Resumen del discurso:
Apoyar a la nueva generación en una época de desafíos y tentaciones inusuales es una responsabilidad esencial otorgada a los padres y obispados. Los obispos y sus consejeros pueden llamarse apropiadamente “pastores sobre el rebaño del Señor” — con énfasis en ser pastores de la nueva generación.
El obispo y sus consejeros también tienen un papel fundamental en el cuidado de los niños y los jóvenes del barrio. El tiempo que pasan con un presbítero, una mujer joven o un joven adulto puede ayudarlos a comprender la expiación de Jesucristo y brindarles una visión que tendrá una influencia profunda y duradera. “Ustedes pueden extender invitaciones poderosas para cambiar el comportamiento, prepararlos para la vida e inspirarlos a permanecer en la senda del convenio”.
Para ayudar a los obispos a concentrar su tiempo y energía en ministrar a los jóvenes y sus familias, se recomienda que los obispos no tengan familias ministrantes asignadas. También se ha aconsejado a los obispados que deleguen reuniones apropiadas y tiempo de asesoramiento con adultos.
Para los jóvenes, “permitan que el obispo sea su amigo y consejero. ... Como el Presidente Nelson los ha invitado, por favor califiquen para ser parte del batallón de jóvenes del Señor”. La Iglesia tiene 30.900 obispos y presidentes de rama que sirven en todo el mundo. A cada uno de ellos, “por favor sepan cuánto los amamos y apreciamos”.
