En los primeros dos años al frente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, el presidente Russell M. Nelson viajó a 35 países — aprendió de la fe de los Santos de los Últimos Días de todo el mundo.
Durante los últimos 12 meses, el líder de la Iglesia dijo que él y su esposa, la hermana Wendy Nelson, “aprendieron que no tenemos que subirnos a aviones para que nuestros testimonios lleguen a todo el mundo”.
De hecho, dijo, las palabras de los líderes de la Iglesia “llegaron a un número sin precedentes de personas en el año 2020. Nuestras conferencias generales del año pasado tuvieron un mayor alcance global que nunca”.
Al dirigirse a la sesión de liderazgo de la Conferencia General Anual N°191 de la Iglesia, el presidente Nelson y otros líderes brindaron instrucción y dirección a quienes se reunieron en la sede de la Iglesia y a través de la tecnología en lugares de todo el mundo, el jueves, 1 de abril. Unas 300 Autoridades Generales, Oficiales Generales y de Setenta de Área escucharon mensajes de la Primera Presidencia y del Cuórum de los Doce Apóstoles.
Debido a la pandemia de COVID-19, esta es la primera vez que los líderes se reúnen para una sesión de liderazgo de la conferencia general desde abril de 2019. La sesión se originó en el auditorio del Edificio de las Oficinas de la Iglesia en la Manzana del Templo en Salt Lake City.
Durante sus comentarios, el presidente Nelson dijo que había aprendido que el énfasis de la Iglesia en un plan de estudios centrado en el hogar y apoyado por la Iglesia está dando frutos. Honró a los padres que en el último año “se han esforzado y han tomado medidas para dar forma a sus hogares como sus principales santuarios de fe”.
“La fuerza de la Iglesia radica en los testimonios sólidos y el constante crecimiento de sus miembros. Y el hogar es donde mejor se cultivan ese tipo de testimonios”, dijo.
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El presidente Nelson expresó su gratitud por lo que está sucediendo con los templos en un momento en que su operación es limitada. “Se están preparando los nombres de los antepasados para el día en que los templos vuelvan a estar abiertos para que se realice la obra vicaria”, dijo. “No hemos dejado de construir templos. En el año 2020, iniciamos la construcción de 21 nuevos templos y actualmente se están llevando a cabo 41 proyectos de construcción de templos”.
El presidente de la Iglesia también destacó el crecimiento de los esfuerzos humanitarios de la Iglesia en el 2020. “La pandemia mundial nos ha llevado a realizar la mayor cantidad de ayuda que jamás hayamos brindado. Se han ofrecido contribuciones de tiempo, dinero y servicio personal con un espíritu de generosidad y amor por los necesitados en 152 países”, dijo.
El presidente Nelson dijo que ahora comprende mejor “lo que [Dios] quiso decir cuando dijo: ‘He aquí, apresuraré mi obra en su tiempo’ (Doctrina y Convenios 88:73). Eso está sucediendo ahora mismo, justo ante nuestros ojos”. La intervención divina, dijo, está ayudando a que la Iglesia se arraigue en todas partes. “Como miembros de la Primera Presidencia, damos testimonio de la verdad de que el Señor vive y está al timón de Su Iglesia hoy día. La Restauración realmente está en curso”.
Liderazgo
En sus comentarios, el presidente Dallin H. Oaks, primer consejero de la Primera Presidencia abordó el tema del liderazgo, citó el manual de la Iglesia y pidió a los líderes que enseñen, mediante sus palabras y acciones, la doctrina de Jesucristo y los principios de Su evangelio.
“Su éxito como líder se mide principalmente por su compromiso de ayudar a los hijos de Dios a convertirse en fieles discípulos de Cristo”, dijo, citando el manual de la Iglesia.
Citando al presidente Spencer W. Kimball, el presidente Oaks dijo: “Debido a que [Jesús] amaba a los demás con un amor perfecto, los escuchó [a ellos] sin ser condescendiente… Debido a que Jesús amaba a sus seguidores, pudo estar a la altura de ellos, ser sincero y franco con ellos… Esto le permitió condenar el pecado sin condenar al individuo”.
Jesús “confía en Sus seguidores lo suficiente como para compartir Su obra con ellos para que puedan crecer”, continuó el presidente Oaks, aún citando al presidente Kimball. “Esa es una de las mayores lecciones de su liderazgo. Si dejamos de lado a otras personas para ver que una tarea se realice de manera más rápida y eficaz, la tarea se puede hacer bien, pero sin el crecimiento y desarrollo de seguidores que es tan importante”.
Revelación personal
El presidente Henry B. Eyring, segundo consejero de la Primera Presidencia habló a los líderes de la Iglesia sobre su capacidad para recibir revelación personal para su asignación en particular.
“Como siervos del Señor en Su Iglesia, tenemos una gran confianza”, dijo el presidente Eyring. “De que viviremos dignos de la compañía constante del Espíritu Santo y tendremos fe para seguir al profeta. Entonces podremos saber por inspiración cómo animar a aquellos a quienes dirigimos a aplicar Su consejo”.
Esto es y siempre será difícil, dijo. “Cualesquiera que sean las instrucciones del Señor a través de Su profeta esta semana [durante la conferencia general], oro para que cada uno de nosotros escuche las palabras del Señor y actuemos como Sus siervos para animar a otros a través de nuestra inspiración a elegir seguir al profeta. Entonces sentiremos gozo al escuchar algún día de nuestro Salvador el tributo que anhelamos escuchar. ‘Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor’ (Mateo 25:21)”.
Miembros Solteros
Como se anunció en una actualización reciente del Manuel General, el presidente M. Russell Ballard, presidente en funciones del Cuórum de los Doce Apóstoles, se refirió a las formas adicionales en que los adultos solteros ahora tienen que servir en sus congregaciones en todo el mundo.
“Algunos se preguntan acerca de sus oportunidades y su lugar en el plan eterno y en la Iglesia del Salvador”, dijo. “Les recordamos a todos que la vida eterna no es simplemente una cuestión de estado civil actual, sino de discipulado, es decir, ser ‘valientes en el testimonio de Jesús’ (Doctrina y Convenios 76:79)”.
El presidente Ballard dijo que más de la mitad de los Santos de los Últimos Días adultos son viudos, divorciados o nunca se han casado.
“Podemos mejorar en brindar oportunidades para que nuestros miembros solteros sirvan”, dijo el presidente Ballard. “No hablo de crear proyectos de servicio, aunque son importantes. Me refiero a darles llamamientos importantes, incluyendo los de liderazgo. Los miembros solteros son tan capaces como los miembros casados. Hay solo unos pocos llamamientos, como presidente de estaca y obispo, que se especifican solo para miembros casados. Se ha eliminado la restricción de que solo hombres casados sirvan como consejeros en obispados y presidencias de estaca en barrios y estacas de jóvenes adultos solteros”.
“Tampoco se preocupen por su edad”, agregó. “Tengo 92 años. Me alegro de no haber sido relevado de mi llamamiento como presidente en funciones del Cuórum de los Doce Apóstoles debido a mi edad o por la muerte de mi esposa. Amo a mi Salvador Jesucristo y me encanta ayudar a edificar Su Iglesia. La mayoría de los miembros sienten lo mismo. Esto nos da esperanza en Cristo y un sentimiento de pertenencia”.
El apóstol también compartió cinco promesas doctrinales que los líderes de la Iglesia pueden usar para ayudar a los adultos solteros entre ellos.
1. Las Escrituras y las declaraciones de los profetas de los últimos días confirman que toda persona que sea fiel al convenio del Evangelio tendrá la oportunidad de ser exaltado.
2. Los tiempos precisos y la manera en que las bendiciones de la exaltación se otorgan a cada persona fiel no se han revelado todas, pero están aseguradas.
3. Esperar en el Señor implica obediencia continua y progreso espiritual.
4. Dios ofrece vida eterna a todos sus hijos.
5. La confianza en estas promesas está arraigada en la fe en Jesucristo, por cuya gracia se corrigen todas las cosas que pertenecen a la vida terrenal.