Resumen del discurso:
Parte del recogimiento de Israel y, una parte muy importante, “es la tarea para nosotros, como pueblo, de ser dignos y estar dispuestos a ayudar a preparar al mundo para la segunda venida del Señor”.
El evangelio de Jesucristo es un evangelio de arrepentimiento (Doctrina y Convenios 13:1). “Gracias a la expiación del Salvador, Su evangelio ofrece una invitación para seguir cambiando, creciendo y volviéndose más puro. Es un evangelio de esperanza, de sanación y de progreso. Por lo tanto, ¡el evangelio es un mensaje de gozo! Nuestro espíritu se regocija con cada pequeño paso que damos”.
Durante el año pasado, definido por la pandemia mundial de COVID-19, muchos han aprendido cosas que no sabían anteriormente. “Algunas lecciones que conocía antes se han escrito en mi corazón de formas nuevas e instructivas. El Señor dirige los asuntos de Su Iglesia; Él ha ejecutado el apresuramiento de Su obra — incluso durante una pandemia mundial.
“Mis queridos hermanos y hermanas, la fuerza de la Iglesia radica en los esfuerzos y en el testimonio cada vez mayor de sus miembros. Los testimonios se cultivan mejor en el hogar. Durante el año pasado, muchos de ustedes han aumentado drásticamente el estudio del Evangelio en sus hogares”.
