos de los jóvenes. Les habló a las presidencias de cuórums y clases y dijo: “Levántense y ocupen el lugar que les corresponde en la obra del Señor”.
A los obispos les dijo, “Unan sus llaves con las de los presidentes de cuórum, y sus cuórums — y sus barrios — cambiarán para siempre”.
Hermano Wilcox: Adultos, por favor entiendan que, si un obispo les remite a otra persona, no es porque no los ame.
Él está siguiendo las instrucciones de nuestros líderes profetas. Es para que pueda tener tiempo para cuidar de su familia y de la nueva generación.
Con frecuencia, cuando las personas solicitan un tiempo con las autoridades generales o les envían cartas describiendo problemas y pidiendo bendiciones, amablemente se les remite a sus líderes locales. Esto no significa que las autoridades generales no se preocupen. Simplemente deben establecer prioridades.
Los miembros han llegado a entender esto. De la misma manera, los miembros están llegando a comprender que sus obispos también deben establecer prioridades.
El élder Neal A. Maxwell del Cuórum de los Doce Apóstoles tenía una cita de Anne Morrow Lindbergh en la pared de su oficina que decía, “Mi vida no puede poner en acción las demandas de todas las personas a las que mi corazón responde”. Estas palabras se aplicaron al élder Maxwell y debemos aplicarlas a nuestros obispos también.