Las cargas y las pruebas son “una parte esencial de esta experiencia terrenal”, dijo el presidente Mark L. Pace de la presidencia general de la Escuela Dominical durante la Conferencia de Mujeres de BYU.
Al dirigirse a una audiencia de mujeres participantes de todo el mundo, el presidente Pace dijo que se sintió inspirado para compartir principios fundamentales sobre el tema de las pruebas.
Primero, dijo, el plan de salvación siempre incluyó el hecho de que la vida terrenal incluiría “pruebas, desafíos, enfermedad y oposición” para ayudar con el crecimiento individual y espiritual.
Segundo, como parte de la expiación del Salvador, Él “sintió y superó todas las pruebas, todos los desafíos, todas las enfermedades y todas las angustias que enfrentaremos”.
El presidente Pace leyó Abraham 3:22, 24-26 y desglosó la frase “y con esto los probaremos” para subrayar que esta vida es un tiempo para mostrar “quiénes somos realmente”, dijo.
“No sería una gran prueba sin desafíos u oposición de algún tipo”, dijo.
El presidente Pace explicó que logramos la rectitud personal “cuando utilizamos nuestro albedrío para tomar decisiones justas… Sin oposición, esa elección no tiene sentido”.
Cada persona en la mortalidad se enfrenta a desafíos únicos para proporcionar una prueba verdaderamente personal. El presidente Pace dijo que esto significa que el Padre Celestial creó “una experiencia terrenal, hecha a la medida de cada uno de nosotros”.
Así como los desafíos que enfrenta cada persona son únicos, también lo es la expiación del Salvador, explicó el presidente Pace.
Señaló tres cosas que Jesucristo tomó sobre sí mismo y por qué.
- Tomó sobre sí la muerte para “desatar las ligaduras de la muerte”.
- Tomó sobre sí todos los pecados para poder borrarlos.
- Tomó sobre sí los “dolores y aflicciones y tentaciones de todas clases”. Esto incluye enfermedades y dolencias, lo que le permite saber cómo socorrer a las personas cuando enfrentan desafíos.
El presidente Pace explicó que conocer el propósito del plan puede ayudar a las personas a reconocer que la adversidad no equivale a fallas personales.
“Y debido a que comprendemos el alcance de la expiación de Jesucristo, sabemos que nunca tenemos que enfrentar nuestras pruebas solos”, dijo.
El presidente Pace presentó a su familia a través de fotografías, mostrando fotos de su esposa, Anne Marie, sus siete hijos y sus 21 nietos.
Habló sobre cómo cada familia, al igual que cada individuo, tiene desafíos únicos.
“No hay excepciones. Sus desafíos varían mucho, pero cada familia tiene algunos”.
Como parte de sus desafíos personales, el presidente Pace compartió su experiencia reciente al haber sido diagnosticado con cáncer.
Este ha sido un desafío que ha enfrentado él como individuo y su familia como grupo.
Habló sobre el hecho de haber pedido a su padre de 95 años que le diera una bendición del sacerdocio. La familia del presidente Pace se reunió y sus cuatro hijos se unieron para darle esa bendición.
La bendición trajo consigo una paz poderosa.
“Desde el momento en que él y mis hijos quitaron sus manos de mi cabeza, un sentimiento de paz se apoderó de mí”, dijo. “Sabía que ese sentimiento de paz venía de la influencia del Espíritu Santo”.
El presidente Pace compartió sus sentimientos al pasar por los exámenes médicos y la espera que siguió a su diagnóstico y bendición del sacerdocio. Habló de las muchas conversaciones que tuvo con su esposa y de las oraciones que ofrecieron con humildad para que “se le perdonara la vida”.
En su caso, el cáncer no ha desaparecido. El presidente Pace está en tratamiento, pero dijo que está “dispuesto a aceptar la voluntad del Señor”.
“Nuestra fe no elimina necesariamente nuestras pruebas”, dijo. “Pero nos da el poder y la perspectiva para superar esas pruebas con éxito”.
Los líderes de la Iglesia en los últimos días han proporcionado lo que el presidente Pace llamó “perspectiva inspirada”, sobre los desafíos que se enfrentan en la vida terrenal.
El élder Orson F. Whitney dijo una vez: “Todo lo que sufrimos y todo lo que soportamos, especialmente cuando lo soportamos con paciencia, edifica nuestro carácter, purifica nuestro corazón, expande nuestra alma y nos hace más sensibles y caritativos, más dignos de ser llamados hijos de Dios”.
En la conferencia general del pasado mes de octubre, el élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dijo, “Fe significa confiar en Dios en los buenos tiempos y en los malos, aunque eso incluya algo de sufrimiento hasta que veamos Su brazo revelarse a nuestro favor”.
Por último, el presidente Pace compartió una enseñanza del presidente Russell M. Nelson, quien dijo acerca de soportar los desafíos de la vida, “Son hijos creados a Su imagen, y si son dignos tienen el derecho de recibir revelaciones que les ayude en sus esfuerzos justos.
El presidente Pace compartió historias sobre los desafíos de la vida que soportó y aprendió Alma en el Libro de Mormón, José Smith durante los primeros días de la Restauración y el Salvador durante Su vida terrenal.
Nadie se libra de los desafíos y las oportunidades de crecimiento en esta vida.
“Cuando nos enfrentamos a desafíos, el Padre no siempre nos quita la carga, pero cuando nos sometemos a Su voluntad, podemos contar con Él para darnos fuerza igual al desafío”, dijo.
Como parte del testimonio final del presidente Pace sobre el Salvador y su función para ayudar a las personas a encontrar la paz en la adversidad personal, dijo, “Debido a que Él venció al mundo, nos proporciona la fuerza para enfrentarnos a todas las pruebas que el mundo pueda darnos”.