Resumen del discurso:
La bondad es un principio fundamental y sanador del Evangelio que puede sanar corazones emocionalmente, espiritualmente e incluso físicamente.
A los miembros de la Iglesia se les ordena tener “entrelazados sus corazones con unidad y amor el uno para con el otro” (Mosiah 18:21) y que “ningún poder o influencia se puede ni se debe mantener... sino por benignidad, mansedumbre … por bondad ... y por amor sincero” (Doctrina y Convenios 121:41-42).
“Creo que este precepto tiene una aplicación universal para todos los Santos de los Últimos Días: adultos, jóvenes y niños”.
Los niños de la Primaria deben recordar la letra de la canción de la Primaria, “Yo trato de ser como Jesús” — “Ama a otros cual Cristo te ama. Sé bondadoso y tierno y fiel”.
Para los jóvenes que participan ó, observan pasivamente cualquier forma de acoso, “No conozco mejor consejo que el que les dio previamente Elder Dieter F. Uchtdorf: ... “¡Basta!” ¿Escuchaste eso? ¡Para! Mientras se expresan con amabilidad, cuidado y compasión, incluso digitalmente, les prometo que levantarán los brazos caídos y sanarán corazones”.
Los adultos tienen la responsabilidad de ser modelos de bondad, inclusión y cortesía, y de enseñar un comportamiento cristiano.
Incluso cuando las personas se expresan con amor, respeto y bondad, pueden verse afectadas negativamente por las malas decisiones de los demás. “¿Qué hacemos entonces? Seguimos la amonestación del Señor de “amad a vuestros enemigos ... y orad por los que os calumnian” (Lucas 6:27-28).